24 de marzo de 2018

GOBIERNO Y OPOSICIÓN DESCONCERTADOS. CIUDADANOS CON EXPECTATIVAS

 No descubriré ningún secreto diciendo que en la España de hoy abundan los liderazgos mediocres de personajes vulgares que utilizan la política su medio de vida. Lo han demostrado en los dos últimos debates,  como apunta nuestro colaborador José-Tomás Cruz Varela, con la falta de propuestas razonables y exceso  de electoralismo demagógico en sus discursos.
 ======================
GOBIERNO Y OPOSICIÓN DESCONCERTADOS. CIUDADANOS CON EXPECTATIVAS
(De mi puño y teckla)

Francamente tristes las intervenciones que nos regalaron nuestros políticos,  tanto en el Pleno sobre pensiones como en  el debate sobre la prisión permanente revisable. La imagen que están proyectando con situaciones como las comentadas dice muy poco en su favor. La ausencia de liderazgos fuertes  está generando gran desconfianza hacia nuestros gobernantes al detectar en ellos falta de iniciativa, prudencia, calidad política, nivel intelectual y capacidad de gestión. En general, y comparándolos con los de la transición, la pérdida de prestigio profesional es visiblemente notoria.

   A nuestros regidores, comenzando por los del PP, lo que les ocupa y preocupa  ahora, son las manifestaciones de pensionistas, auténtico caladero de votos al que hay que cuidar con esmero, como intentó hacer el pasado  jueves el presidente Rajoy  aunque sin éxito, ya que de lo contrario adiós a las mayorías en las próximas elecciones, y de paso, pérdida de todas las canonjías  que han venido disfrutando, tanto ellos como sus parientes, amigos y compromisos con los que hay que corresponder. Don Mariano sabe que por el momento, tanto el PSOE como Podemos están de capa caída y sin expectativas de mejora a corto plazo, tal como están reflejando los sondeos de opinión.

   El único contrincante y enemigo a batir de los populares es Ciudadanos y a la vista de los acontecimientos, encuestas aparte, lo tienen bastante crudo. Recordemos una vez más que sobre la formación conservadora sigue pesando y mucho la lacra de la corrupción que arrastran. Existe otro serio peligro que siempre ha manejado muy bien el radicalismo de izquierda y que ya comienza a divulgarse a través de las redes sociales, amenazando con una huelga general para deteriorar las posiciones gubernamentales.

    Tal como prometió y se ha cumplido,  la Coordinadora en Defensa del Sistema Público de Pensiones, los jubilados, una vez más,  salieron a manifestarse masivamente el pasado sábado. Su portavoz en Madrid, Lorenzo Sola, declaró que su colectivo no otorga credibilidad alguna al Jefe del Ejecutivo, amén de sentirse decepcionados y ser ellos los que prácticamente le  obligaron a acudir al Parlamento. El Gobierno y los partidos se han visto desbordados y asombrados por el interés reivindicativo y presencia de miles de perjudicados que salen a manifestarse, algo inédito años atrás. Rajoy, por el momento solo ha ofrecido un vago compromiso fiscal condicionado a que se aprueben sus Presupuestos.

   Regresando al párrafo primero, la celebración del debate no pasó de una lamentable pérdida de tiempo en el que nadie propuso un coherente sistema para salvar las pensiones. Ni Rajoy con su perorata de números y porcentajes, ni la oposición del PSOEPodemos con sus burdas descalificaciones de siempre nada solucionaron. Los jubilados, con toda la razón mantienen sus críticas al Gobierno por no ofrecer soluciones concretas que eviten su galopante empobrecimiento.

   Para finalizar, en el PP, la inquietud crece por días al comprobar que todas las estrategias orquestadas hasta el momento para desgastar y frenar el crecimiento de Ciudadanos han resultado inútiles. Albert y los suyos se sienten eufóricos viendo los escaños que los demoscópicos les adjudican a través delas encuestas, pero lo cierto es que la frase que cada vez se escucha con mayor frecuencia dice más o menos…."Tal como están las cosas, al único que se puede votar es a Podemos"….¡¡Tiempo al tiempo!!

José-Tomás Cruz Varela

Exdirector de RR.HH.

17 de marzo de 2018

Electoralismo y demagogia

En la entrada anterior, PENSIONES: PROBLEMÁTICO PRESENTE Y OSCURO FUTURO, José-Tomas Cruz Varela hablaba del problema de los jubilados con el futuro de sus pensiones. El pasado día 14 se celebró en el Congreso de los Diputados un agrio debate sobre este tema,  en el que más que propuestas de solución se oyeron consignas de confrontación.  Es posible que todos los partidos políticos quieran mejorar notablemente las exiguas cantidades que cobran los mayores, según muchos de ellos, y los gobernantes de turno asegurarse un caudal inmenso de votos mediante un incremento generoso de las pensiones. En el gasto podrán coincidir unos y otros, pero más complicado lo tendrán par conseguir los ingresos necesarios. El título del artículo refleja el ambiente que inunda nuestra sociedad de hoy.
===============================================

Electoralismo y demagogia
(De mi puño y tekla)

    Han llamado poderosamente la atención las declaraciones  efectuadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien con la lógica aquiescencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que “la era de la austeridad ha llegado a su fin”, lo que permitirá beneficiar a los sufridos funcionarios con una subida histórica del 8% (6% en el periodo 2018-2020 más un variable del 2%), 11 días al año de libre disposición, y como remate, la recuperación la jornada de 35 horas.

