"¿Por qué ya no quieres votarnos?"

Esa es la pregunta no exenta de preocupación  que Pedro Antonio Sánchez, candidato del PP a la Presidencia de la Región de Murcia, hace a los desencantados votantes del Partido Popular: “¿Por qué nos abandonáis y no queréis votarnos?” Sin embargo, más que un reproche, puede ser el reconocimiento de un problema que requiere soluciones urgentes.

Pedro A. Sánchez, a pesar de su juventud madura (39 años), cuenta con suficiente experiencia política: diez años de alcalde en Puerto Lumbreras y tres de Consejero de Eduación, Cultura y Universidades en su Comunidad Autónoma. Una de sus primeras tareas en el partido será recomponer la unidad rota por las luchas internas, como sucede en otros muchos lugares patrios: “Siempre defenderé un partido compacto, unido donde todos rememos en las misma dirección…El PP debe mirar de la sede hacia fuera y no al contrario…”

A pesar de su historial político, las reacciones de sus adversarios no se centraron en sus actuaciones sujetas a crítica, sino en otros aspectos formales, recogidos por la prensa del lugar:

PSOE: “El PP se decide por un candidato designado por un dedo manchado… Valcárcel ha impuesto a un candidato que va a estar más pendiente de sus problemas con la Justicia que de los problemas de esta Región y de sus ciudadanos… si el PP hubiera elegido democráticamente su candidato en primarias como los socialistas, los militantes honestos habrían optado por una opción más ética y regeneradora que el continuismo que representa Sánchez… El método del dedazo por el dedo manchado de Ramón Luis Valcárcel desacredita de partida a este candidato”.

 IU: “Sánchez tendrá que ceder a los intereses del Gobierno central… La designación la ha decidido «el dedo divino» de Mariano Rajoy, jefe del Ejecutivo central, por lo que aquel deberá «ceder» a los intereses de este y será un delegado del Gobierno bis...  cada partido es libre de elegir a quien prefiera,… en este caso es preocupante  que Sánchez no vaya a tener las manos libres ni la autonomía necesaria para tomar decisiones políticas que beneficien a la Región”.

UPyD: “La designación a dedo del candidato regional del PP para las elecciones de mayo, demuestra una vez más la falta de democracia interna que practican… el PP se está desmoronando en sus luchas internas, en sus bandos y tiene que recurrir a un designación impuesta desde fuera en lugar de acudir a procesos democráticos internos, lo que demuestra… la falta de interés por una regeneración democrática real… En Unión Progreso y Democaracia elegimos a todos nuestros candidatos por procesos de primarias, ya que consideramos crucial conocer la opinión de la gente a la que representamos en las instituciones”.

Como se puede apreciar, estos argumentos carecen de la autoridad ética necesaria para dar consejos, sabiendo lo que cada uno de ellos tiene y ofrece, en Madrid sin ir más lejos. 

Por supuesto  que las “primarias” deberían ser un signo distintivo de democracia interna en teoría y en la práctica. Pero alardear de quello de lo que se carece no resulta el mejor ejemplo. ¿En qué estaría pensando el candidato de UPyD con lo que tiene dentro de su partido?

Hubiera sido muy interesante que los afiliados del PP de Murcia hubieran elegido a su candidato en una leal y constructiva contraposición de ideas y acciones entre distintos aspirantes,  y comprobar si Pedro Antonio Sánchez era el deseado por la mayoría. Pero ese mismo proceso debería extapolarse a todas las CCAA,  a todos los Ayuntamientos, y a todos los partidos políticos. ¡Sin excepción!

Pese a lo anterior, al candidato popular murciano no le podrán poner objeciones a sus intenciones de regeneración o  de enfrentarse a los problemas reales.  Desde su designación se está reuniendo con toda clase de colectivos descontentos con el PP, preguntando por las razones de su enfado y por los argumentos que impulsan a votar a C´s a quienes antes votaban al Partido Popular. Su voluntad de aproximarse a los problemas que aquejan a los ciudadanos en general es encomiable.  Y si ahora busca proximidad es que antes hubo distanciamiento de los líderes con los votantes. La duda está en saber si aún queda tiempo suficente para enmedar los errores cometidos al pensar que la “marca gaviota (o charrán) consigue votos desde el aire y sin posarse en tierra”.

También está aprovechando el debate abierto con los candidatos de otras fuerzas concurrentes, lo que le sirve para darse a conocer y dar a conocer sus programas. Esta forma de hacer política se sabe reconocer por los votantes, y no es necesario gastarse dinero en mítines para convencidos.

Pedro A. Sánchez no llega a la cuarentena y se ha decantado por la juventud y la independencia de los candidatos para regenerar la vida política. No puede ser que los indispensables de siempre copen todos los puestos, a base de favoritismos y  enchufismos. La regeneración comienza cuando se practica y no cuando sólo se la cita. “Una impronta que se observa en las distintas listas electorales, en las que muchos candidatos a municipios son jóvenes, independientes y no tan próximos al PP. La renovación afecta a cerca del 40%”.

Con estos precedentes, seguro que los dirigentes populares de Burgos y de otras partes de España descenderán de las alturas y se acercarán a preguntar a los afiliados y simpatizantes qué está pasando para que no quieran votarlos en las próximas elecciones. 

Tengo la impresión de que ni siquiera se lo han planteado y confían en mayorías absolutas por su buen hacer y porque creen que se seguirá cumpliendo el sonsonete de campaña: “Estas elecciones las vamos a ganar porque tenemos los mejores candidatos, y como tenemos los mejores candidatos vamos a ganar estas elecciones”. La verdad es que el orador se quedó la mar de satisfecho tras recitar tan contundente mensaje y recibir los enfervorizados aplausos de los agradecidos candidatos y  esperanzados asistentes.