31 de agosto de 2015

PP, OBEDECER, CALLAR Y COBRAR (Ni cambio ni regeneración)

Hoy no habrá introducción al artículo del colaborador José Tomás Cruz Varela. Es preferible que el lector acuda directamente al contenido...

PP, OBEDECER, CALLAR Y COBRAR (Ni cambio ni regeneración)
(De mi puño y tekla)

 Hace falta ser cretino para tragarse que los errores cometidos por el PP obedecen exclusivamente a un problema de inadecuada comunicación o a la escasa simpatía de sus dirigentes. Gran parte de los insignes políticos del siglo pasado, Churchill, De Gaulle, etc. no se distinguieron precisamente por tal característica. La madura sociedad española ya no está para admitir semejantes memeces. Lo suyo sería que los miembros del Gobierno y Partido, se cuestionasen seriamente a que se debe tanta desafección hacia su formación como demostraron los desastrosos resultados cosechados en las últimas elecciones europeas y posteriores comicios autonómicos y municipales del 24-M, y de paso preguntarse si dichos resultados no habrían sido muy distintos en caso de que el PP estuviese totalmente limpio a efectos de corrupción, cuando el pasado miércoles 15 nuevamente la Guardia Civil ha identificado a otro conseguidor de "pelotazos" del caso Púnica.

     Si  existiera por parte del Gobierno un auténtico interés en conocer la opinión de los ciudadanos sobre semejante lacra y hasta donde llega la implicación de ciertos miembros de los distintos partidos políticos y las consiguientes consecuencias, sería suficiente con encargar una macro encuesta a cualquiera de las prestigiosas empresas demoscópicas con un pormenorizado panel de preguntas y una muestra lo suficientemente representativa a nivel país y a partir de ahí elaborar un plan anticorrupción con la participación y acuerdo de todas las fuerzas políticas más representativas del arco parlamentario.

     Como segunda pamema justificativa de la ingente pérdida de votos por parte del PP,  adjudicándole la categoría de problema esencial, ha sido definida como “ la falta de un discurso que conecte  con los profundos cambios experimentados por la sociedad”..¡¡Tócate los zigotos!! Incomprensible postura a tenor de la pléyade de asesores presidenciales, cuya nómina pagamos todos los españoles cuyo montante nos gustaría conocer...¿Y que  esperan entonces para redactar una perorata que logre dicha conexión?

     En cuanto a la tercera queja repetida hasta la extenuación  tanto por parte de Rajoy como sus subordinados, cosiste en dolerse sobre la escasa repercusión que está teniendo algo tan vital como la creación de puestos de trabajo. Pues claro que no la tiene ni la tendrá jamás dado que la respuesta no puede ser más elemental. El pueblo que no es idiota, sabe de sobra que los mencionados puestos los crean los empresarios y autónomos, arriesgando en muchos casos sus propios patrimonios personales. Entérese de una puñetera vez don Mariano, con falacias de este porte es inviable crecer en credibilidad.
 
     En la imagen imagen que proyectada por el PP no existe el menor atisbo de solidaridad, pero no solo con los ciudadanos que tanto les ocupan y preocupan hasta perder el sueño, sino entre ellos mismos que se agrupan únicamente por intereses personales, entre otras razones porque se necesitan para organizarse, taparse, cubrirse, lucrarse…. Las propias relaciones entre Gobierno y Partido están muy deterioradas. Por ejemplo: ¿alguien se ha atrevido a cuestionar para que sirve y cual es la utilidad del Comité Ejecutivo del Partido?. Que nadie lo busque por es una entelequia. Todo está decidido previamente y lo suyo es limitarse a “ratificar”.

     Internamente, en el PP, todo está excesivamente jerarquizado y nadie se atreve a improvisar. Las bases no cuentan para nada, tampoco participan y menos se enteran porque para eso ya están “los de arriba”, con lo cual, conseguir integración es prácticamente imposible y sin vinculación y solo obedeciendo, lo único que se alcanza es un progresivo deterioro interno como viene ocurriendo. La postura anti primarias del PP impide que afloren nuevos valores, pero como da la casualidad que su primer detractor es el propio presidente, intentar prosperar en este sentido es como nadar contracorriente.

