16 de diciembre de 2013

Boris I de Andorra, el príncipe fugaz

   No por desconocido resulta menos sorprendente este esperpéntico
episodio   de la historia andorrana , y española por la parte 
que nos toca. Estoy seguro de  que  su lectura evocará    
acontecimientos recientes cuyo parecido es pura casualidad, 
como nos dicen las películas americanas basadas en hechos reales.

El barón Borís Mijáilovich Skósyrev Mavrusov  nació en 1896 en Vilna (Lituania), entonces perteneciente al Imperio ruso,  murió hacia 1944 quizás en un campo de internamiento francés,  (otros creen que murió el 27 de febrero de 1989 Boppard,  Alemania Occidental)  y es conocido porque fue proclamado rey de Andorra, allá por los años 30 del siglo pasado. Este aventurero personaje pertenecía a la nobleza rusa y sirvió al zar. Al estallar la Revolución en 1917 se refugió en el Reino Unido y en su armada sirvió durante dos años, así como en sus servicios secretos.



Hacia 1925, Boris  se trasladó a los Países Bajos con un pasaporte de apátrida, y  por sus servicios a la Casa Real holandesa, él decía haber recibido el título de Conde de Orange, que él mismo se concedió.
En  marzo de 1931 se casó con una rica marsellesa acaudalada, María Luísa Parat, divorciada y mayor que él. En el  acta de matrimonio había modificaciones  de la filiación de Boris que más tarde  aparecerían. Pronto la dejó por una joven inglesa,  y con ella se trasladó a  Andorra. Poco tiempo después ya se había introducido en la política andorrana, percatándose de que podría progresar en aquel ambiente prometiendo elevar el nivel de vida de los nativos. Pero las cosas no salieron a la primera tal como él pretendía: “El 17 de mayo de 1934, Borís presentó un documento al Síndico y otros consejeros generales de Andorra donde justificaba sus intenciones, aunque la respuesta recibida fue muy adversa:  que no se inmiscuyera en asuntos políticos de los Valles, que en caso de reincidencia este se reservaba el derecho de elevar quejas a la Autoridad competente para que le apliquen las sanciones que será merecedor el citado recurrente. El 22 de mayo recibió la orden fulminante de expulsión del territorio andorrano, decretada por el administrador de justicia francés y firmada también por su homólogo episcopal”.

(Izda., Vista del casco antiguo de la Seu d'Urgell desde los huertos de la Seu).

Borís se exilió en la Seo de Urgel y desde allí comenzó una intensa campaña de promoción de su futura “monarquía” concediendo entrevistas a medios internacionales (The Times, The Daily Herald…) y recibiendo a algunas personas influyentes.  En una entrevista al periódico  madrileño “Ahora”  decía  que "no tengo ningún derecho histórico para mi pretensión. Lo hago únicamente como caballero para entender que defiendo los derechos de los españoles que residen en Andorra y son vejados por la República vecina".

Por otra parte, Borís contactó con el representante del duque de Guisa Juan de Orleans, pretendiente al trono de Francia, quien no se manifestó  sobre este asunto, aunque sí lo hicieron algunos legitimistas  franceses. Desde ese momento comenzó a proclamarse "lugarteniente del rey de Francia".
Boris concedió visitas, protagonizó recepciones y actos oficiales, incluso una misa por el fallecido un año antes, presidente de la Generalidad, Francesc Macià . También anunció su  asistencia como  "Su Alteza el Príncipe" a una misa que  se celebraría por  el descanso del alma de Ermesenda de Castellbò, condesa de Foix y que las honorables  corporaciones del país estarían representadas en el acto.

Escribió para el Boletín Oficial del renovado Principado concediéndose a sí el tratamiento de "Su Alteza el Príncipe". Solicitó a los tribunales en nombre del duque de Guisa  los bienes y títulos fuera de Francia, como heredero de los Príncipes de Andorra, según él afirmaba.
(Izda. Escudo de Boris I de Andorra)
Se cuidó mucho de transmitir y propagar la idea de que los andorranos estaban siendo administrados por el Presidente francés como “Copríncipe”  sin ser heredero de la corona de Francia.  Se redactó una Carta Constitucional  andorrana que modificaba el anterior sistema político y que contenía libertades, modernización, inversión extranjera y  el reconocimiento de Andorra como paraíso fiscal. Boris imprimió ejemplares de la Constitución y se los mandó a diversas autoridades españolas y francesas. El Obispo de la Seo de  Urgel, copríncipe junto con el Presidente francés, desaprobó las actuaciones y la conducta del pretendiente Boris.
El  7 de julio de 1934, el Síndico General de los Valles de Andorra convocó al Consejo General y presentó a  Borís Skósyrev, Conde de Orange, como el impulsor del progreso y salvador del Principado, y al igual que otros como Mónaco o San Marino, Andorra se convertiría en un paraíso fiscal, con escasos impuestos y llegaría a ser un importante  centro financiero y empresarial.A cambio de  todo este proyecto  que aseguraba la prosperidad y el bienestar del pueblo andorrano, Boris Skósyrev sería recompensado con el nombramiento de Príncipe de Andorra que el Consejo General proclamaría.  Sólo uno de los veinticinco consejeros (el representante de Encamp) se opuso al nombramiento, y Andorra se convirtió en una especie Monarquía, con la base del Principado.

