Los amigos se prestan “La máquina de volver calcetines”

 El próximo día 30 de enero se celebrará un  importante Consejo Europeo, en el que puede determinarse una efectiva unión económica y fiscal de los socios de la UE, sin el consentimiento de Londres, y con la supervisión de Alemania. Será entonces el momento de analizar y criticar la actuación del nuevo gobierno de España. Lo que no tenía sentido entonces, y se hizo,  fue criticar los movimientos de Rajoy antes de emprenderlos.

Hace algunos días publiqué unas notas sobre ese artilugio de divulgación que tan bien saben manejar y prestarse  los amigos. Ellos saben que desde el bando adversario, el PP,  siempre  en estado permanente de acomplejamiento sin causa, van a recibir escasa o nula contestación. Como el caso que hoy nos ocupa era difícil de manosearlo desde el Gobierno en funciones o desde el partido que lo sustentaba, parece que se lo encomendaron a la prensa amiga, sin importarales que otro periodismo descubriera el pastel.

Así, “El Mundo” decía: “Encuentro para salvar el euro. El Partido Popular critica la negociación de Zapatero en la cumbre de la UE. Reprocha su 'debilidad' al no lograr para España el mismo poder de los grandes. Las fuentes consultadas aseguran que el nuevo Gobierno 'se hará respetar'”

“En el Partido Popular han reaccionado con malestar a la última negociación del presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, en Bruselas. "Ha actuado con debilidad", afirmaron fuentes del PP a ELMUNDO.es, tras conocer que España no tendrá finalmente en el nuevo fondo europeo de rescate la misma cuota de poder que Alemania, Francia e Italia.
Según el comunicado oficial del Eurogrupo, para poder bloquear cualquier iniciativa del nuevo fondo será necesario tener un 15% de los votos en el nuevo mecanismo, un porcentaje sólo al alcance, por separado, de cualquiera de esos tres países.
Para evitarlo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió a Zapatero que negociara reducir ese umbral de bloqueo al 10%, lo que confería a España el mismo derecho de los grandes. España representa en la Eurozona un 11,5% del total. Pero el presidente en funciones no lo ha conseguido”.

El periódico “La Razón”,  por su parte, señalaba: “Zapatero no logra el veto para España en el fondo de rescate” :

"…El nuevo jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, pidió a Zapatero que defendiera ante sus colegas europeos la necesidad de elevar este límite hasta el 90%, para que España también pudiera controlar el proceso.
Las reclamaciones españolas cayeron en oídos sordos en una cumbre de mucha tensión. El líder socialista explicó en la rueda de prensa posterior al encuentro que propuso en dos ocasiones al resto de los homólogos europeos la propuesta popular".

Hasta  “La Vanguardia” comunicaba: “El pacto de hierro europeo tiende los raíles del mandato de Rajoy. Zapatero no consigue que España tenga poder de veto en el grupo de decisión”

"España no ha conseguido formar parte del grupo de países con derecho de veto en el futuro fondo de rescate permanente; …El nuevo primer ministro italiano Mario Monti –denostado como tecnócrata y agente encubierto de la banca Goldman Sachs por las redes del nuevo populismo de izquierdas– ha sido uno de los referentes de la reunión de Bruselas. Los economistas Mario Draghi y Mario Monti, exponentes del alto nivel de competencia de la élite profesoral italiana, son dos piezas importantes del nuevo tablero. Un reto más para el nuevo equipo gubernamental español, que Rajoy prepara con gran secreto".

La aprensa amiga de izquierdas vio, o quiso ver, el espectáculo con otros ojos y otras miras. El diario “Público” le dirigía el primer reproche de un fracaso al futuro presidente, “Rajoy recibe su primer revés en la UE. Fracasa en su intento de lograr que España tenga derecho de bloqueo en el nuevo mecanismo de estabilidad”

  "El estreno de Mariano Rajoy en Europa ha dejado al PP un sabor agridulce. Tal y como pretendía, no ha podido colgarse la medalla de lograr que España tenga derecho de bloqueo en el nuevo mecanismo europeo de estabilidad. Su idea era que hiciese falta un 90%, y no un 85%, de los votos de los países de la eurozona para activar un nuevo fondo de rescate".

Y “El País” esgrimía la misma tesis: “Fracasa la petición de Rajoy sobre el derecho de veto en el fondo de rescate. El uso del mecanismo podrá ser bloqueado con el 85% de los votos. España tendría capacidad de frenarlo si las decisiones se tomarán con el 90% de apoyos”.

"Llegó tarde y no pudo ser. Una de las peticiones puestas ayer sobre la mesa europea por España, la primera demanda de Mariano Rajoy como futuro presidente del Gobierno, no ha tenido el éxito que pretendía. El líder del PP, con el apoyo en el Consejo Europeo del aún jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, planteó durante las entrevistas que mantuvo en Marsella, donde se celebró el Partido Popular Europeo, que España tuviera poder de veto en el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Con estos dos últimos titulares, el lector podrá llegar a percibir el fracaso de Rajoy en Europa en sus negociaciones con los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro, debido a la debilidad de su  argumento o a su escasa capacidad de negociación de lo solicitado".

Pero en estas informaciones de “Público” y “El País” existe un serio problema en su ambigua exposición, y es que Mariano Rajoy ni negoció ni estuvo presente en la negociación,  por la sencilla razón de que no era entonces  Presidente de Gobierno, ni siquiera “electo”…

Siempre nos quedará la duda de saber si Rajoy hubiera sido capaz de conseguir lo que Zapatero no logró, por las razones que fueren. ¿Consiguió Aznar cierto poder  para los españoles en Europa del que hoy no disponemos?

No era preciso que la prensa amiga de Zapatero clavara unas banderilla en las pretensiones del futuro Presidente, sin adjudicar ni un atisbo de fracaso a quien realmente negoció. Hubiera resultado mucho más imparcial e independiente contar lo sucedido. Y si aún hubieran explicado el lamentable estado de postración con el que España acude a negociar, sus causas y las circunstancias del negociador español, se entendería mejor la hsiitoria anunciado de un  fracaso, cuando menos compartido.

Pero lo importante era manejar “la máquina de volver calcetines”, porque siempre queda algo,  y adjudicar el fracaso de una negociación a quien ni siquiera pudo estar presente. Una vez más y un calcetín  vuelto más, que no será el último. ¿Cuántas vueltas se dará al clacetín después del 30 de Enero? Atentos, que ya están engrasando la maquinita.