La sátira
Por las calles arandinas,
A las orillas del Duero,
Se oye cantar esta copla:
“En la plaza de mi pueblo
Han dejado unos adornos,
Que son simples agujeros,
Y como no los rellenen
Con ellos nos quedaremos.”
Como a esa sentida queja
Sólo le llega el silencio
Lo haremos con un romance
Por si surte más efecto:
En España está Castilla, // por Castilla, Burgos anda; //
En Burgos nuestra Ribera, // y en la Ribera está Aranda, //
La villa que da alegría // a la región castellana.//
En Aranda está la Plaza // Mayor como así se llama, //
Aunque hay quien la reconoce, // por su número instalada //
Como la de las arquetas, // fama en justicia lograda.//
En la plaza hay adoquines // que forman una calzada //
Y entre adoquín y adoquín, // de pegamento no hay nada //
Porque aquello que pusieron, // que era cual moco de pava, //
El primer día de lluvia // se lo llevaron las aguas, //
y no de las torrenciales // Sino de aquellas escasas. //
Sólo se ven agujeros // entre las adoquinadas //
Piezas, y lo que tuvieron, // cemento u otra sustancia //
Parece que está disuelto // como azucarillo en agua //
O haber desaparecido // como por arte de magia. //
Todos preguntan por qué // eso que amalgamaba //
No está entre los adoquines // ni tampoco en la losada //
Y quien tiene que explicarlo // da por respuesta callada.//
Piensan que es cosa de brujas // y otros, que ha sido encantada; //
Los niños hablan de gnomos // y dicen que las entradas //
A sus pequeñas viviendas, // a sus diminutas casas, //
Son todos los agujeros // de la zona adoquinada. //
Se cuentan por centenares, // los agujeros que llaman //
La atención del viandante // y del tacón que se clava, //
Del zapato que se rompe // y de muy gruesas palabras. //
Como hay tantos agujeros // en la zona señalada //
La comparan con un queso, // con un “Gruyere” de la Francia. //
Y para que no quede sola // esta vulgar comparanza //
Diré que en micología, // las setas recolectadas //
Se reproducen de noche // y se cogen de mañana //
Igual que los agujeros, // de los que hacemos la chanza, //
que los tapan por el día // y al siguiente se destapan. //
Esta chapuza que han hecho // no tiene respuestas claras //
O rompen la maldición // de la reforma estrenada, //
O emplean el material // de calidad contrastada //
Para tapar agujeros // y acabar con la gafancia.
Os han vuelto a copiar ese romance en un comentario de Diaro de la Ribera y no han puesto de donde lo han sacado.
ResponderEliminarNo lo entiendo. Pueden citar pero diciendo de donde sale.
Enhorabuena por esa poesía satírica, que ridiculiza la situación.
¿Cuándo piensan arreglar esos agujeros? Despues de que lean el romance, seguro.
NOTA INFORMATIVA:
EliminarPor un inexplicable error de Google, de mi dominio anterior “dialogosdelduero.com” se ha adueñado una empresa de Seatlle (USA)… Todo el contenido anterior y actual, entradas y comentarios, se encuentra alojado en
http://www.dialogosdelduero.net/
ánimo y seguid así, sin callarse, aunque a algunos les duela.
ResponderEliminarEste humor es un bálsamo para unos , y un ácido para otros, para los que no quieren complicaciones y quieren que las aguas del Duero bajen tranquilas.
¿quién ha visto el último Pleno por la tele?.
ResponderEliminar¿podemos tener un alcalde tan inútil que lleve los asuntos a aprobar sin saber que hay reparos técnicos?...o será que sí lo sabía y quería despistar...