   Tales manifestaciones chocaron frontalmente con la respuesta y tratamiento  otorgado a los 9 millones de pensionistas, que recientemente y durante varios días han tomado las calles de nuestras ciudades, con manifestaciones masivas reivindicando una revisión de sus miserables retribuciones, cuyo incremento para el 2018 ha sido del 025%, al igual que los restantes 5 años anteriores, lo  que implica una insufrible pérdida de poder adquisitivo para el amplio colectivo de jubilados que han tenido que recurrir a la protesta callejera para ser escuchados con muy escaso éxito y sin resultados.

   El generoso comportamiento del Ejecutivo con los funcionarios, como era de esperar, ha sido altamente criticado por su descarado e inoportuno tinte electoralista y demagógico, si bien es justo reconocer a este colectivo sus sacrificios en la época de crisis que les fueron posteriormente compensados. No obstante, la citada mejora, debería guardar cierto paralelismo con la evolución salarial en el sector privado. Nadie imagina que en el ámbito de las negociaciones entre empresarios y sindicatos se contemplen semejantes porcentajes en torno al 8%. Con tal subida, se corre el riesgo del efecto llamada a otros sectores abocando a las cuentas públicas a una espiral de gasto irresponsable.

    En sentido contrario si parece acertada la vinculación de cualquier mejora de las condiciones de trabajo y los sueldos de los funcionarios, condicionándolo a que la economía crezca en comunidades y ayuntamientos, siempre y cuando cumplan con sus respectivos presupuestos.

   Últimamente, los comportamientos de la ciudadanía están resultando perturbadores para el Ejecutivo, que al parecer,  no quieren, no pueden o no saben como solucionar ni reaccionar ante las sucesivas protestas de los ciudadanos. Tal situación, guste mas o menos, es un fiel reflejo de que los españoles  no entienden ni comparten el comportamiento del Gobierno del PP. Los ciudadanos comienzan a hartarse de la forma de actuar de ciertos políticos que solo tratan de justificarse alegando “no saber o no recordar nada”, bien cuando son acusados de presuntos delitos de corrupción u otras irregularidades graves. Como igualmente miran hacia La Moncloa esperando acertadas decisiones y solo encuentran un incomprensible silencio que nada arregla y menos soluciona. La cuestión es mantenerse en el poder a cualquier precio porque lo demás les importa un cigoto….

   Como nota discordante e incomprensible, en el último Consejo de Ministros y a pesar de la multitud de personas que inundaron nuestro suelo patrio con motivo de la huelga del 8M, al parecer, nada se debatió ni reflexionó sobre lo sucedido ni a modo de comentario y menos aún sobre el lazo morado de don Mariano. ¿Será cierto eso de la "parálisis política" de la que tanto se acusa al Gobierno?....¡¡Tiempo al tiempo!!

José-Tomás Cruz Varela

12 de marzo de 2018

PENSIONES: PROBLEMÁTICO PRESENTE Y OSCURO FUTURO

Los españolitos de a pie sabemos que el problema de las pensiones tiene un hoy complicado y un mañana peor. Mientras los políticos gobernantes no ofrezcan remedios eficaces y los de la oposición no se abstengan de pregonar demagogias  baratas para conseguir votos, que es lo único que todos ellos persiguen, no habrá estabilidad ni confianza en el futuro.

 Interesantes resultan las opiniones de José-Tomás Cruz Varela sobre el mantenimiento del Sistema Público de Pensiones e inquietantes los cambios que se ciernen sobre las relaciones laborales del futuro. Como él mismo dice, ¡Tiempo al tiempo! para comprobar si son para mejorar el presente.
===================

PENSIONES: PROBLEMÁTICO PRESENTE Y OSCURO FUTURO
(De mi puño y tekla)

   De auténtico desvarío habría que tildar las desafortunadas afirmaciones de triunfalismo económico y creación de empleo que tanto gusta pronunciar a Rajoy en sus escogidas y prudentes apariciones públicas. Generar falsas expectativas pensando en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 2019 constituye un gran error que solo contribuirá, de seguir así, a infundir mayor frustración incluso en el PP. Su frase de recomendar a los ciudadanos que ahorren para completar la prestación del Estado, supone un descarado insulto para miles de trabajadores cuando con sus magros ingresos se sienten incapaces de llegar a final de mes.

