19 de febrero de 2011

Lo que de verdad Einstein contó a Zapatero de la crisis (II de III)

 Repasemos ahora el artículo de Luis María Anson publicado en El Mundo (6-01-11), con el texto citado y atribuido a Einstein, ya comentado en la entrada anterior:
  (Hacer click dentro del artículo para agrandarlo)
 ¿Es realmente de Einstein? Si Anson hubiera citado las fuentes podríamos contrastarlo fácilmente, pero así no podemos ni afirmarlo ni negarlo con rotundidad, aunque tenemos datos que  nos alejan de su autoría. Es una pena que periodistas de tanto renombre se fíen de textos que circulan por la red sin molestarse en rastrear  su origen. ¿Es todo inventado en ese texto? Tampoco, pues la primera frase "No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo” se le atribuye a Einstein con formatos diversos como “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

En cambio sí podemos saber con certeza lo que A. Einstein  pensaba de “la crisis económica mundial”  allá por los años treinta del siglo pasado, pues de ello escribió y está recogido en un ensayo cuyo título original en alemán es “Mein Weltbild, y la versión en castellano que he podido leer y  manejar  se titula  “Mi visión del Mundo”, de la Ed. Círculo de Lectores, cedida por Tusquets Editores.

A continuación se exponen algunos párrafos entresacados de esa obra para compararlos con la cita de Luis María Anson:

“Reflexiones sobre la crisis económica mundial".
 Si algo puede animar al lego en materia económica a reunir el valor necesario para dar su opinión sobre la esencia de las dificultades angustiosas del presente, es el descorazonante caos que se advierte en las opiniones de los expertos. Nada diré de nuevo. Sólo la opinión de un hombre independiente y honrado que desea el bienestar de la humanidad y…
Por lo que puedo ver, esta crisis no se parece a las anteriores; surge de hechos totalmente nuevos, que a su vez emanan del progreso velocísimo alcanzado por los medios de producción. En una economía de libre mercado ello conduce obligadamente a un incremento del paro obrero, porque en tal tipo de economía gran parte de los trabajadores se ve constreñida a trabajar por un salario que le permita cubrir sus necesidades básicas; no analizaremos ahora las causas. Y de dos fábricas, producirá artículos más baratos aquella que funcione con la menor cantidad posible de obreros, que a su vez trabajen con la mayor intensidad que la técnica permita. O sea que hay empleo para una parte sola de la población obrera. Y mientras unos trabajan demasiado, otros quedan fuera del proceso de producción. Con lo cual menguan la venta y la rentabilidad, quiebran las empresas, aumenta el desempleo, las empresas pierden credibilidad ante los bancos, sigue la insolvencia, el retiro de ahorros y por fin la paralización de la industria. (pag. 91-92).
La solución más sencilla, pero también más arriesgada, es adoptar una economía planificada. O sea lo que intenta en esencia la Rusia de hoy. Sólo el tiempo revelará si es un sistema que dé resultado. ¿Puede ser más alta la producción en una economía planificada que en una que dé libertades a la iniciativa privada? ¿Es factible tal sistema sin el terror que aquellos gobernantes practican hasta hoy? Un sistema tan rígido y centralizado ¿no cerrará las puertas a posibles innovaciones beneficiosas? Son interrogantes que debemos procurar no se transformen en prejuicios que impidan una apreciación objetiva. Yo creo personalmente que son mejores los sistemas cuanto más respeten las tradiciones y las costumbres. Y creo también que una brusca nacionalización de la industria no puede favorecer a la producción. (Pág. 93)

Según mi parecer, los medios naturales para combatir las actuales circunstancias son los siguientes:
1. Reducción del horario de trabajo semanal, unida a la fijación de un salario mínimo que regule el poder adquisitivo en relación con la producción de bienes.
2. Regulación de la cantidad de dinero en circulación y del volumen crediticio, así como mantenimiento de los precios medios de los artículos.
3. Establecer legalmente un tope en el precio de los artículos producidos por un sector monopolizado. (Página 95).

Producción y trabajo. Contestación a una encuesta.Los inconvenientes de una libertad ilimitada en el mercado de trabajo se vinculan con los adelantos extraordinarios de los métodos de producción. Para fabricar lo imprescindible, no es necesario emplear a todos los trabajadores disponibles. Con ello se da la consecuencia de mayor paro, de competencia malsana entre los asalariados y, como agregado, la disminución del poder adquisitivo y una asfixia insoportable de todo el circuito vital de la economía. Sé que los economistas liberales opinan que el aumento de las posibilidades compensa cualquier ahorro de mano de obra. Yo no lo creo. En primer lugar, porque aunque fuera cierto, esos factores conducirían a que una parte importante de la humanidad viera rebajado su nivel de vida en forma artificial. (Página 95)

El egoísmo y la competencia siguen siendo (¡por desgracia!) fuerzas más poderosas que el altruismo y el sentido del deber. En Rusia no es posible obtener ni siquiera un buen trozo de pan. Quizá sea algo pesimista, pero no espero resultados muy buenos de las empresas nacionalizadas. La burocracia es la muerte de todo rendimiento. He visto demasiadas cosas tremendas, incluso en la relativamente ejemplar Suiza.

