28 de mayo de 2010

La paradoja del cretense Epiménides y el éxito de los incompetentes

Nos desconcertamos,  con frecuencia,  cuando vemos a ciertos personajes políticos intentar desempeñar con eficacia  importantes cargos de libre designación que les vienen demasiado grandes y  para los que no están lo suficientemente preparados. Comprobamos que no existe correspondencia lógica entre la idoneidad de ese político torpe y la función que desempeña. Algo falla: o ese político promocionado no es el más capacitado  para el puesto o el puesto no debe ser ocupado por el político no capacitado. Hablamos de políticos preparados (que los hay)  y de incompetentes (que también los hay). Tenemos que recordar que tanto la incompetencia como la corrupción no son patrimonio de un solo partido político; esas cualidades son de los dones mejor repartidos: cada uno cree tener suficiente y no ansía  más. Esta anómala situación  nos recuerda la clásica paradoja del cretense, cuya versión corta puede ser la siguiente:

Afirmaba Epiménides que todos los cretenses (él mismo lo era) mentían siempre y en cualquier ocasión. Así pues, si preguntas a un hombre si es cretense, y lo fuere, te dirá que no lo es, pues siempre mienten. Si preguntas a otro que no sea cretense, te dirá, con toda la razón,  que no lo es.  Por lo cual, es imposible saber de cualquier hombre si es o no cretense; resulta vano e inútil preguntarlo e incluso plantearse la cuestión.

Si preguntas a un político incompetente  si es incompetente, te dirá que no lo es; te dirá , incluso, que se siente satisfecho de la labor que desempeña y que dice realizarla con eficacia y buenos  resultados.  Si preguntas a un político competente, (que también los hay),   si es incompetente te dirá con toda seguridad, que no lo es, que su función la realiza con eficacia y que los resultados lo avalan. De acuerdo con lo anterior, nunca sabremos cuándo un político es competente si nos atenemos  a sus respuestas, por lo que debemos examinar los resultados de sus acciones. “Por sus frutos los conoceréis”, dice el Evangelio.

Cuando el viento es favorable, los barcos de vela navegan a buena velocidad y nos es difícil saber qué parte del resultado  se debe a las fuerzas de la naturaleza, y  qué otra parte a  la acción del timonel. Cuando el viento es desfavorable apreciamos la pericia del capitán si se impone a las circunstancias y lleva el barco a puerto seguro. Eso mismo está ocurriendo con ciertos  políticos en la actual época de crisis: el vendaval les ha desnudado, y sin pudor nos muestran sus vergüenzas intelectuales carentes de consistencia y sustancia. Se nos muestran  con toda su incompetencia manifiesta y con sus contradicciones morales e ideológicas. Si tuvieran que presentarse en la plaza de la ciudad a rendir cuentas, más de uno les recordaría el cuento del “Rey desnudo” ("El traje nuevo del Emperador" de H. C. Andersen).

Circula por la red un texto adaptado a políticos del PSOE y del PP,  que tiene su origen en un anecdotario de ingenieros,  y que podríamos exponer del siguiente modo:

“Un hombre camina por la calle de un pequeño pueblo, cuando de pronto se da cuenta que encima de él hay un globo aerostático flotando. De ese globo cuelga una canasta y en esa canasta hay un señor, que le hace señas como desesperado.
Con  curiosidad, se aproxima lo más que puede y escucha con atención. Por fin, el piloto del globo logra que el aparato descienda un poco y le grita:
- "Disculpe ¿podría ayudarme? Prometí a una persona que me encontraría con él a las dos de la tarde, pero ya son las dos y treinta, y no sé dónde estoy”.
El transeúnte, con mucha cortesía le respondió:
- "Claro que puedo ayudarle!... Usted se encuentra en un globo de aire caliente, flotando a unos veinte metros encima de la Calle Real. Está a cuarenta grados de Latitud Norte y a cincuenta y ocho grados de Longitud Oeste.
El aeronauta escucha con atención, y después le pregunta con una sonrisa:
- "¿Amigo, es usted del PP?"
-  "Si señor, para servirle, pero ¿cómo lo supo?"
- "Porque todo lo que usted me ha dicho puede ser técnicamente correcto, pero esa información no me sirve de nada, y sigo perdido".
El hombre del PP se queda callado a su vez, y al final le pregunta al del globo:
- "¿Usted, no será por casualidad, del PSOE?"
- "En efecto, soy socialista. ¿Cómo lo ha averiguado?"
- "Ah! Muy fácil: Mire, usted no sabe ni dónde está ni dónde va. Hizo una promesa que no tiene ni idea de cómo cumplir,  y espera que otro le resuelva los problemas. Está exactamente tan perdido como antes de preguntarme. Pero ahora por algún extraño motivo,  resulta que la culpa es mía”.
La ficticia anécdota nos obsequia la siguiente moraleja: la incompetencia y la improvisación mueven al piloto del globo que promete lo que no puede cumplir porque no ha sabido hacer  las cuentas; pide consejo, pero ni lo entiende ni puede entenderlo, y  aunque llegara a entenderlo no lo pondría en práctica. Al  final,  endosa  la culpa de su  fracaso a quien le aconseja, o a la crisis mundial.  

Si  algún lector, tras los párrafos anteriores,  ha sacado la idea  de asociar al político con la incompetencia, he de dicirle que ni era el objetivo buscado ni es cierta la conclusión. Hay políticos que viven la política sin vivir de ella; que sirven a la acción política sin servirse de ella: son los políticos vocacionales que intentan ejercer durante una etapa de su vida. Sin embargo, hay "políticos profesionales" que ganan en el ejercicio de la vida política lo que nunca ganarían en su oficio o dedicación, y no sólo por la cuestión del dinero. Hay políticos que luchan porque los asciendan los jerifaltes de la "nomenklatura" aunque no sean apoyados por las bases  del partido,  y que pretendiendo vivir de la política toda su vida, pelean con uñas y dientes para defender el puesto que creen les corresponde a perpetuidad, sin darse cuenta de que ejercen de tapón infranqueable para otros afiliados y generaciones siguientes. Si además son incompetentes, el daño que ocasionan es incomensurable.

NOTA: Cualquier parecido con la realidad no es pura casualidad, si se nos ha venido a la mente más de un nombre.

15 comentarios:

  1. Para mi no es causalidad el parecido con la realidad. Los políticos incompetentes son demasiados, y si no miremos nuestros bolsillos

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  2. ¿Sae Zapatero dónde nos lleva? ¿Es Zapatero el del globo?

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  3. Gran verdad esa de los incompetentes: su exitencia es innegable, y su número puede ser imporante, ¿y cómo nos libramos de ellos? ¿Ponemos unas ristras de ajos y los tratamos igual que a los vampiros?

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  4. Me parece fenomenal el final del cuento ese del globo echando la culpa de su mal hacer al que le da el consejo. Cuando a Zapatero le empezaron a decir que esto no iba bien, les llamó antipatriotas y catastrofistas.

    Y ahora estamos mal por la crisis mundial, y luego será porque ellos se han adelantado y no cuentan con nosotros.

    Lo malo que tienen los incompetentes es que nunca se dan por aludidos, y creen que los incompetentes son los otros.

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  5. Mal va la democracia española con los vividores que se han aposentado en los puntos estratégicos de todos los partidos sin que nadie sea capaz de explicar el por qué.

    Mal vamos cuando los políticos preparados son eso... pre-parados. Su destino es abandonar la política por decisiones tomadas por otros dirigentes de menor valía que ellos pero que se han aupado a los puestos de decisión.

    Para centrarnos en Aranda (dado que esto son diálogos del Duero, aunque no lo parezca...) alguien nos debería librar de quienes entorpecen a los partidos en Aranda para que puedan ocupar los lugares que merecen quienes realmente valen. Los hay que son muy válidos, pero tienen que callar y tragar con lo que hay. Ya hemos visto lo que pasa al que es crítico... demasiadas veces ya...