      El pasado viernes, la presentación del nuevo logo del PP producía vergüenza ajena, comenzando por la absurda polémica de si el ave que figuraba en el mismo era una gaviota o un charrán,  y si la Conferencia solo va a servir para despropósitos de tal calibre, más valdría ahorrarse el dinero, porque hacer las cosas a sabiendas de que se trata de una pantomima, suenan y se quedan en torpe representación para generar la impresión de que “se están haciendo cosas” con el agravante de que si algún efecto producen es el negativo. Nuevamente se trata de un circo en el cual todos están encantados de haberse conocido, pero en el fondo pensando que la utilidad ha sido nula, que a los votantes les importa un pepino y los cargos relevantes son los únicos que salen reconfortados por tanto aplauso recibido.

     Sacar a colación, por enésima vez el término “regeneración” ya causa cuando menos repulsión. La desigualdad, aunque les moleste a muchos el reconocerlo, continúa creciendo en España. Los sueldos está por los suelos y las diferencias salariales continúan incrementándose, lo cual crea un ambiente negativo que solo conocen los que lo padecen y que los gobernantes ignoran descaradamente, y si  en eso va a consistir la renovación ofrecida, más les valdría observar un discreto silencio,  porque de parches y mentiras ya estamos saturados. Mire don Mariano, el pretender resolver en cuatro meses lo que no se hizo en cuatro años nos parece harto difícil, dado que las rectificaciones que se están ofreciendo ahora desprenden un tufo electoralista que apesta, es decir, que se accede a las concesiones cuando el no hacerlo implica otra pérdida añadida de votos y nos está el patio para tales dispendios...¡¡Tiempo al tiempo!!

 Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela (Málaga)

24 de agosto de 2015

El "comando cultural" y la unión de las fuerzas del cambio

Con el simple lema (“MOVER FICHA POR LA UNIDAD POPULAR”ver entrada anterior-) y el objetivo propuesto (convergencia electoral de PODEMOS e IU) habrían tenido suficiente para cumplir con la tradición de presentar el manifiesto de turno, pero han preferido un texto mejorable en la forma, pobre en contenido y repetitivo en sus filias y fobias.

El pretencioso inicio, “Los que nos dedicamos a la cultura somos muy conscientes del valor de lo simbólico y la importancia que tiene romper muros de pensamiento para crear nuevos espacios y nuevas fronteras”, sugiere a los que no se dedican a ella el viejo refrán “Dime de lo presumes…”. Y a otros les recuerda la irónica sentencia de  Wilhelm Busch “Pensamientos tontos los tenemos todos, pero el sabio se los calla”. Ni es cierta su pretendida identificación entre espectáculo y cultura, ni son sólo ellos sus creadores y promotores. Son bastantes más las profesiones verdaderamente cultas  que las representadas en el manifiesto, como apunta Manuel Hidalgo en su artículo “Firmantes”. 

No se necesita ser ni culto ni cultureta para comprender el valor de los símbolos. Es fácil distinguir entre el gozo experimentado por los que silban el himno de una nación y el hartazgo de los que los sufren en  silencio para no crispar… Y no es difícil descubrir la aparente contradicción entre “romper muros de pensamiento”  y “crear nuevas fronteras” al mismo tiempo. ¿Qué muros rompieron los que levantaron  el “Muro de Berlín”, frontera real, que impedía la huida de quien buscaba la libertad al otro lado?
El manifiesto apoya la creación de “nuevos espacios que disputen la opción de gobierno al bipartidismo" sin mencionar los “viejos componentes” de “vieja ideología” y sin concretar las “nuevas propuestas”. ¿Usarán los eufemismos para ocultar su relación con experiencias pasadas y fracasos actuales? 

La expresión “desalojar de La Moncloa a Mariano Rajoy” suena más a “toma del Palacio de Invierno” que a democrática competencia electoral, a la vez que menosprecia la opinión y voluntad de los once millones de votantes que le “alojaron”. Su anhelo habrá quedado en mera propotencia revanchista si “las llamadas fuerzas del cambio” con su “unidad popular”  no superan al adversario que consideran enemigo.

