Nota previa: he añadido de forma urgente, al final de la entrada actual, una colaboración de un lector de Málaga, dada la proximidad de las elecciones y la oportunidad de las fechas. Me parecen interesantes sus opiniones que nos invitan a pensar con otra perspectiva. Tengo preparado un trabajo del mismo autor, Jose Tomás Cruz Varela, que será publicado como una entrada más, cuando pasen las elecciones y sus análisis pertinentes, con un título muy sugerente.
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Siempre me he preguntado si las encuestas se hacen para saber la opinión real de los votantes, crear opinión en los votantes o reflejar de alguna forma el deseo de quien las encarga.
Si los gabinetes de opinión cobraran por el acierto de sus resultados, algunos hace tiempo que habrían cerrado y cambiado de profesión. Otros, dado su estrepitos fracaso, deberían, incluso, indemnizar a las formaciones perjudicadas, si se llegara a descubrir animosidad intencionada de dañar.
Hay algo, sin embargo, que las encuestas no manifiestan con nitidez, y que puede resular decisivo: el estado de frustración y desánimo de los afiliados. En las encuestas se habla del recuerdo del voto y fidelidad al partido sin referencia a la condición de militante o simpatizante, y es es una pista que desprecian en "la cocina". En épocas de zozobra de un partido en declive, como puede ser el PP actual, el que unos militantes abandonen la nave con publicidad y argumentos razonables, puede suponer una carga de profundidad en su línea de flotación, por la influencia en otros qeu se encuentren en similares circunstancias. Pero eso no parece importar demasiado a sus líderes, porque siguen como si no ocurriera absolutamente nada, menospreciando la cantidad y calidad de bajas de afiliación. Sirvan como ejemplo dos muestras de distintas provincias, y la relevancia de las causas de su alejamiento y abandono.
La carta del ex-afiliado del PP, publicada recientemente en el Diario de Burgos, y de la que se extraen los párrafos más relevantes, no precisa de comentarios. Basta con su lectura, y la extracción de conclusiones:
Al PP, afiliados y simpatizantes
Desde el año 1983 he estado afiliado ininterrumpidamente primero a Alianza Popular y después al Partido Popular… Hasta mi baja como afiliado hace unos días, jamás he formado parte de ninguna junta directiva, ni de ningún otro órgano de dirección del partido. En estos 32 años como afiliado al partido he visto a innumerables compañeros, unos por méritos propios, otros por amiguismo y otros porque sí, ostentar cargos en distintas instituciones. Muchos llevan más de 20 años viviendo de la política, algunos trabajando honrada y decentemente, dignificando sus puestos y la política. Otros muchos están en la política como único medio de vida conocido.
En mi caso hace ocho años don Vicente Orden Vigara, entonces presidente de la Dipu-tación de Burgos, me pidió que fuera como concejal a un múnicipio, al que estoy muy unido desde hace más de 25 años, llamado Castrojeriz…
Estuve una legislatura que disfruté mucho con mi trabajo como concejal de Cultura y Turismo, por supuesto, cargo no remunerado…
Acabada esa legislatura y por una serie de circunstancias,… me eché'al ruedo político ofreciéndome como candidato a la alcaldía de Castrojeriz por el Partido Popular. César Rico, presidente del Partido Popular de Burgos, me vetó personalmente y me sentenció que «a lo mejor no era mi momento», …
Ha acabado esta legislatura y el señor Rico ha vuelto a dejar constancia, con su decisión de volver a presentar a la alcaldesa, y serán 16 años en el sillón, si logra ganar las elecciones, que no sigue siendo mi momento, precisamente este señor que su momento empezó hace más de 20 años, y que continúa... hasta que le muevan de la poltrona los ciudadanos.
Pues efectivamente, parece ser que sigue sin ser mi momento en el Partido Popular, después de 32 años viendo cómo se colocan y colocan a los mismos, en atractivos puestos, con unos sueldos propios de grandes ejecutivos y a otros afiliados a los que les siguen manteniendo en esos innumerables chollos que hay en el partido, en las instituciones y en las administraciones.
Con todo ello no he querido nunca, ni quiero, reclamar un puesto político remunerado, ni mucho menos un chollo político; solamente en estos momentos quiero reivindicar mi derecho a ser libre y poder decidir cuándo es mi momento y con quién.