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  6. votante interesado30 de mayo de 2010, 17:36

    Anónimo anterior:

    Creo que has trazado un buen diseño de la situación política actual, y más concretamente de la arandina. Es cierto que la democracia española está viviendo unos momentos muy delicados y dices que por los “vividores que se han aposentado en los puntos estratégicos de todos los partidos sin que nadie sea capaz de explicar el por qué”. Esa es una de las claves del problema, que son vividores situados en puntos importantes para mantener a otros vividores. Todos los conocemos y sabemos quienes son esos vividores, pero no podemos echarles los de abajo por carecer de fuerza ni pueden echarles los que están más arriba, porque se deben favores mutuos, y ambos se tienen agarrados de “puntos” aún más estratégicos.

    Cuando unos políticos “preparados” tienen que abandonar presionados por otros de menor entidad intelectual o moral el problema se agrava. Ojalá algún día los políticos sólo estén el tiempo debido para hacer política de la buena y las maletas para irse a su casa al cabo de un tiempo determinado, y antes de que les echen los siguientes.
    Dices también que para centrarnos en Aranda,” y ya que estamos en diálogos del Duero”, (te sugiero que los diálogos los podemos hacer nosotros y aprovechar este espacio que se nos brinda) que “necesitamos que alguien nos libre de los que entorpecen en los partidos políticos de Aranda”. Tengo alguna experiencia en estas situaciones y no vendrá nadie desde fuera a librarnos de estas plagas. Tenemos que ser nosotros quienes lo hagamos, y en todos los partidos hay algo semejante: los que se subieron al burro hace muchos años y no han tenido tiempo de bajarse todavía, y no lo tendrán porque viven de eso, y si se bajan se quedan sin la mamandurria.
    Los ineptos y mediocres jamás quieren a su lado a los que les puedan hacer sombra, por eso les huelen a distancia, saben que valen bastante más que ellos y no les dejan acercarse, y si se han acercado algo, les bajan antes de tiempo. Dices que eso les pasa a todos los críticos y díscolos con el sistema actual, y es verdad. Para eso son necesarias las elecciones primarias y participativas de los afiliados.

    Me siento a gusto escribiéndote en este blog en este blog, pues puedo decir lo que pienso y razonarlo. Si te animas podemos seguir el “diálogo”, y si alguien participa, mejor, lo abrimos. Ahora me toca esperar tu opinión.

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  7. Bueno, bueno...que reflexiones más interesantes los de los comentarios anteriores...si salieran de personas convencidas de lo que proponen en esos comentarios,ojalá fuera así, ! cuanto me alegraría!, pero no se por qué sospecho que puedan venir de personas que no están en algún cargo MUNICIPAL y quieren estarlo.

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  8. Yo pienso como votante interesado y no se necesita ser ni cargo municipal ni aspirar a eso para poder decir lo que se cree de la política arandina, que es lo que todos sabemos, una...
    Es más, votante interesado podría aspirar a ser cargo muncipal y decir lo mismo. ¿Sólo pueden aspirar a ser concejales los nombrados por los partidos políticos? Somos muchos los que aspiramos a votar un día con listas abiertas, y poder elegir a los que nos de la gana y no a los enchufados que nos pongan los partidos.

    Me parecen muy buenos estos últimos comentarios de todos.

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  9. votante interesado30 de mayo de 2010, 19:45

    Para anónimo de "bueno, bueno..."

    A fondo y sin miedo: fui afiliado del PP aquí en Aranda. No fui ni soy cargo municipal; ni siquiera me propusieron para eso, pues ni reunía ni reuno las virtudes que se requerían y se requiern para serlo. Se me encomendaban misiones más vulgares. Si entonces me lo hubieran propuesto, me lo hubiera pensado. Si hoy me lo llegaran a proponer, que no lo harán, lo tengo muy claro:NO, NO Y NO. No me interesa para nada ese espectáculo que están dando. No creo que les vote. Es una pena: España necesita que los mejores ayuden y colaboren, y estamos en manos de ineptos.El PP podría llegar a ganar...amigos, porque las elecciones en Aranda las tiene crudas con sus divisiones.

    Amigo anónimo, yo más bien creo que tú estás dentro del organigrama, pero yo no lo estoy, y no tengas miedo por mi parte que no te quitaré el puesto, y menos si te lo ha dado Guerra.