De la afirmación “Volveremos a creer que juntas y juntos aportando lo mejor de cada uno podemos llegar a cambiar este país y devolvérselo a la gente” falta saber quiénes son los que vuelven a creer, si “todas y todos” o sólo “las juntas y juntos de la unidad popular”, quiénes los que pueden cambiar este país y de qué cambios se trata, quiénes y cuántos son los quieren y de qué país hablan. ¿Contarán con los que no quieran los cambios que ellos quieren si un día pudieran cambiar lo que quieren? Para “devolver el país a la gente” tendrán primero que conseguirlo de quienes creen que lo tienen y determinar a qué gente le será devuelto, si a toda o a una parte.

A lo largo del escrito se refieren varias veces a las “políticas de austeridad y a las fuerzas que a ellas se oponen”. Dado que entre los sinónimos de “austeridad” nos encontramos con “sobriedad, moderación, rigor, economía, ahorro”, y entre sus antónimos con “despilfarro, ligereza, blandura, abundancia y desenfreno”, parece claro lo que prefieren, pensando que la factura la pagarán, como suelen decir, “los ricos y las grandes fortunas”. Y si no fuese suficiente, se la cargarán a “los mercados”, responsables  de las nefastas políticas neoliberales que impiden vivir con dignidad a “las trabajadoras y trabajadores de este país”, reestructurando la deuda con justas quitas… Es de agradecer que esta vez no hayan sacado a colación el vocablo “austericidio”...

Hablar de “austeridad” y constatar que las Comunidades Autónomas han seguido incrementando sus deudas y que la Administración General ha mantenido su nivel de gastos resulta,  cuanto menos, contradictorio.

Piensan que usando y abusando del término “desigualdad” se convierten en protectores de los débiles, sin importarles saber en cuánto se incrementó durante la época de Zapatero, y si hoy es mayor o menor,  y a qué se debe. Con la verborrea de las consignas tienen suficiente. 

Hacer política con el dolor y sufrimiento de las personas, y aprovecharse de su situación con fines electoralistas es deleznable. Triste es la existencia de un solo desahucio, pero resulta demagógica la publicación de un aumento desmesurado e irreal de su número para presentarse como defensores de una causa justa, y no denunciar su falsedad.

De la “precaridad”, mejor no hablar…no sea que les siente mal.

Apuestan por la “unidad popular”, sin decir en qué consiste, ni quiénes la componen ni quiénes se quedan fuera de ese mundo paradisíaco, en el que “todas y todos” tendrán los mismos derechos, superando los conseguidos por los pobladores de  “ La Rebelión en la Granja” de Orwell

Hablan de país sin citar el nombre de España. Hablan de pueblo y de gente, pero nunca de españoles. Parecen estar de acuerdo con las lalabras del inigualable ZP: “El concepto de nación es discutido y discutible”. Si lo tienen, se lo guardan, como hacen con la bandera de España en sus manifas. Nunca la llevan y siempre aparecen otras. ¡Qué bien comprenden el valor de los símblos los que se dedican al mundo de la cultura!.

Puestos a mostrar simbología del pasado, podrían recordar el Manifiesto Republicano de 19 de septiembre de 1868 que comenzaba con un “Españoles”, y terminaba con un “Viva España con honra”, igual que el de diciembre de 1930.

Razón tenía  Don Jacinto Benavente cuando exponía que “Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que para compartir un mismo amor”. 

Jorge Bustos, en El Mundo,  rechaza la postura de los “abajofirmantes” con una sonora cita del máximo dirigente de PODEMOS: “A los intelectuales y artistas que le exigen la fusión con IU, un Pablo Iglesias consciente de la mancha en las esencias que acarrea todo combate político les contestó: "Vosotros sois muy cultos y os encanta recoceros en esa especie de cultura de la derrota, la lucidez del pesimismo. Cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas, pero no te acerques". Ha sido la primera vez que he sentido simpatía por Iglesias”. ¡Si es que al “comando cultural” le surgen  contestatarios hasta de sus mismas trincheras!

