7 de junio de 2012

¿Son los funcionarios una clase privilegiada de ciudadanos?

Creen muchos españoles que los funcionarios forman una casta privilegiada en las  épocas boyantes de crecimiento económico y aún más en las crisis. 

Creen que su número excesivo contribuye al despilfarro,   y que la reducción tanto de sus sueldos como de las plantillas supone un alivio para las arcas públicas, dada la rapidez y  la facilidad para conseguir los objetivos propuestos.

 Creen que la estabilidad y seguridad en el puesto de trabajo  debería conllevar la posibilidad de despidos,  en equiparación a los trabajadores de una  empresa privada.

Creen que todos los que están en la Administración -local, provincial, autonómica, general- son funcionarios.

Creen que además del sueldo y seguridad, disfrutan  de un sistema sanitario mejor que el SNS, por su posibilidad de elección.

Creen, en fin, demasiadas cosas que no son verdad…y sin embargo…

Ignoran, con frecuencia,  que los funcionarios de carrera han accedido al cuerpo correspondiente de la Administración mediante oposición libre que suelen ganar los más capacitados. El acceso a la oposición es libre para cuantos cumplan los requisitos requeridos al puesto.

Ignoran que los sueldos han sufrido congelaciones e inclusos reducciones hasta de que quien tanto proclama su amor por lo público.

Ignoran que la consecución de un puesto  definitivo de trabajo llega tras otros provisionales en lugares poco deseados, con incómodos traslados.

Ignoran que los funcionarios tienen el sistema de salud que les concede la Administración  a la que sirven, y que sus jubilados pagan un 30% de las medicinas consumidas.

Ignoran que los funcionarios carecen de indemnización en caso de despido, y de prestaciones por desempleo.

Ignoran que la baja productividad achacada a los funcionarios no se debe a las características personales sino a la estructura y maquinaria administrativa impuestas por los políticos de turno,  que restan eficacia, agilidad y funcionalidad.

Y confunden,  demasiadas veces,  que funcionarios de carrera son todos aquellos enchufados por políticos interesados en destinos creados para ellos y para los que carecen de la formación adecuadas.

Sirvan estas reflexiones como prólogo a la próxima  publicación de una carta abierta de un funcionario “indignado”, con la que se podrá estar o no de  acuerdo, a la que unos juzgarán acertada y otros,  demasiado radical. Lo importante es el análisis de las opiniones tanto de los que están dentro y  fuera  y la comparten, como de aquellos que estando en las mismas posiciones no lo hacen.

4 comentarios:

  1. Todos critican a los funcionarios y muchos lo quieren ser. ¿Por que será?

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  2. Jaja, que no hay privilegios para los funcionarios jaja ¿y los moscosos que no se citan?

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  3. A los funcionarios les han bajado el sueldo y se lo han congelado unas cuantas veces sin tener ellos la culpa del desastre. ¿Por qué no hacen devolver lo que se han llevado de más los jefes de las Cajas de Ahorros en bancarrota y bajan el sueldo a sus empleados que entre todos si que han hecho el desastre y nos lo hacen pagar a todos, a los funcionarios y a los que no lo somos?

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  4. Las únicas clases privilegiadas A EXTERMINAR son los políticos y la oligarquía que los maneja: financieros y ladrilleros.

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