    De todas formas, lo más importante es que creéis que los puestos políticos son propiedad de algunos partidos y de quienes los manejan.

    Resuélveme este problema democrático: Si yo fuera ahora afiliado del PP y creyera tener tanta o más capacidad política que Guerra o su sustituto o sustituta y yo quisiera proponerme para la alcaldía de Aranda,o concejal ¿Qué tendría que hacer? ¿Tiene ahora mismo el partido algún mecanismo para elegir a los mejores, independientemente del dedo largo y oscuro? ¿Ante quién hay que inclinarse y prometer obediencia?

    Gracias, y alégrate. Por mi parte no soy un peligro para nadie, pues no aspiro a nada, pero podré decir lo que me plazca con razón.

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  10. Me parece muy bien lo de las listas abiertas para las municipales y así podremos votar a cada uno según su valía, y no tengo por qué votar a todos a la vez, porque siempre cuelan a alguien que no queremos

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  11. Anónimo Anterior31 de mayo de 2010, 10:43

    Hola Votante interesado (soy el anónimo al que contestaste el otro día)

    En mi caso yo tampoco busco entrar en el Ayuntamiento. Parece que en cuanto se señala con el dedo al emperador que va desnudo, alguien se nos pone nervioso pensando que se trata de un "quítate tú pa'ponerme yo". No es eso en absoluto.

    Me dices que tú fuiste afiliado al PP. Yo no puedo hablar de ese partido ya que no lo conozco por dentro, pero lo que sale al exterior (en concreto en Aranda) me gusta más bien poco. Conozco algún otro partido de Aranda y la situación viene a ser como la han descrito otros anónimos antes, pero no es muy diferente de cómo es la situación de los partidos en general a nivel nacional. ¿Nadie echa en falta a muchos políticos que en su día nos parecieron honrados y trabajadores y que con el paso del tiempo fueron dejando paso a otros? Otros que al principio manejaban los aparatos del partido desde la sombra pero que ahora buscan sus momentos de gloria (incluso en programas rosa de televisión, y no digo más...).

    Este país necesita muchas cosas, pero una de ellas es el sistema de listas abiertas, aunque quienes ahora bloquean el normal funcionamiento de la democracia no lo van a permitir, a no ser como un detalle meramente cosmético.

    Saludos

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  12. votante interesado31 de mayo de 2010, 18:55

    Para anónimo que saluda a “votante interesado”.

    En primer lugar quiero decirte que ya somos al menos dos los que no pretendemos entrar en la corporación municipal, pero que queremos hablar de lo que hay, porque nos interesa que nos representen personas sensatas, honradas, preparadas y comprometidas con Aranda. Y estoy seguro que esto mismo lo suscribirían miles de personas, porque es el sentir de la mayoría silenciosa que no tiene oportunidad ni lugar en el que manifestarse.

    Parece que les sienta mal a los que ya están “montados en el burro” que les critiquen sus actuaciones o que insinúen otras formas de elección, porque piensan que les pueden remover el asiento, y que es suyo, porque lo compraron con grandes inclinaciones de cabeza y obediencia ciega. Las opiniones políticas las tenemos todos, y no son para desplazar a nadie, aunque los interesados puedan sentirse amenazados.

    Si cuando uno entrara en política tuviera asegurado su medio de vida, no le importaría dedicar unos años a sus conciudadanos y volverse a su profesión. Pero cuando uno tiene que vivir de la política, se acaban los ideales y comienzan los empujones, y a vivir con la sonrisa puesta y el sapo en la boca.

    Hablas de listas abiertas y coincidimos, y añado que los políticos tienen que tener fecha de caducidad como los yogures y no estar toda la vida. Pondré un ejemplo, para mí muy meritorio. En España no existe la obligatoriedad de irse a los ciertos años, Aznar lo hizo voluntario, y eso debía ser también para Autonomias y Ayuntamientos.