Lo sorprendente de este manifiesto  del mundo de la cultura es que lo han redactado sin mencionar ni una sola vez  las palabras “izquierda” y “derecha” para que nadie les pueda criticar de padecer obsesiones de una y otra orilla.

17 de agosto de 2015

El "comando cultural" y la unidad popular

El 10 de febrero de 1931, Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañón y José Ortega y Gasset firmaron el “Manifiesto de la Agrupación al servicio de la República”. En él se hablaba de España, de los españoles y del Estado Español, y se hacía un llamamiento a "todos los españoles de oficio intelectual”. En octubre del año siguiente, la Agrupación se disolvió al constatar la escasa capacidad que mostraban sus mensajes, bien articulados ideológicamente y literariamente bien construidos,  contra las proclamas de los partidos políticos extremistas de aquellos años. 

A lo largo de los dos últimos siglos han sido innumerables los manifiestos de distinto signo que se han dirigido a los españoles - ciudadanos - pueblo – gente. Siempre han destacado, y especialmente desde 1977, aquellos de ideología izquierdista por su asiduidad y el compromiso de los autodenominados “representantes del mundo de la cultura, intelectuales y artistas, actores y actrices, cómicos y humoristas, cineastas y asimilados” que los alientan. Su notable popularidad no supera la influencia intelectual ejercida por aquella Agrupación y, vistos los resultados,  su contribución no es determinante en una sociedad centrada e instruida.

 El más reciente, por ahora, es el denominado  “MOVER FICHA POR LA UNIDAD POPULAR”. Aunque sean, mayormente, gentes del cine quienes lo apoyen, no faltan entre sus filas  agudos humoristas que no se han  percatado de inoportunas erratas (“al servicios de la gente”, “Tomos somos”, “precaridad”)  que aparecen y con las que hubieran realizado ocurrentes chistes y divertidas mofas, de haber sido otros sus autores.

Los escritores, dramaturgos y periodistas firmantes tampoco han  mostrado reparos,  aunque lo hayan pensado, sobre  las deficiencias sintácticas (“…para desalojar de la Moncloa a Mariano Rajoy, al bipartidismo y a las políticas de austeridad”, “…mientras los partidos políticos del cambio han asumido el papel que les ocupa, herramientas para que la ciudadanía tome las instituciones”) que rebajan la estructura del texto.  Y aunque se muestren de acuerdo con ese “progre modus loquendi” del lenguaje desdoblado, no lo prodigan en sus obras literarias, porque saben que el uso  del masculino genérico no es sexista. Algunas de las expresiones utilizadas (“…lo mejor de todas y todos aquellos que…”, “…que juntas y juntos aportando lo mejor de cada uno”)  ni siquiera cumplen con su objetivo de generalizar un lenguaje no sexista y no excluyente.  ¿Qué tal hubiera quedado  “…lo mejor de todas aquellas  y todos aquellos que…”, o “…lo mejor de todas y todos aquellos  y aquellas que…”, “…que juntas y juntos aportando lo mejor de cada una y cada uno”? Muy pesado,  sin duda, pero más coherente. La reiteración de sonidos aburre a la vista, ofende al oído y resulta antiestética.

¿Agradecerán  los músicos la belleza de unas rimas en prosa? A los que a ello se dedican, la sonoridad y la "musicalidad" interna les brota espontáneamente: “Reivindicar una política diferente al servicio de la gente, “Tomos somos conscientes de que este proceso es enormemente complejo y requiere aprender rápidamente de la cambiante realidad”.