Me inclino a creer que el Estado puede beneficiar al proceso productivo sólo si actúa como factor regulador. Tiene que ocuparse en asegurar que la competencia entre las fuerzas del trabajo se mueva sobre bases humanas, en asegurar una educación sólida a todos los niños, en garantizar salarios lo suficientemente altos como para que los productos puedan ser adquiridos. Tal función reguladora puede ser decisiva si sus medidas de control pasan por las manos de especialistas políticamente independientes. (Página 96)


La versión inglesa del ensayo se titula  “The World as I see it”, del que transcribiré sólo el  primer párrafo correspondiente al citado en español:

“Thoughts on the World Economic Crisis"
If there is one thing that can give a layman in the sphere of economics the courage to express an opinion on the nature of the alarming economic difficulties of the present day, it is the hopeless confusion of opinions among the experts. What I have to say is nothing new and does not pretend to be anything more than the opinion of an independent and honest man who
As I see it, this crisis differs in character from past crises in that it is based on an entirely new set of conditions, due to rapid progress in methods of production…” (page 49)

¿Se parecen estos textos a los que Anson exponía en su artículo? Absolutamente en nada. En la próxima entrada veremos lo que Einstein contó a Zapatero de la crisis, y lo que Rubalcaba divulgó y  calló.

7 comentarios:

  1. Ese texto en azul con cita de página y de obra si que me parece de Albert Einstein porque es el método de un intelectual como él, que observa la realidad, la examina, la disecciona, la analiza y nos da su opinión razonada. Eso si que es la crisis verdadera y yo me creo que de eso habló y no de esos versos de color de rosa que nos pone el periodista Ansón para animarnos en época de crisis. A mi me parece que esas palabras del periodista se las ha escrito Zapatero o alguien del gobierno y si viviera Corin Tellado podían ser de ella pero no de Einstein. Eso es lo que pienso y comparando se ve mejor todavía.

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  2. Buena explicacion la de anónimo. de acuerdo con ella. Me parece creible de Eisntein lo que se pone de su libro y no lo que dice Ansón en El Mundo.

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  3. La crisis es una cosa muy mala y nadie la quiere ver ni en pintura ni de lejos y menos de cerca, por eso Zparo dijo que ni teniamos ni ibamos a tener en España y que eran antipatriotas los que hablaban de ella. y dos años después estamos de crisis y de quien la invento hasta los mismisimos

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  4. No os preocupe la crisis de España que peores las hemos tenido y nos han sacado. Además contamos con el Gran Timonel de las Reformas, el Gran ZP, que da por perdidas las elecciones de mayo pero en 2012 remonta el vuelo, promete el oro y el moro y ootros, los españoles olvidan y otros cuatro años mas, y a tirarnos de los pelos

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  5. Yo mismo leí ese artículo publicado de Luis María Anson en El Mundo y fue relajante por la ilusión que nos daba. Me creí perfectamente que pertenecía al sabio alemán y no lo dudé ni por un minuto. No fuí nada crítico y me lo tragué pues la mayoría de las veces tenemos pereza mental para pensar en otra cosa que la que nos ponen delante. Hoy domingo después de leerlo veo claro que no parece de Einstein y de que alguien se lo ha inventado.

    Y ahora va la segunda parte, también interesante. Hace un par de días uno que firmaba como Anónimo dijo en un comentario. “¿por que siempre hay opiniones echando flores al que gestiona el blog?” Pues bien, aqui va mi explicación…

    He buscado en Google algo sobre Einstein y la crisis y la mayoria por no decir todas las referencias repiten la misma historia que Anson por lo que uno va copiando a otro sin mas. Repitien y copian el texto y dicen que es de Eisntein, con algun pequeño o mejor comentario

    Cuando veo que alguien se sale de las normas convierte en un transgresor y cuando se atreve a contradecir a un periodista tan famoso se expone a hacer el ridículo o a demostrar que en Internet y en la vida misma podemos ser borreguitos o arriesgarnos a expresar el pensamiento libre apoyado en razonamientos y estudios. Eso es lo meritorio del administrador del blog, equivocado o acertado, intentar salirse del aro común y apuntar crítica constructiva propia y dejar su sello.

    Esa no es mi flor, que es la suya y merecida y es mi contestación. Saludos a todos los blogueros.

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  6. Eso es lo que hacen muchos de los que se tienen por intelectuales , y mas todavia los de la ceja, que uno copia al otro y lo repite y así cada vez más sin pararse a pensar y a juzgar lo que dicen o lo que repiten como papagayos.

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  7. Mas juicio critico y menos borreguismo serían la solución de muchos problemas que tenemos en España y en los partidos polticos. Los jefes politicos prefieren hooligans a personas que piensen y que les lleven la contraria, y así nos va y así de bien les va a ellos.

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