El diario El País publicó un interesante y documentado artículo titulado “El ‘procés’ entra en la escuela catalana. La polémica sobre si hay adoctrinamiento en las aulas se ha reavivado con la crisis. Expertos e implicados manifiestan opiniones encontradas”. En él se recogen opiniones muy diferentes de personas y organismos sobre el supuesto adoctrinamiento en la escuela catalana. Su lectura completa es preferible a un esquemático resumen.
Tras un breve relato de la sesión parlamentaria vista en una entrada anterior en la que C´s debatió sobre el adoctrinamiento los demás partidos, el artículo termina con una nota aclaratoria: “El Supremo avaló en 2015 que el 25% de las clases sean en castellano, tras una sentencia de 2010 del Constitucional sobre el Estatut, que estableció que el castellano debía ser vehicular junto al catalán. Un centenar de alumnos ha ganado sentencias para que en sus centros se aplique ese 25% mínimo, según las cifras de Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña”.
Llegados a este punto, la pregunta pertinente es si esa Sentencia se cumple o no, y por qué. Los negacionistas del adoctrinamiento en la escuela deberían responder con claridad. Los mismos que hace algunos años aseguraban los beneficios pedagógicos de la enseñanza en lengua materna para introducir el catalán, hoy se los niegan a quienes tienen el español o castellano como lengua materna en su casa.
Parece no importarles a los separatistas el fracaso escolar de "los diferentes". Prefieren nacionalismo al éxito en los estudios: “Nueve de cada diez alumnos que repiten dos o más cursos en Cataluña son castellanohablantes. Los estudiantes que tiene el castellano como lengua materna fracasan el doble, según un informe de Convivencia Cívica basado en PISA 2015”.
Pero realmente no puede haber adoctrinamiento escolar si no hay adoctrinadores. Quien puede adoctrinar políticamente en un colegio es el profesorado, y éste tiene que contar necesariamente con la anuencia de la dirección del centro, de la Inspección y, en último término, de la autoridad de la Consejería de Educación. Pocos profesionales de la educación arriesgarían su puesto de trabajo por manipular ideológicamente a sus alumnos si fueran conscientes de que el peso de la ley caería sin compasión sobre los que prefieren adoctrinar en vez de formar.
Por consiguiente, del tipo de profesorado, de Inspección y de autoridades político-educativas depende que haya o no una perversión de la enseñanza en las aulas: “El adoctrinamiento ideológico que sufre la educación en Cataluña para fomentar el sentimiento nacionalista entre los más jóvenes no solo es fruto de una determinada directriz política, sino que también está relacionado con el perfil que poseen los propios profesores y maestros, ya que conforman, de lejos, el colectivo profesional más independentista. El profesorado catalán -de Primaria, Secundaria y Formación Profesional- posee una posición política notablemente escorada hacia el nacionalismo y, además, es muy militante en su defensa, según se desprende de los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) analizados por Convivencia Cívica Catalana”.
Así comienza el artículo “El colectivo de profesores es el más independentista de Cataluña. Es la profesión que presenta mayor número de separatistas y votantes de ERC, en comparación con el resto de la población catalana”.
Centrándonos en la profesión docente podemos resumir el contenido del trabajo mencionado en los siguientes términos:
- Más de un 40% de profesores en Cataluña se sienten 'únicamente catalanes', el doble que la media de la población.
- Un 10% de los catalanes afirma sentirse ‘únicamente españoles’ y sólo un 2% de los docentes sienten eso.
- La profesión donde más personas se sienten 'únicamente catalanes' es la de profesor, con un 41%, doble que la media de la población (21%).
- Un 61% de los profesores quieren que Cataluña sea estado independiente, 23 puntos superior a la media (38%).
- El profesorado presenta el doble de votantes de ERC que la media a nivel regional. Los profesores en Cataluña son el colectivo profesional que más vota a ERC (25% sobre el total de encuestados).
- El colectivo docente en Cataluña muestra un elevado grado de movilización política. Un 19% de la población catalana se abstuvo en las últimas elecciones generales; el porcentaje se reduce a un 11% en profesores de F.P. y al 8% en el caso de los de primaria o secundaria.
- Secesionismo: el 56% de los docentes de secundaria lo apoya en Barcelona, el 75% en Lérida y Tarragona y el 88% (casi 9 de cada 10 docentes) en Gerona.
- El profesorado en Cataluña muestra "unas ideas políticas diferenciadas a la media de la población catalana, notablemente escoradas hacia el nacionalismo y además es muy militante en su defensa".
- ¿Esa ideología es causal o se ha buscado deliberadamente por los sucesivos gobiernos catalanes, de quien dependen directamente los centros públicos e indirectamente, los concertados?
- Convivencia Cívica recuerda que en los años 90 diversos medios sacaron a la luz el borrador del que iba a ser el programa ideológico de Convergencia, un programa integral de catalanización y entre cuyos objetivos se fijaba, con relación a los maestros, el "promover que en las escuelas universitarias de formación del profesorado se incorpore el conocimiento de la realidad nacional catalana", "velar por la composición de los tribunales de oposición" o "reorganizar el cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza. Vigilar de cerca la elección de este personal".
- Convivencia Cívica concluye que "la escuela en Cataluña debería enseñar a los alumnos a pensar y no a qué pensar y, asimismo, la selección de los docentes debería efectuarse en base a criterios estrictamente profesionales y alejados por completo de la política", cosa que, a la vista de los datos, no sucede.
Como complemento de lo anterior recordemos las declaraciones de la Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE), analizadas en la entrada ¿Existe realmente adoctrinamiento en la escuela catalana? con motivo del expediente de Jordi Cantallops, Inspector de Educación de Barcelona, por sus declaraciones contra el adoctrinamiento en la entrevista que le hizo El Mundo:
"Soy inspector de Barcelona y sí, se adoctrina en los colegios… se adoctrina con el conocimiento e inacción de responsables públicos".
"Soy inspector de Barcelona y sí, se adoctrina en los colegios… se adoctrina con el conocimiento e inacción de responsables públicos".