El arte de improvisar es contagioso

No voy a descubrir ninguna novedad al afirmar que la cualidad más destacada del gobierno socialista  de España es la improvisación. Durante los seis años que lleva Zapatero dirigiendo los destinos de nuestra nación, ha demostrado hasta la saciedad que sabe improvisar medidas que llaman la atención durante cinco minutos, pero que han de ser retiradas tres después por carecer  de un estudio previo  de su eficacia. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, lo ha calificado acertadamente como el “Gobierno de la improvisación”.

En la última Conferencia de Presidentes Autonómicos, y tras el solemne fracaso cosechado, “todos, menos los socialistas, cargaron contra Zapatero por improvisar”, aunque él lo ha llegado a considerar una virtud. “Zapatero o la improvisación como metodología” es una de las más acertadas caracterizaciones de nuestro Presidente.

Esta actitud ante los acontecimientos parece que va creando escuela entre los miembros de su partido por el sencillo proceso de identificación, y así  podemos encontrarnos en Aranda con alguna situación cobijada bajo el paraguas de la improvisación.

El Diario de Burgos de hoy, día 10, ha publicado una noticia, “El tráfico en la zona peatonalizada se reducirá al mínimo para evitar abusos”,  firmada por N.L.V. en la que se recogen las declaraciones del  concejal de Seguridad Ciudadana, Sergio Ortega, y del concejal de Urbanismo, Eusebio Martín, y después de leerlas, descifrar alguna de ellas, y analizarlas, me parecen el fruto "de la improvisación, del voluntarismo e incluso del buenismo”. Estoy convencido que sus intenciones son correctas, que quieren hacerlo bien y contentar a la ciudadanía, pero les falta una cosa y les sobra otra.

Tras las obras efectuadas en la Plaza Mayor, en las calles La Sal y El Aceite, han detectado un aparcamiento masivo de vehículos en lugares indebidos, que incluso dificulta el tránsito de las personas. Convierten,  acertadamente, unas calles en peatonales, y se les llenan de automóviles (como en otras muchas aceras de la ciudad). Han logrado el efecto contrario al perseguido.

Como las quejas se multiplican cada día, nuestros ediles han propuesto ahora las siguientes medidas, ideas o lo que resulte ser:

1.- “Restringir al máximo el acceso del tráfico rodado a las nuevas zonas peatonalizadas del casco histórico…” ¿Pero no iba a ser una zona peatonal? Si ha habido abusos, como indica el concejal, es sencillamente porque se han permitido, y la responsabilidad es suya.

2.- Tal como han realizado la obra, y la parte adoquinada lo indica, la entrada al aparcamiento de la Plaza de la Ribera era por la calle Sto. Cristo, y su salida la tenía por su paralela,  a la calle El Aceite.
Ahora proponen una única calle de entrada y salida del aparcamiento, y regulada mediante semáforo. Al mismo tiempo colocarán un “sensor” que anuncie si hay o no plazas disponibles. El futuro dirá si  se genera atasco de vehículos, entre el Arco del Ayuntamiento y la calle Sto. Cristo,  sin posibilidad de salida, algo así “como una ratonera”. No obstante, eso lo resolverán los técnicos.
Lo que ahora nos ocupa, es que quieren modificar lo realizado. Y  eso, ¿Cómo se llama? ¿Planificación o improvisación?

3.- Una más: “Estas restricciones al tráfico rodado obligarán, a replantearse la creación de más zonas de carga y descarga. En concreto, se baraja el espacio diáfano existente junto al arco del Ayuntamiento, o incluso justo bajo él, como la mejor opción para permitir el reparto de mercancías”. ¿Pero esto no estaba en el proyecto de obras? ¿Planificación o improvisación?

4.- “… se creará un espacio de carga y descarga en la plaza de la Constitución, afectada por un proceso de reurbanización. …Probablemente se aproveche un grupo de cuatro plazas que ha quedado separado de toda la zona de estacionamiento...” ¿Pero tampoco estaba esto en el proyecto de obras? ¿Planificación o improvisación?

5.- “…también se buscará una mejor fórmula para regular el lugar destinado a intercambio de mercancías en la calle Postas, justo en las traseras de la antigua Casa de los Juzgados.” Por lo tanto, aún  no se ha buscado y no se tiene. ¿No estaba en el proyecto? ¿Planificación o improvisación?

6.- El edil advierte que se aplicará mano dura contra estos abusos de estacionamiento indebido, amenazando con la grúa, y que  la privatización de la gestión de las multas hará el resto. ¿Pero es que no se puede actuar ahora?

7.- Instalación de pivotes y bolardos: “Aunque en principio desde el equipo de gobierno no se quería llenar la zona peatonalizada de bolardos y obstáculos para impedir el paso de vehículos, el comportamiento ciudadano observado en las últimas semanas parece que no permite plantearse otra opción hasta que no haya mayor concienciación”. ¿A esto se llama planificación o improvisación?

8.- Estas actuaciones se llevarán a cabo con fondos del segundo Plan E de Zapatero que llegarán en 2010. ¿Cómo  es posible que ara una misma actuación se utilicen DOS PLANES DIFERENTES? ¿Y si no aparecen los fondos?

9.- El concejal Sergio Ortega no debería improvisar sus declaraciones, y debería hablar con mayor precisión, por razón del cargo que desempeña:

a) “El tradicional saludo al alcalde de Aranda y la entrega de las copas tendrá lugar este año en el cruce de La Perla, donde los Reyes Magos bajarán de la carroza para seguir a pie por la calle Isilla hasta la Casa de Cultura” (Diario de la Ribera, 14 de diciembre de 2009).

b) «Esta zona va a ser peatonal desde el bar La Tertulia, impidiendo que se pueda pasar con el coche hacia Santa María», (Diario de Burgos, 10 de enero 2010).
Sin comentarios.

10.- Si en vez de improvisar, planificaran lo que quieren hacer o lo que deberían haber hecho, no nos encontraríamos con las contradicciones entre concejales: “Martín insistió en que entre sus prioridades no se encuentra la instalación de pivotes para disuadir a aquellos que quieran entrar con su coche en la zona peatonal”.

¿Habrá pivotes o bolardos o no? ¿En qué quedamos?

 11.- Los concejales han constatado el problema existente de falta de aparcamientos en el centro de Aranda. Se han peatonalizado espacios, suprimiendo plazas  de aparcamiento, no sustituyéndolas por otras nuevas. ¿A esto se le llama planificación o improvisación?

Y termino como empecé: la improvisación parece ser contagiosa, unos se la pasan a otros y yo he terminado improvisando sobre lo que jamás pensé en escribir. La improvisación puede llegar a ser una extraña cualidad: los que la tienen no la sufren, pero sí, quienes están cerca.