Don Patxi López y la ocasión perdida
"No hay nada peor que una guerra civil, en la que los vencidos
son destruidos por sus propios amigos" (Dionisio de Halicarnaso)
No ha estado fino el ex lehendakari Sr. López, don Patxi, como analista político. Hasta el título de su artículo “Perdonen por nuestro Gobierno” suena desafinado. La sólida formación que se supone lleva aparejado el desempeño de un alto puesto no ha quedado acreditada en ese escrito y maliciosos habrá que se acuerden de Zapatero: “Cualquiera con muchas ganas y una idea básica del país puede llegar a ser presidente de Gobierno. Todo el que cuente con apoyo de la ciudadanía puede serlo independientemente de su cualificación”.
El oportunismo electoral de Patxi López le ha llevado a inculpar al presidente del Gobierno español en una catástrofe humanitaria que no ha creado. No están claros, o quizás sí lo están, los motivos por los que se le olvida citar a Bashar al-Assad, presidente de Siria y del Partido Baath Árabe Socialista, al menos una sola vez. De antiguo son conocidas las buenas relaciones que el PSOE mantiene con el partido gobernante sirio, y dado que una información fluida ayudaría a comprender mejor el problema, el articulista podría haber profundizado en las causas del conflicto; pero no lo ha hecho. Eludir las responsabilidades de los dirigentes de allá y repartirlas entre mandatarios europeos de acá no le beneficia.
Las guerras civiles, como lo fue la española y la siria lo es, son originadas por unos y sufridas por otros que poco tienen que ver con los primeros. El enfrentamiento entre bandos opuestos produce refugiados inocentes que huyen de la muerte. El Sr. López, don Patxi, podría haber explicado cómo ha conseguido saber que “Rajoy no se acuerda o no quiere acordarse de los refugiados españoles de 1939”; y tampoco lo ha hecho. La imaginación y los deseos invalidan con frecuencia los juicios de valor. No resulta ético hacer política con meras suposiciones. Ha quedado bien recordando a los “republicanos españoles” refugiados en Francia, y se hubiera superado de haber tenido presentes a los miles de vascos que huyeron del terrorismo años después.
No es sorprendente que Patxi López, mezcle la “guerra civil de Siria” con “el hambre y las enfermedades de África, con sus dictadores y el cobijo que Europa daba a sus expolios”, ya que si bien dice lo que sabe, no sabe decir que las causas del exilio político difieren de las que llevan a la emigración por necesidad económica, y, por dolorosas que ambas sean, requieren soluciones distintas:
“Y dice el señor Rajoy, y otros que no quieren asumir ninguna responsabilidad, que el problema hay que resolverlo en origen. Ya. Pero qué casualidad que digan esto los que nunca han querido mover un dedo. Los que han recortado todas las ayudas a países en desarrollo. Los que no han querido asumir que la miseria ajena, que las violaciones en otros países, son también nuestra responsabilidad aquí. Señor Rajoy, tenemos este enorme drama porque no hemos sabido, y muchos no han querido, resolverlo. Se nos llena la boca hablando de políticas comunes de inmigración, de reforzar la ayuda a los países que tienen estos problemas, y lo único que les hemos mandado han sido drones.”
Cuando acusa de esa forma, se olvida del estado lamentable en el que su Gobierno socialista dejó España en diciembre de 2011. Si el “mayor recorte social de la Historia de la Democracia la hizo Zapatero”, ¿por qué lo oculta y se lo carga al PP? Con semejante herencia, toda queja es puro cinismo. ¿Acaso cree que Rajoy habría recortado distintas partidas en 2012, si Zapatero hubiera dejado el mismo déficit que heredó en 2004?
Se le olvida decir al Sr. López, don Patxi, que Rodríguez Zapatero gobernaba en España cuando la guerra de Siria comenzó, y él lo hacía también, con la ayuda imprescindible del PP a cambio de nada, en el País Vasco. Ni desde Moncloa ni desde Ajuria Enea “nadie movió un dedo ni hizo ni dijo nada” entonces. Ni siquiera los del “No a la guerra” salieron con aquellas pancartas de PAZPAZ.
En el artículo que nos ocupa aparece una trampa discursiva de corto recorrido y patético final. Empieza hablando en plural, primera persona, simulando incluirse (“No podemos… sabíamos… obligamos… sabemos… tenemos… hemos dejado… hemos mandado… hemos aplaudido… hemos soportado… estamos permitiendo…”), después culpa a sus adversarios (“otros no quieren… que digan esto lo que nunca han querido… los que han recortado…los que…”), y finalmente se pone como ejemplo de luchador por la justicia y la solidaridad: “Hoy nos toca poner en práctica la solidaridad con estos refugiados. Y hace falta voluntad y medios; las buenas palabras y alguna limosna, reducida al mínimo por el egoísmo inhumano, no son suficientes”….”No es solo por solidaridad, es también por nuestra propia decencia, para no tener que vivir con nuestra propia conciencia amordazada.”… “Yo, también, hoy con vergüenza quiero decir: perdonen por nuestro Gobierno, los españoles no somos así”.