Al día siguiente,  el consejero  de Encamp  contó al Obispo de Urgel tan chusca operación. Ese mismo día Francia se desentendió del tema y  dijo oficialmente que no intervendría en Andorra, aceptando la monarquía de Boris I  si el Consejo General lo aprobaba. Por su parte, el  Consejo de Ministros español  también estudió tan disparatado asunto.
El 10 de julio, el Consejo celebró  una nueva votación que resultó favorable a la institución  monárquica, con similar resultado, por lo que siete días más tarde se publicó en el Boletín del Gobierno Provisional de Andorra la Constitución del Estado Libre de Andorra, que disolvía el Consell General y traía la absoluta libertad política, religiosa y de imprenta. También se concedió una amnistía y se convocaron elecciones para el primer día del mes siguiente. En esas fechas Boris I ya tenía preparada su lista de gobierno y su programa: protección al necesitado, educación universal y deporte.
El Obispo de Urgel desautorizó al nuevo monarca y éste le declaró la guerra, por lo que pidió ayuda a Madrid cortando el tema por lo sano y con suma celeridad: envió a un sargento y dos parejas de la Guardia Civil  que apresaron al fugaz monarca. Sus fieles súbditos ni se inmutaron cuando le vieron esposado marchar hacia Seo de Urgel. Al día siguiente le trasladaron a Barcelona y le aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes. El Juez Bellón comprobó que Boris ya había sido expulsado de Mallorca dos años antes, donde convivía con una inglesa millonaria.

Desde Barcelona le llevaron a Madrid el día 23 de julio en un vagón de tercera. Muchos periodistas le esperaban en la estación para entrevistarle y antes de que le llevaran a la Cárcel Modelo, mientras Boris se consideraba un monarca en el exilio. Como el preso no había cometido ningún delito en España  fue expulsado a Portugal. El efímero Príncipe de Andorra viajó por distintos lugares. En 1938 se reunió en Francia con su primera esposa y un año más tarde fue recluido en un campo de internamiento francés junto con antifranquistas y refugiados venidos de países ocupados por el III Reich, sin conocerse  bien los cargos que se le imputaban. Se cree que Boris I murió hacia 1944, aunque otros datan su muerte el 27 de febrero de 1989 Boppard,  Alemania Occidental.

Lo que no sabemos es si  Boris I tuvo descendencia y algún día sus herederos reclames sus derechos sucesorios, adquiridos democráticamente mediante votaciones de los representantes de los Valles de Andorra en el Consell General, que era su Parlamento...  

En esta vida todo puede suceder, desde lo que nunca fue y creen que es,  a lo que realmente es y nunca fue. A partir de aquí , cada lector sacará sus propias conclusiones sobre la resolución de problemas sobrevenidos por  propuetas falaces. "Intelligenti, pauca".
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Fuentes: Borís Skósyrev
 LA OTRA BIOGRAFIA. BORIS I, REY DE ANDORRA POR UNA SEMANA. DANIEL UTRILLA
Publications.
Borís Skossyreff: el aventurero ruso que se proclamó Rey de Andorra

5 comentarios:

  1. En Aranda de Duero también tenemos un Boris, Príncipe del Centro Democrático y Social. Hoy convertido en dominguillo del ordeno y mando de la derechona que tanto combatió en otros tiempos, con esa lengua que Dios le dio.

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  2. Extraordinaria historia que no tenía ni idea de ella. Gracias por traerla en estos momentos tan oportunos aunque no sé si la solución sería la misma o haría falta algo más. Me ha parecido un relato genial, con unos aprovechados porque serían más de uno al final, y unos andorranos ignorantes de lo que pasaba pero con ganas de vivir mejor, y por eso se dejaron tomar el pelo y cambiar de dueño.

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  3. ¿Qué ocurriría si mañana llegase otro conde a Valladolid y la cortes de Castilla y León le hiciesen Príncipe o Rey?

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    1. Estás pensando en los reinos de Taifas o algo así?

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  4. Veo que son comentarios a la gallega con más preguntas que afirmaciones y voy a colaborar yo también con rspecto a Cataluña, y si un pueblo quiere seguir siendo español o independiente de España o Cataluña ¿le dejarán ejercer esa voluntad?

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