Han publicado ya tantas declaraciones estos pensadores del “mundo de la cultura” (con algún cultureta incluido) que lo dicho una vez sirve para la siguiente, con ahorro de tiempo y esfuerzo:

“La gente no entendería que se antepusieran banderas partidistas por encima del interés común. Por eso reclamamos a los actores políticos clave que den un paso adelante  con audacia y responsabilidad, para crear un espacio común desde el que se pueda trabajar para recuperar la Comunidad de Madrid y ponerla al servicio de la ciudadanía”. (Manifiesto: Merecemos otra comunidad de Madrid)

“La gente no podría entender que en estas elecciones generales se pusieran banderas partidistas por encima del interés de la ciudadanía y las posibilidades del cambio.” (MOVER FICHA POR LA UNIDAD POPULAR)
 Su experiencia en lemas, consignas, pancartas y rótulos hace que los títulos que confeccionan sean un ejemplo claro de difusión ideológica en favor del pueblo maltratado por la minoría opresora. Suelen alardear de originalidad, pero en este caso han preferido la reiteración y el más puro eclecticismo de sus corrientes de pensamiento. Aprovechando el epígrafe de los camaradas chilenos, “Manifiesto de los cineastas por la Unidad Popular”  y el de Podemos, previo a las elecciones europeas de 2014, “Mover ficha: convertir la indignación en cambio político” han obtenido el sugerente y novedoso titular: “MOVER FICHA POR LA UNIDAD POPULAR”.

Aunque la declaración de los que dicen dedicarse a la cultura no parece haber buscado la perfección en las formas, encierra, sin embargo, un sagaz mensaje de viejas ideologías envuelto entre eufemismos, que analizaremos con mayor detalle en la próxima entrada.







10 de agosto de 2015

INDEPENDENTISMO CATALAN Y PARCIALIDAD TERTULIANA

A los pocos días de la convocatoria de las elecciones autonómicas catalanas  presentamos el  oportuno trabajo de José Tomás Cruz Varela, tan certero y real como el anterior, que alguien quiere convertir en plebiscitarias. Nos encontramos en una situación complicada en la que no puede triunfar quien no acata la ley. En necesario que se pronuncien el Gobierno de España y los partidos políticos que gozan de información y tienen intereses, pero ¿qué podrá decir el pueblo español si sólo cuenta con lo que le dicen los tertulianos? Me parece muy oportuna la lectura del siguiente artículo estos días de calor veraniego y político.
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INDEPENDENTISMO CATALAN Y PARCIALIDAD TERTULIANA

(De mi puño y tekla)

     Totalmente inoportuno y desafortunado el reciente encuentro  celebrado entre el Jefe del Estado y el Presidente de la Generalidad, Arturo Mas, quien días atrás se permitió la licencia de informar sobre el próximo proceso electoral independentista de Cataluña, y para mayor descaro, coincidiendo con la fecha de la audiencia, el consejero de Presidencia, Francisco Homs, se permitía cuestionar la legalidad de las instituciones españolas, que entre otras razones representa el propio Rey de España, Felipe VI. Afirmando que “Cataluña nunca será libre con una ley española”, dado que su independencia proviene de la legitimación democrática de las urnas. Mayor despropósito, imposible.

     Ante tal actitud y circunstancias, cabría preguntarse...¿que objeto puede tener un encuentro como el comentado? Según la escasa información filtrada, todo quedó en un mero acto parlamentario en el cual el Monarca, diplomáticamente, dejó patente con la seriedad de su gesto dentro de la obligada corrección la  total ausencia de simpatía hacia su interlocutor. El presidente catalán, demostró una vez más su total carencia de naturalidad  la absurda inclinación del tronco, nervioso y sin saber que hacer con las manos, dedicadas con empeño a intentar tirarse de los puños de la camisa que al parece no encontraba.

     Retornando al eficaz y activo consejero Homs, nuevamente apeló al manido argumento de que la legalidad vigente en España no rige en Cataluña por tratarse de otro país, ignorando que el contenido de nuestra Constitución afecta a todos los españoles. En definitiva, la farsa representada por semejante botarate ha provocado que los ciudadanos se cuestionen qué objeto o justificación podría adjudicársele a la comentada visita.

     Los restantes españoles que no son ni residen en Cataluña, como muchos otros catalanes antiseparatistas, se preguntan, por no emplear un adjetivo más grueso, la  forma  de afrontar el gran peligro que representan las manipulaciones, declaraciones e intenciones de la Generalidad catalana, sobre el pretendido carácter de las próximas elecciones del 27-S, que tanto Mas como sus socios de ERC y los restantes componentes del grupo secesionista, han calificado sin el más mínimo recato de plebiscitarias.