De estos dos párrafos (“Hemos aplaudido las primaveras árabes para después no hacer nada para que pudieran consolidar la democracia. Hemos soportado una guerra interminable y criminal en Siria sin tomar medidas reales.” y “Sólo hemos tenido expresiones de horror anta la barbarie del Estado Islámico (IS) y estamos permitiendo que 40.000 fanáticos sanguinarios campen a sus anchas arrasando Siria e Irak.”) no se deduce si está a favor de una intervención armada en Siria contra el Estado Islámico (IS) o contra el régimen de Bashar al-Assad o contra ambos, o si prefiere mantener el actual statu quo hasta que se manifiesten los del “No a la guerra” y sepa de qué lado están esta vez.
Se erige en defensor de comportamientos humanitarios mientras anatematiza a la “derecha” de falta de solidaridad, sin precisar si española o europea o ambas a la vez: “No es sólo un problema de fronteras o de seguridad interna de la Unión Europea como nos quiere hacer ver la derecha, es una cuestión de humanidad, es una crisis humanitaria. Son personas que mueren huyendo de la muerte mientras piden refugio en nuestra casa. La capacidad más humana, lo que de forma más radical nos separa de los animales es la capacidad de sufrir con el dolor ajeno. Demostrémoslo.” Y sin embargo, los sirios prefieren "la insolidaria Alemania de Merkel" (de derechas, por supuesto) a otros países más próximos en ideología, religión, geografía y cultura.
Del uso repetido del término solidaridad salta a su praxis: “Hoy nos toca poner en práctica la solidaridad con estos refugiados. Y hace falta voluntad y medios; las buenas palabras y alguna limosna, reducida al mínimo por el egoísmo inhumano, no son suficientes.” Hemos oído decir una y mil veces a ciertos líderes socialistas que esa solidaridad se basa en el reparto de la riqueza que el Estado obtiene con los impuestos de “todos y todas”, con la misma progresividad y sin distinción del lugar donde se generan, entre los que menos tienen y más lo necesitan, aportando más quienes más tienen. Sin embargo, no hay constancia de que esto se cumpla mientras no demuestre que el sistema del “cupo fiscal vasco” también es solidario con el resto de España y que “cada vasco y cada vasca” contribuye en la misma proporción que los demás al bienestar común, sin ser privilegio de unos y perjuicio de otros. Predicar solidaridad hacia fuera sin practicarla dentro resultaría una ironía hipócrita.
Hay expresiones (“Pero además, más importante que recoger a regañadientes a unos grupos de refugiados, es entender que el asilo político, es un principio moral de la propia democracia europea. No se trata de una discusión de cuotas, se trata de defender y no renunciar a un valor ético que dé sentido a la propia existencia de la Unión.”) y manifestaciones (pancarta en el Ayuntamiento de Madrid con el “ “REFUGEES WELCOME”) que denotan “buenismo” a raudales, pero solamente con eso no se da ni cama ni comida a los de miles de exiliados. Y no se trata de pequeños “grupos de refugiados” (don Patxi dixit) los que llegan y llegarán a España. El alojamiento, manutención e inserción laboral y social de más de quince mil personas no es un asunto menor. A medida que se acerque la hora de la verdad solidaria, comprobaremos los comportamientos de cada Ayuntamiento y Comunidad Autónoma. Todos dicen querer hacer pero que el Estado ponga los dineros, que ellos no los tienen, y que al pagar todos nuestros impuestos correspondientes a la caja común, todos seremos igual de solidarios.
Mientras no acabe esa guerra civil en Siria, y en otros países, no habrá paz. Y lo que es peor, aumentará el número de refugiados huyendo de una muerte anunciada. Tenía razón J.F. Kennedy:
El próximo día veremos una opinión complementaria poco afortunada...del otro Sr. López, don Óscar.
Todos se superan y las bobadas más todavía. Ved este ejemplo
ResponderEliminar"Monedero carga contra Aznar: le culpa de la guerra en Siria"
Monedero dice así: "Ofensiva desastrosa en Siria y naufragio de Rato. Mientras, Aznar, responsable en ambos casos, se hace el estadista. Gente con impunidad".
se puede leer aquÍ:
http://ecodiario.eleconomista.es/politica/noticias/7052586/10/15/Monedero-carga-ahora-contra-Aznar-le-culpa-de-la-guerra-en-Siria.html
Por casualidad o por sentido común de ver las cosas y escribirlo, el adminsitrador del blog habla del cupo o acuerdo vasco y si es solidario o no y se ha adelantado a la polvareda de estos dos días sobre eso. ¿Ahora se dan cuenta los polticos de que eso esta muy oscuro y deja mucho que desear sobre la igualdad? Han hablado muchos y de muchos partidos pero Pachi Lopez noha dicho ni pío. Animo al Adminsitrador a que siga metiendo el dedo en esa llaga. Como los catalanes se apunten a otro concierto y les siga Madrid algun as regiones van a tener solidaridad por la tele.
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