Salió de marcha y terminó en comisaría (II de III).

"Ex abundantia cordis, os loquitur..."

Don Casimiro Curbelo, senador  por La Gomera (ya ha presentado la renuncia) y Presidente del Cabildo de la misma isla, después de asistir a la última sesión de la Cámara Alta, celebró en una marisquería de Retiro la finalización de la carrera de su hijo Adays, en compañía del recién titulado y de su  amigo  Francisco Javier.

No se sabe si acabada la cena anduvieron de copas o no,  por distintos establecimientos madrileños. Lo que sí consta es que aparecieron  en una “sauna” o "club",  de nombre “Gola",  en la zona de Azca de Madrid.

Un camarero del club (de alterne) confirmó en su declaración que los Curbelo y  acompañante llegaron hacia las tres de la mañana, con actitud "agresiva, grosera y chulesca", que se metieron en  un reservado con varias “señoritas” y que oyó al senador decir: ”Yo me meo en las putas, yo no pago a las putas”. Se montó una bronca y un altercado, rompieron una mesa y una mampara y fueron  echados, por indeseables,  del “local de masajes”.

Enfadados por la expulsión,  se dirigieron a la cercana comisaría para que "la policía interviniera, ya que les habían maltratado y Casimiro Curbelo era un padre de la patria, era  un senador". Los policías pidieron que se identificara y él se negó. Les indicaron los pasos a seguir para denunciar la presunta agresión sufrida en la sauna “Gola”, pero ellos no usaron la recomendación.

Según la policía, «Estas tres personas presentan un evidente estado de embriaguez, dificultad en el habla, boca pastosa, ojos vidriosos, pupilas dilatadas, halitosis etílica y un estado de excitación consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas». 

A partir de  este momento, los policías, además de recibir algunos puñetazos de los tres exaltados "gomeros", tuvieron que escuchar frases insultantes:

-  «Soy senador y vosotros más que policías sois unos terroristas, unos borrachos. No sabéis con quién estáis tratando, soy del Senado, voy a acabar con vuestras carreras».  

-  «Vosotros sois policías y estáis para atender a los ciudadanos y no queréis atender una agresión», espeta el senador.

-   El hijo del parlamentario «con ánimo amenazante»: «Tú eres un “pringao” y estás hablando con un senador, no me des la espalda. Te vamos a denunciar por abuso de autoridad».

-   Tras propinar un puñetazo a un policía se detiene al hijo del senador, quien dice: «Esto es un abuso; os voy a denunciar por detención ilegal, sois unos terroristas, borrachos, hijos de puta, sinvergüenzas, soy senador y voy a ir uno a uno a por vosotros. Voy a acabar con vuestras carreras, que estáis pagados por los putos fachas del PP; sois unos putos vendidos».

- Antes de ser trasladados a comisaría el presidente del Cabildo de La Gomera desafía a los policías y arroja su teléfono móvil al suelo: «Lo habéis roto vosotros, os vais a enterar»,

-  El atestado no tiene desperdicio: «Tu cara no la voy a olvidar en la vida, ni tu familia de Ceuta, que eres un moro», «¿No conoces a nadie que puede envenenar el asunto? —pregunta a su padre. Todos estos hijos de puta se van a enterar. Vuestro sueldo lo paga el puticlub. Esto es una trama urdida por el Partido Popular».

- "Me voy a dedicar el resto de mi vida a arruinaros la vida, os deseo a todos los policías que estáis que os muráis todos de cáncer [...]"

- "Os voy a denunciar por detención ilegal". "Sois unos terroristas, os vais a cagar". "Soy senador y no me podéis hacer nada, hijos de puta, putos borrachos de mierda, vendidos".

- "Tu cara no la voy a olvidar en la vida, ni tú la mía, ni tu familia de Ceuta, que tú eres moro".  "sois unos terroristas, me quedo con vuestras caras y voy a arruniar vuestras carreras, soy senador y voy a tener el mejor abogado del mundo, os voy a hacer la vida imposible".

- "A todos los policías que estáis que os muráis todos de cáncer y yo veré con mis ojos cómo se mueren todos vuestros putos hijos".

-  "Fachas de mierda, maricones, hijos de la gran puta, borrachos, abusadores, os habéis arruinado la vida por detenernos".  "Lo que más me jode es que me haya detenido un puto moro de mierda, que es gangoso y que se vaya con su puta familia a Ceuta".

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¿Qué dice el señor senador de todo esto?:

“La Policía le tiró, le rompió las gafas, el móvil y le esposó”. Negó que insultara ni agrediera a ningún policía y que el "único agredido, maltratado y humillado" fue él; que la "tesis del erotismo y las saunas" son mentiras,  que el origen de los hechos está en la denuncia que su hijo quiso  poner ante la Policía Nacional por el maltrato recibido en un local de ocio de la calle Orense, y que el PP y sus medios afines han hecho de este "incidente lamentable que le puede ocurrir a cualquiera" un problema nacional de forma "vil y descarada". El PP ha solicitado su dimisión y Curbelo dijo que "ese placer y satisfacción solo se lo darán las urnas", porque su partido en Canarias le ha arropado.

La portavoz socialista en el Senado, Carmela Silva, ha pedido a los populares que "no se lancen como buitres contra Curbelo sin conocer la versión oficial de lo ocurrido". "Si se demuestra alguna acusación contra él, el PSOE actuará en consecuencia sin que lo tenga que pedir el PP", ha añadido.Curbelo posee una larga trayectoria politica en elaprtido socialista., que en parte se le ha trucado.

Personalmente no me importa si Casimiro Curbelo va mucho, poco o nada de saunas, ni si le gustan los placeres de Baco y esa fue una borrachera  ocasional, fruto de una celebración. Lo que ha demostrado con con su actitud es que se ha emborrachado de poder y de soberbia. ¿Cuándo traspasó este personaje  público esa tenue línea roja que separa la dignidad del deshonor? ¿En qué momento inició su deshonra personal y la humillación ajena, insultando y vejando a las mujeres del club y a los policías, valiéndose para ello de su privilegiada posición política? Un hombre como éste ni puede representarnos ni puede legislar por nosotros ni para nosotros, pues  nos colocaría a su mismo nivel de abyección y miseria humana en el que él solo se ha precipitado.

No le vendría nada mal al señor Curbelo recordar sus años de profesor y  examinarse de su comportamiento, preguntarse cómo le vemos y percibimos  los demás, poner enmienda a esa borrachera de prepotencia que lleva dentro,  higienizarse la boca con el estropajo de la humildad, reflexionar sobre el dicho romano: “Ex abundantia cordis, os loquitur…” (De la abundancia del corazón habla la boca, que  dice lo que el corazón siente en exceso) y no volver a mencionar  que  fue un Senador de España.