     Dado lo provocativo del planteamiento, el actual Gobierno, a través de su presidente, ha declarado lo que es legal e ilegal en función de la legislación vigente, advirtiendo que ante el menor quebrantamiento se obrará en consecuencia, sin explicar como, contra toda incitación que intente violar la  unidad nacional, o la provocación de un movimiento para la abolición de la Monarquía. Para Rajoy este tipo de estrategias intimidatorias suelen quedarse en rumores intencionados que a nada conducen, pero que para otro amplio colectivo  si tienen gran trascendencia y son tratados en algunas tertulias de las denominadas "de debate", intencionadamente o no,  creando un ambiente enrarecido y de preocupación entre la sociedad española, de imprevisibles consecuencias.

     Un Gobierno democrático debe respetar, mantener y defender la libertad de comunicación, pero otra cosa muy distinta es que se esté permanentemente amedrentando a los ciudadanos con inadecuadas comparaciones como se están realizando por ejemplo, con la presunta vinculación y similitud entre el Gobierno Bolivariano y el español o situaciones económicas entre Grecia y España, etc.

     Analizando las distintas formas de dirigir las citadas tertulias, existen ciertos responsables de las mismas, no es necesario citar nombres porque de sobra son conocidos, que confunden deliberadamente su función de control, respeto y coordinación de estos coloquios, proyectándose y apoyando  aquellos comentarios que de alguna manera favorecen a un partido político en cuestión. En la misma línea, tampoco es de recibo la defensa a ultranza que realizan conocidos periodistas sobre una formación política concreta, otorgándole invariablemente la razón o lo acertado de su gestión en todos los ámbitos, con independencia del tema que se esté cuestionando.

      Lo suyo sería que estos profesionales actuasen con un criterio más abierto e independiente, analizando las situaciones y decantándose en cada momento por aquello que consideren más justo y con total libertad; lo contrario podría dar lugar, presuntamente, a torpes interpretaciones, corruptelas y la llamada compra de voluntades que todos conocemos. Esas cerradas defensas, en todo caso, podrían ser ejercidas, como ya lo hacen, los miembros de los distintos partidos políticos que acuden a estos círculos de discusión que con gran acierto, no todos con la misma fortuna, están proliferando en nuestro país y con agrado por una mayoría de televidentes.

Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela

2 de agosto de 2015

PRIMARIAS A MEDIDA

Muchos políticos hablan de “primarias” y pocos – por evitar el nadie- las define. La mayoría dice tenerlas en sus estatutos,  pero no sabemos quién las sufraga y con cargo a qué presupuesto. Y casi todos dicen haberlas realizado en su partido, pero casualmente con la presentación de uno solo  al puesto, y a veces en compañía de algún comparsa ocasional para dar juego al juego. Cuando excepcionalmente se incumple la regla y sale elegido uno contrario a las querencias del jefe,  se le quita y se pone al que señale el su dedo poderoso para homenajear  a la era digital.

El relato que hoy nos presenta José Tomás Cruz Varela analiza, con cierta dosis de ironía,   las primarias de  PODEMOS  y las maniobras de su carismático líder, Pablo Iglesias  (el Joven).
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PRIMARIAS A MEDIDA
(Demi puño y tekla)

    El previsor y espabilado líder de Podemos, Pablo Iglesias, viéndose ya como próximo inquilino de La Moncloa, aunque según ha reconocido preferiría continuar durmiendo en su piso de Vallecas, ya ha comenzado a tomar precauciones parea curarse en salud cuando deba ejercer como Presidente del Gobierno. Entre ellas y como primera medida para garantizarse la fidelidad de sus diputados, diseñó recientemente un nuevo sistema de primarias consistente en que cada una de las listas que presente Podemos en el Congreso, prácticamente, deberá contar con su aprobación, o bien siendo directamente designados. Así de rotundo se manifestó el dueño y señor de la ética y la moral, crítico con los vicios de la casta y adalid de la libertad y la democracia  hasta sus últimas consecuencias.