Ovidio Campo / Castrojeriz
“Fernández, de 42 años, vicesecretaria general del Partido Popular en Pravia (Asturias) y presidenta de la Asociación Mujeres en Igualdad del Oriente de Asturias, entidad financiada íntegramente por el partido, ha anunciado en su cuenta personal de Twitter su dimisión irrevocable y su baja en las siglas donde milita desde los 17 años, abochornada por los últimos casos de corrupción de algunos de sus dirigentes. …A estas horas, no ha recibido ninguna respuesta oficial del partido”
“Siento vergüenza (y así lo manifiesto) de leer y ver: sobres, Bárcenas, Rato…”. “…Y un inmenso etc. día tras día mientras se mira a otro lado y se dice a la gente que ‘todo va bien’.
“Pero vale más mi honradez y tranquilidad personal que la fidelidad ciega a unas siglas donde si discrepas, se te ningunea, y donde si te mueves, no sales en la foto”. .., “la democracia interna brilla por su ausencia” y donde “ni el aparato ni el presidente han estado a la altura de los acontecimientos. La contundencia ante la corrupción ha sido mínima cuando debía de haber sido máxima”.
Al final pide perdón por no haber abandonado antes, y dice que muchos compañeros la felicitan y le aseguran que seguirán su camino. ¿Y qué dicen desde el PP? Encantados de haberse conocido y de seguir en sus puestos. Si los de dentro piensan y obran así, ¿Qué no pensarán y harán los de fuera? El día 24 lo sabremos.
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Con el ruego de su publicación en la Sección de "Cartas al Director", como artículo de opinión o colaboración.
VOTAR POR NECESIDAD, PERDER POR OBLIGACIÓN
(De mi puño y tekla)
Solo un escaso porcentaje de españoles pertenecientes a las llamadas "clases acomodadas", a los que les importa un bledo quien gobierna, carecen del más mínimo interés sobre lo que ocurrirá en las próximas elecciones autonómicas y municipales. El resto, es decir la gran mayoría, tienen depositada su confianza en que con la incorporación de las nuevas formaciones políticas, se produzca un cambio que les proporcione algún tipo de mejora en sus vidas, como por ejemplo que sus hijos y nietos encuentren un puesto de trabajo sin entrar a calificar la modalidad de contrato: fijo, eventual, temporal, de formación, a tiempo parcial, etc y de esa manera poder liberarse de la carga y dedicar las míseras pensiones percibidas a satisfacer sus gastos personales e ir pagando deudas.
En efecto es cierto que en España abunda el empleo basura y para criticarlo ya tenemos a los sres. Méndez (UGT) y Fernández Toxo (CC.OO), a los que su dada su probada eficacia como secretarios generales de los sindicatos “más representativos”, nadie hace el más mínimo caso salvo los que ejercen como “liberados sindicales”, a los que entre otras canonjías no se les puede despedir, no dan ni puñetero golpe (salvo excepciones) en las empresas a las que pertenecen, pero si reciben religiosa y puntualmente las 12 mensualidades, más las correspondientes pagas extraordinarias, toda una bicoca solo para privilegiados, si bien ocasionalmente y como contraprestación deben prestarse a acudir a alguna concentración o manifestación portando el correspondiente banderín con las siglas de su sindicato y vocear las consignas recibidas.
En principio gran alegría tras el inicio de los comicios andaluces pero a medida que se fue desarrollando el proceso electoral y consiguiente votación, todo parece indicar que el anunciado “cambio” va a originar más complicaciones de las esperadas. Para empezar, la señora Díaz, erró en sus cálculos adelantando en un año la celebración de las citadas elecciones, maniobra que le está generando un merecido desgaste que posiblemente sea incapaz de superar, contribuyendo a ello la ausencia de sintonía con su secretario general, Pedro Sánchez, lo que como era de esperar está dañando la imagen del partido. La ambición personal de la presidenta en funciones de la Junta, a quien por tercera vez se le ha impedido ser investida, es tan descarada que ya comienzan a molestar a sus propios votantes socialistas. Desde siempre se ha venido repitiendo que las secuelas de la corrupción nunca repercutirían en la intención de voto de los andaluces, y eso es una tremenda falacia. Mas temprano que tarde y como está ocurriendo, los Chaves, Griñanes y un largo etcétera tendrán “su mármol y su día”.
