El Presidente Zapatero, de acuerdo con las competencias que tiene asignadas en exclusiva a su cargo, ha decido adelantar las alecciones al próximo día 20 de noviembre, y para ello disolverá las Cortes en la fecha precisa. Ahora que su estrella se apaga y que ni repetirá ni se presentará a diputado todos podremos hacer un análisis de su trayectoria, cada cual con su propia visión personal.
No le resultará ofensivo a su persona decir que en estos años no ha brillado por un alto nivel intelectual ni cultural, que poco tiempo le duraron el “talante” sin talento y la "credibilidad", que es difícil tomarle en serio porque no lo es, y que da la sensación de estar envuelto por un cascarón de buenismo y optimismo que encubren su incompetencia manifiesta. A medida que se ha ido incrementando la crisis, se ha hecho más patente el repudio y el hartazgo de su acción.
Para su evaluación, ahora que termina su carrera, emplearé un doble sistema: la ironía de un poeta critico con su actuación y los datos incuestionables de los hechos.
Para su evaluación, ahora que termina su carrera, emplearé un doble sistema: la ironía de un poeta critico con su actuación y los datos incuestionables de los hechos.
Zapatero llegó al poder en marzo de 2004, tras el atentado del 11-M, del que aún quedan demasiadas dudas razonables. Heredó del PP una situación económica inmensamente mejor que la que el PSOE dejó en 1996. Los primeros años, con la caja llena y los vientos favorables, mantuvo el tipo en las finanzas, aunque su gestión política no fue del agrado de todos. Así, en febrero de 2006, el poeta Fray Josepho pidió su dimisión con unos versos, aunque con poco éxito:
"Has cambalacheado el Estatuto
y aún juegas con él al escondite.
No puedes prorrogarte ni un minuto:
no sigas siendo frívolo y dimite.
Con déspotas, caudillos y tiranos
te montas un estúpido convite
de socios antinorteamericanos...
No seas más patético y dimite.
Has consentido infamias a Marruecos
y nuestro honor no se te da un ardite
para tus alianzas y embelecos...
No sigas siendo pánfilo y dimite.
Con una tregua, anhelas que la ETA
el triunfo electoral te facilite.
Como no hay tregua, pillas la rabieta...
No sigas siendo histérico y dimite.
Has hablado de paz y de esperanza...
para que la serpiente resucite.
Y la antiespaña crece y se afianza:
no sigas siendo pérfido y dimite.
No eres tú, sino España la que arriesga:
te nos jugaste a todos en tu envite,
pero tu expectativa se te "sesga",
no sigas siendo hipócrita y dimite.
Pero es que, en fin, te pegas a tu cargo
más que con Supergén o con Loctite.
No vas a hacerme caso y, sin embargo,
voy a seguir gritándote: ¡dimite!"
Volvió a ganar las elecciones de 2008 por mayoría simple, cerrando los ojos ante la crisis que otros contemplaban (debate Solbes-Pizarro) y prometiendo medidas populistas (400€, cheque bebé,..) que poco tiempo duraron, pero fueron fructíferas en votos. Zapatero siguió negando la crisis real, y cuando ya no pudo más, se refirió a ella como la mayor de la historia jamás vivida, intentando superarla con medidas carentes de efectos benignos, como los mal imitados keynesianos “Planes E”.
(Izda. Gobierno IX Legislatura, ..)
Cuando se vio obligado a emprender reformas por mandato exterior, recurrió a la bajada del sueldo de los funcionarios, a la congelación de las pensiones, y a la subida de los impuestos, IVA incluido. Hoy seguimos en un túnel, sin luz y sin salida, dando palos de ciego, merced a la incompetencia de Zapatero y de sus colaboradores, tan responsables como él en el desaguisado que deja, pues la acción de gobierno y de partido es conjunta.
Y así, a su controvertida acción política, con leyes polémicas, se unió la pésima gestión económica. Aunque desde su partido se anunció una “gran con junción planetaria” (Obama-ZP), todo quedó en un ridículo parto de los montes del que su autora ¿intelectual? ni se acuerda...En cambio, las que se unieron fueron voces y más voces pidiendo la dimisión de ZP. En el caso concreto de Fray Josepho (10 de mayo de 2010) empleó la táctica inversa para solicitarlo, por si Zapatero, amigo de llevar la contraria, picaba el anzuelo…
Aunque hayas, por sectario, reavivado
los odios inciviles y cainitas
de nuestras cicatrices del pasado...
tú sigue en tu poltrona y no dimitas.
Aunque de tu sistema de enseñanza
cultura y disciplina estén proscritas
y ofrezcas a los jóvenes la holganza...
tú sigue con tu cargo y no dimitas.
Aunque hayas sobornado a sindicatos
y coman de tu mano –¡pitas, pitas...!–
los trepas más siniestros y zocatos...
tú sigue en la Moncloa y no dimitas.
Aunque hayas promovido la cizaña
y un Estatut de fobias tripartitas
con que romper la médula de España...
tú sigue tu mandato y no dimitas.
Aunque nos hayas frito con impuestos
y no se sepa ya lo que nos quitas
para tus demenciales presupuestos...
tú sigue, por favor, y no dimitas.
Aunque hayas, con la crisis, naufragado
a impulsos de talante y sonrisitas,
y el paro esté creciendo desbocado...
tú sigue sin moverte y no dimitas.
Y en fin, aunque revientes y contigo
reviente la nación en la que habitas,
no muestres tu flaqueza al enemigo...
¡Tú sigue, José Luis, y no dimitas!
Zapatero tampoco dimitió…Un mes después (24 de mayo de 2010), nuestro poeta le dirigió un soneto muy sentido, que seguro fue del agrado del Presidente, pidiéndole perdón y prometiendo propósito de la enmienda a cambio de que él le correspondiese con un sencillo gesto y un favor, por su bien y el de todos:
Perdóname, Zapatero.
Te he dado mucha caña, presidente,
y ahora reflexiono y me arrepiento.
He sido vejatorio, virulento,
malévolo, mordaz y maldiciente.
He estado despectivo e insolente,
te he dirigido mofas y lo siento.
Perdona mi cruel desabrimiento
y acepta mis disculpas, francamente.
Jamás fustigaré tu incompetencia,
tu impúdica doblez, tu negligencia
ni tu actitud estólida y amorfa.
Ya nunca más mi péndola monástica
será ni venenosa ni sarcástica.
Pero haz algo por mí: ¡dimite, porfa!
Y Zapatero, sin darse por aludido, ni dimitía ni adelantaba elecciones…