     Tal método, peculiar y original sucedáneo de las primarias actuales, pasa por la creación de una exclusiva circunscripción con una lista única de hasta 350 nombres que será votada en bloque. Tal sistema anula la posibilidad de que se presenten nombres incómodos, pertenecientes a otras corrientes que ideológicamente puedan incordiar al líder del partido, dado que con la citada lista única copará todos primeros puestos de salida y nadie piensa en votar a otra que no sea la confeccionada por Iglesias y su escudero Iñigo Errejón. Un comportamiento como el descrito rompe el tan cacareado pluralismo en la formación, evitándose así que ningún líder provincial alcance relevancia y se convierta en un elemento molesto, con lo cual tal remedo de primarias impuestas está suscitando serias criticas hasta entre los considerados como incondicionales.

     Traducidas a números y porcentajes las discrepancias que se están originando en el seno de Podemos y como era de esperar ya comienzan  a preocupar. Concretamente, ya son 855 al jueves 9 de julio los cargos electos disconformes, entre diputados y miembros de las direcciones territoriales (casi un 25% del total) los firmantes del manifiesto crítico contra las primarias, a través del cual solicitan cambios o una consulta a las bases, con el agravante de que 6.800 simpatizantes de todo el país desaprueban el sistema y se están solidarizándose con la recogida de firmas.

     Aunque la dirección del partido, léase Pablo Iglesias, no tienen previsto dar marcha atrás, el patón cometido en esta ocasión por el líder ha sido descomunal. Obviamente sus colegas de confianza le siguirán hasta donde haga falta y soñando con un futuro mejor que les permita a muchos de ellos abandonar sus penurias y acceder a un puesto en el que Hilario pase a ser don Hilario, con despacho, moqueta y secretaria que coordine su apretada agenda y un sinfín de  bicocas y canonjías, entre las que destacará un sueldazo en condiciones (no confundir con el premio de la ONCE), y de paso, una vez tomada posesión del carguete, como buenos sufridores y resentidos sociales, comenzar a repartir guantazos, metafóricamente, a partir de noviembre o diciembre.

     Es menester reconocer que Pablo Iglesias, políticamente tiene carisma y en estos momentos se le abren las puertas, es inteligente, improvisa fácilmente y es un personaje buscado al que se ofrece la gente buscando una oportunidad, No obstante, en esta ocasión con sus diabólicas primarias y aunque no lo reconozca lógicamente, ha cometido un gran error cuyas repercusiones no es fácil calcular, añadiendo que a estas altura y con el proceso en marcha ya no cabe la rectificación, por muy dura que sea la contestación que está recibiendo por parte de los suyos. La oposición, como es natural,  está aprovechando  para devolverle sus insultos y descalificaciones, pero el gran problema se basa en que ya no puede rectificar, dado que si en el primer enfrentamiento serio se viese obligado a ceder y desdecirse, la pérdida de autoridad sería total y muy cuestionado su futuro político.

     En la misma línea de despropósitos habría que incluir el portazo que le ha suministrado Alberto Garzón de IU, quien desveló que había sido el propio Iglesias el que le propuso integrarlo en las listas para el Congreso, cuyo ofrecimiento declinó, al menos por el momento, el líder comunista optando por mantener su dignidad. En efecto es un político con futuro, joven, cargado de ideas y militando en un partido con gran raigambre en España, mientras que Podemos, sin restarle méritos, está disfrutando  actualmente, si bien más pronto que tarde y con sus postulados entre utópicos y populistas, terminará desapareciendo, aunque previamente a ese vaticinio no será difícil imaginar una multitudinaria manifestación en Madrid y encabezada por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez (PSOE) y alguno más, celebrando su victoria en las generales con más de un millón de participantes e infinidad de ellos enarbolando la bandera republicana, nada que ver con lo que ocurre con la roja y gualda. cuya aparición  sorprende a los mismísimos españoles en las manifestaciones organizadas por la derecha...¡¡Tiempo al tiempo!!

 Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela