Cuenta Bertolt Brecht en “Historias de Almanaque” una curiosa anécdota sobre “El funcionario indispensable” que transmite una fina y feroz crítica contra todos aquellos que se perpetúan en el cargo valiéndose de rebuscadas y viles artimañas:
“El señor Keuner oyó unos comentarios elogiosos a propósito de un funcionario que tenía ya bastante antigüedad en su cargo y del que se decía que, por su eficacia, resultaba indispensable.- ¿Qué significa eso de que es indispensable? — preguntó el señor Keuner irritado.- El servicio no funcionaría sin él — explicaron quienes le habían ensalzado.- ¿Cómo puede ser un buen funcionario si el servicio no funciona sin él? —preguntó el señor Keuner. Ha tenido tiempo más que suficiente para organizar el servicio de tal forma que su persona no sea indispensable. ¿En qué ocupa entonces su tiempo? Yo mismo os lo diré: ¡en hacer chantaje!”
En el mismo instante en el que alguien se hace el “indispensable” se le debería relegar para evitar daños futuros a la organización a la que aparenta servir y de la que personalmente se sirve. Si alguien no es capaz de crear equipos que continúen la obra cuando no esté el “indispensable”, más que eso será un vulgar “reemplazable” que no ha llegado a considerar que las instituciones sobrepasan a los individuos.
Parece ser que Cándido Méndez, tras diecinueve años al frente de la UGT a la que llegó en 1994, pretende seguir otros cuatro más, y dice sentirse con “ganas y energía para liderarla”. Quiere presentarse a la reelección el próximo mes de abril, sin percatarse de que su sindicato ha perdido influencia entre los españoles por su distinto proceder según el partido del Gobierno de que se trate. Durante su largo mandato ha coincidido con tres líderes sindicales de CCOO, un auténtico ofertón sindical de 3X1, con posibilidades de aumento.
A pesar de sus intenciones de continuar, manifiesta “que sus compañeros deben tener la claridad de que debe y puede ser la mejor opción”. Mal debe estar de cantera y de banquillo su sindicato si le vuelve a nombrar para otro cuatrienio, lo que indica nula promoción de nuevos sindicalistas y de ideas más actuales que sustituyan nomenclaturas y las luchas de clases del siglo pasado.
El enfrentamiento constante con un Gobierno y el compadreo con el otro no otorgan carisma a un líder sindical, ni el sindicato tendrá futuro mientras no cambie subvención por cuota de afiliado para su mantenimiento. Eso será lo que le dé libertad de acción en lugar de sometimiento a quien le financia. El problema no es que Méndez crea ser el “funcionario indispensable” de Brecht que garantiza a sus camaradas comportamientos desiguales y magras aportaciones del erario, sino que quienes pueden elegirle sin buscar otra alternativa para lo uno y para lo otro piensen que es "imprescindible".
Muchos de los que aborrecen del “caudillismo” tienden a caer en él en cuanto se le presentan las circunstancias propicias, nada sospechosas por supuesto... Huyendo de esa lacra y para evitar posibles corrupciones, países de larga (y algunos corta) tradición democrática han adoptado la limitación de períodos consecutivos de ejercicio del poder. Aunque no está establecido en la Constitución Española, José María Aznar la puso en práctica, prometiendo antes de ser elegido no estar más de dos mandatos y lo cumplió, aunque no ha tenido muchos seguidores ni dentro ni fuera de su partido.
Los políticos como los yogures deberían tener fecha de caducidad cuando aparecen en público antes de ser elegidos, o comprados. Para cumplir con esa condición necesitan quienes se dedican a la cosa pública una profesión u oficio al que volver cuando terminen su mandato, cosa que desgraciadamente más de uno carece.
El problema surge con quien no tiene oficio, y sí beneficio, o profesión que ejercer y se ve gustosamente condenado a vivir toda su vida de político profesional en el puesto que le asigne el partido, siempre que demuestre obediencia y maleabilidad. Lo importante es la mamandurria que le permita vivir como un rico siendo pobre y no el puesto desempeñado aunque le falte capacitación para su desarrollo y le sobre versatilidad para pasar de una concejalía de ciudad a una de pueblo o viceversa y haya posibilidad de ascenso, y de un ayuntamiento a una diputación provincial o a unas Cortes regionales o nacionales. El camino inverso es menos probable.
Y así se pasará toda la vida llegando a ser “indispensable” en el cargo, “imprescindible” en el puesto y “sempiterno” (sólo Dios es eterno) en el partido, pues partiendo de un principio (modesto) nunca llega a tener un final (digno).
En Aranda no hay politicos sempiternos que son todos eternos que parece que les han puesto las pilas Duracel de la Tele que duran y duran y duran. A estos politicos de Aranda se les ve con frecuencia en Fuentespina en la rotonda o en la romeria del PADRE ETERNO rezando para que se les pegue algo
ResponderEliminarAznar fue un ejemplo para el PP y los españoles, lamentablemente sus conmilitones no siguen su ejemplo, el,plazo tasado a los políticos en el ejercicio de cargo publico tendría una excepción, listas abiertas, si el pueblo les elige democráticamente pueden seguir.
ResponderEliminarEl,desprestigio de los políticos no es solo por la corrupcion, corruptos han pocos, pocos son demasiados, el desprestigio de la clase política reside en la indolencia de las organizaciones políticas para esclarecer los comportamientos inadecuados y depurar esponsabilidades.
muy de acuerdo con los dos comentarios. Toda la razón tienen. Listas abiertas de entre todos los candidatos y eso selecciona por lo menos a los peores para no votarlos
ResponderEliminarQue feliz la mirada,
ResponderEliminar30 años maquinando en Aranda,
No es nada...,
La vida sigue igual,...
Cuando se esta tantisimo tiempo en el mismo sitio por algo sera, y no para hacer caridades que es para lucrarse y vivir dello. Y una cozas que no entiendo de los que pagan a un partido politico es que es su culpa tenerlos a esos jerifaltes toda la vida sin cambiarlos, porque o son tontos o tambien se benefician dealgo
ResponderEliminarYo también estoy de acuerdo, es necesario para regenerar la democracia y acabr con la corrupción política que nos asola otra vez, como en los mejores tiempos de Felipe González, que se reforme la LOE y que se permitan las listas abiertas.
ResponderEliminarEso sería democracia directa, y no lo que tenemos que la democracia nos la imponen los partidos.
Pero es evidente que son los propios partidos los que no quieren democracia directa por que a la mayoria de los inútiles e incompetentes que tienen se les acabaría el chollo y tendrían que ponerse a buscr un trabajo, algo que no han hehco nunca ni tienen intención de hacer.
Y pongo un ejemplo cercano : de los actuales 21 concejales que tenemos en el Ayuntamiento de Aranda ¿ cuánttos de ellos estarían ahí si hubiese un sistema de listas abiertas ? ¿ todos, alguno o ninguno ?
Yo diría que como mucho 5 de ellos, los demás estarían en su casa librándonos a los arandinos del terrible sufrimiento que nos infligen.
VEr artículo de opinión de Joaquín Torné en El Correo de Burgos : Aranda y el secreto de las tres cartas.
Las listas abiertas no es la solución total de la selección de los políticos pero es un comienzo. Por lo tanto, prefiero eso al inmovilismo al que nos tienen sometidos ahora mismo los partidos y sus jefes de pacotilla que no tienen más que fachada, con más intereses que ideas políticas y de servicio a la comunidad. Y si los que nos han traído el problema no nos aportan la solución, habremos de buscarla en otros partidos hoy minoritarios pro con proyección o en plataformas cívicas.
ResponderEliminarSaludos.