    ¿Por qué a muchos políticos de alto nivel, o de bajo, como los de Aranda no se les puede echar ni con agua hirviendo cuando llevan media vida en los mismos sitios? Si el espíritu de servicio les durara tantos años sería de admirar pero no me lo creo. Si quieren servir, que lo hagan gratis y veremos cuántos quedan.

    Seguro que seguiremos hablando. A mí me gusta así, largo y tendido y con tranquilidad, y también que otros se manifestaran en contra para ver sus argumentos o sus intereses, pero no es fácil que lo expongan porque debe eser muy duro. Cuando se acerquen las municipales veremos lo que no está escrito.

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  13. Gonzalo de Berceo1 de junio de 2010, 0:10

    Mis felicitaciones a los creadores del blog por la forma de relacionar las anécdotas históricas, la literatura y la realidad. Eso se llama analogía ("relación de semejanza entre cosas distintas")y es un recurso muy utilizado por la gente que piensa y que trata de hacer más comprensible y ameno los problemas complejos de la existencia humana o de la convivencia diaria. Hablar de política es hablar de la actividad del ciudadano, tanto si es de Aranda como de Madrid. Hablar de política es exigir que nos informen en qué se gastan nuestro dinero y si saben utilizarlo correctamente. Hablar de política es votar a unos representantes (por desgracia en listas cerradas o casi cerradas como para el senado)para que continúen "resolviendo problemas", si nos gusta cómo lo hacen, o para cambiarlos por otros que, quizás, lo hagan mejor. No nos dejemos engañar por cantos de sirenas que nos atraen con promesas electorales. Comprobemos qué es lo que han hecho y cómo. Permítanme que refresque una cita del poeta que utilizo como nombre virtual:

    Caballeros y amigos, lo que expresado habemos
    es oscura palabra, aclararla queremos.
    Quitemos la corteza, al meollo lleguemos,
    cojamos lo de dentro, lo de fuera dejemos.

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  14. Coincido con Gonzalo de Berceo. Entro con frecuencia en este blog y lo hago porque me gusta, sencillamente porque me gusta. Los temas que se tratan son intersantes y muy originales. Y además tienen calidad. Los comentarios que hacen los lectores son respetuosos, no tienen insultos y se pueden exponer nuestras opiniones en profundidad. Y estoy muy de acuerdo con lo que dice Berceo sobre la actividad política, porque es parte de nuestra vida y nos movemos con lo que nos hacen los que se dedican a ella. Por eso debemos tener un control sobre lo que prometen y sobre lo que luego hacen.

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  15. Cada vez que el lector “Gonzalo de Berceo” nos visita nos deja una perla, y hoy lo ha hecho por duplicado: esos preciosos versos alejandrinos finales, muy propios del Mester de Clerecía, con su llamada a lo fundamental, y sus reflexiones sobre la actividad política y sus repercusiones en la vida cotidiana de los españoles de a pie.

    Coincido plenamente en que los ciudadanos tenemos la obligación y el deber de exigir cuentas de sus acciones a los políticos, y no solamente cuando acaba una legislatura (municipal, autonómica o nacional). Si somos ciudadanos maduros debemos involucrarnos en esa tarea, y aunque los representantes en las instituciones lo hagan muy directamente, los demás, que somos los representados, podemos dar nuestra conformidad y exigir que se cumplan las promesas por las cuales nos pidieron nuestro voto y nosotros se lo dimos.

    Aristóteles definía al hombre como animal político consustancial a su ser, y así debemos seguir considerándolo. "…Según esto es, pues, evidente, que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político o social; [....]
    Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado." (Política, 1253a)

    Es cierto que nuestros parlamentarios actuales, a diferencia de aquellos procuradores en las cortes castellanas, no están sujetos a mandato imperativo y es ése uno de sus privilegios, pero podemos exigir que cumplan sus promesas, y de lo contrario, si por incapacidad, incompetencia o falta de voluntad no lo hacen, incumplen con su parte del contrato, por lo que deben abandonar su cometido, por dignidad suya y nuestra.

    Sobre las listas abiertas opino exactamente lo mismo, y en el ámbito municipal puede ser una buena solución: es más fácil conocerse. Algún día trataremos en profundidad este sugerente tema abierto.

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