A tenor de la experiencia comentada, cualquier vaticinio sobre lo que ocurrirá en las restantes CC.AA. y municipales el 25 de mayo es harto difícil. Si nos basamos en lo difundido a través de los distintos medios de comunicación, encuestas incluidas, se atisban ciertos sesgos cuya credibilidad es altamente cuestionable. Los populares de Rajoy están mejorando y salvando su campaña, por haberse mantenido desde un principio en los mismos postulados y repitiéndolos hasta la saciedad, empleando el resto de su tiempo en descalificar e ironizar sobre los restantes partidos de la oposición aunque con desigual rigor, pensando, lógicamente, en los inevitables pactos a los que habrá que llegar con algunos de ellos.
En cuanto a las restantes formaciones políticas el panorama electoral es igualmente complejo. Por parte del PSOE está centrándose excesivamente en la corrupción existente en el PP y a su vez restándole importancia a la suya sobre lo ocurrido en Andalucía con los EREs, cursos de formación, etc pretendiendo presentarlo como algo ya amortizado lo cual es pueril. Según fuentes socialistas, las relaciones de Susana Díaz con Pedro Sánchez continúan siendo tirantes, aunque intenten aparentar otra imagen.
Sobre Ciudadanos, sin tratar de restarle méritos, cabe destacar su inesperado crecimiento en los últimos meses, si bien es cierto que el partido ya comienza a mostrar claros síntomas de agotamiento. En dos o tres días, los dislates pronunciados por Alberto Rivera sobre su concepto de la juventud y la parida de que los de que en los dormitorios españoles no pernocten más de dos personas, les están originando pérdida de puntos en las encuestas que podría haberse evitado solo con que su líder hubiese observado y mantenido un discreto silencio. Tales locuacidades nada aportan y solo restan sufragios.
Por último, en cuanto a Podemos se refiere, a golpe de reducir sus absurdas propuestas iniciales, están consiguiendo frenar la sangría de críticas y pérdida de puntos en la mayoría de las encuestas. Para comenzar y salvo raras excepciones, la diferencia entre Pablo Iglesias y los restantes candidatos autonómicos y municipales es abismal. Como muestra ha sido suficiente el papelón representado por la cabeza de lista de Podemos en las recientes elecciones andaluzas. Iglesias, en otro orden, está intentando sacarle partido al aniversario del 15-M, presentando a su partido como el “movimiento heredero”, con la diferencia de que en esta ocasión a la Puerta del Sol solo acudieron 50 personas para rememorar las consignas de “no nos amordazaran”, “la lucha sigue en las calles” y con los bracitos en alto.
El haberse sacudido a Monedero como elemento activo ha sido un acierto, si bien los ciudadanos siguen esperando conocer su colaboración con los venezolanos y el paradero de los 425.000 euros. Las expectativas de Podemos presentan estancamiento a pesar de que Iglesias repita muchas veces más la frase que viene pronunciando últimamente de que “los socialistas de corazón saben que hay que votar morado; olvidando que la Semana Santa ya pasó.
La sociedad española se siente saturada de información política, lo que no obsta para que se perciba en los ciudadanos un claro deseo de votar aunque sin concretar a quien. La ausencia de credibilidad y desafección hacia los políticos es manifiesta y va a más. Como tampoco sería nada raro que a lo largo de esta semana apareciese algún nuevo caso de corrupción que modifique una vez más la orientación del voto en alguna Comunidad o Ayuntamiento importante...¡¡Tiempo al tiempo!! Acudir a votar el domingo cargados de dudas será un sentimiento compartido por muchos. Si miramos hacia el pasado reciente, Votar PP o PSOE ofrece grandes reticencias y decantarse por Podemos o Ciudadanos de cara al futuro, otro tanto de lo mismo. En el fondo optaremos por los "menos malos" pero sin estar convencidos; comportamiento que a la larga nos pasará factura....
Atentamente
José-Tomás Cruz Varela