   Son legión los ciudadanos que  cargados de razón y tras haber cotizado a la S. Social durante muchos años, están altamente alarmados por los derroteros que apunta el tema pensiones en España. De ahí ese gran colectivo de jubilados que días atrás llenaron las calles de nuestras ciudades reclamando una pensión justa o por lo menos digna tras haber cumplido con sus obligaciones toda una vida. Curiosamente, el primer sorprendido por dichas manifestaciones fue el propio Gobierno, al tratarse de un colectivo no acostumbrado precisamente a la protesta callejera, que a partir de ahora  deberán tomar mucho más en serio y no solo por lo que representan sus votos

   La triste realidad es que el debate sobre este merecido subsidio está adquiriendo un tinte complicado entre las distintas formaciones políticas por su repercusión electoral. De ahí el citado acoso al Gobierno demandando un plan que garantice la sostenibilidad del sistema a largo plazo, y que de  inmediato, solucione la pérdida de poder adquisitivo, petición en la que también participa el PP.

   El origen de este gran problema obedece a que el método aplicado ya no es viable financieramente. El fondo de la hucha de pensiones solo dispone de algo más de 8.000 millones de los 66.815 con que contaba a finales del 2011 y con las medidas adoptadas hasta el momento solo se suavizará la situación pero ni mucho menos el solucionarla. Incluso, disponiendo de 20 millones de ocupados, la Seguridad Social seguiría siendo deficitaria en el 2020. La causa se debe  a que muchos de los empleos son de baja calidad y reducidas cotizaciones sociales como por ejemplo en el caso de los contratados a tiempo parcial, aunque en realidad y en muchos casos sus jornadas sean mucho más amplias. Conviene recordar que en los dos últimos años el Ejecutivo se ha visto obligado a habilitar importantes créditos a través del Tesoro para que la S.S. pudiese abonar las pensiones.

   Añádase que por parte de la oposición, PSOE y Podemos están presionando al Gobierno para lograr una revalorización anual del incremento superior al miserable 0,25%. De hecho, los socialistas ya registraron en el Congreso una propuesta de subida hasta el 1,6% equivalente al IPC y financiado con impuestos. En línea similar y para contrarrestar, el ministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro,  ya está contemplando la posibilidad de reducir el IRPF que afecte a los jubilados de mayor edad.

   Reflexionando sobre lo que sucederá a no muy largo plazo, induce a pensar que el modelo laboral de la nueva economía que se nos avecina, en muchos sectores guardara escasa similitud con lo que hemos vivido hasta ahora. Todo cambiará discurriendo hacia un empleo cada vez más autónomo. La relación tradicional de empresario-trabajador prácticamente desaparecerá, lo que nos conducirá igualmente a un nuevo modelo de relaciones laborales que incidirá en diversos aspectos, y entre ellos, en el propio contenido de los sindicatos con unas empresas cada vez más atomizadas y plantillas más reducidas.

   Surgirán nuevos enfoques que  obligarán a un profundo replanteamiento del sistema de pensiones públicas que afectará a los que comiencen a trabajar ahora y a cobrar a partir del 2050, rigiéndose por una normativa que en nada se parecerá a muy poco a la actual originada por el descenso demográfico y otras vicisitudes que sin duda influirán. Lo que no resulta cuestionable es el continuar con la absurda política de parches que a nada bueno nos conducirá. Inicialmente lo suyo sería aprovechar el Pacto de Toledo tendente a conseguir propuestas eficaces y alcanzables, si bien, el intentar tomar decisiones acertadas con siete legislaturas por delante resulta harto difícil por no decir imposible....¡¡Tiempo al tiempo!!

Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela

5 de marzo de 2018

El debate sobre los "deberes escolares" nunca se agota

Todos los cursos y en todos sus trimestres, se abre el debate sobre los “deberes escolares de los alumnos”, esas tareas a realizar fuera de clase, y nunca se cierra. Aún resuenan los ecos de la huelga que la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos) impulsó hace algún tiempo contra los deberes a los alumnos de la escuela pública, que es su ámbito de referencia.

Pedía, entre otras cosas,  que se regularan las tareas fuera del aula para no sobrecargar a los alumnos, una campaña sobre su ocio y tiempo libre y no alterar la vida familiar en su lucha con los deberes.  Pero legislar sobre cuestiones complejas y enfrentadas, entre el todo y la nada sin saber dónde está el punto medio,  puede resultar inútil.

La CEAPA no propuso fue un debate sobre la racionalidad de los deberes y su posible necesidad. Cuestionó directamente la labor de todo el profesorado y mandó un mensaje malicioso a familias y alumnos para que incumplieran aquellas tareas encomendadas por los profesores. 

Los deberes solo tienen una exigencia: ser razonables. ¿Adaptados a la edad? Razonable. ¿Cantidad moderada? Razonable. ¿Adecuados al refuerzo de lo aprendido o a la comprobación de lo no aprendido? Razonable. Y razonable es que sean personalizados, aunque difícil de llevar a la práctica. ¿Se puede legislar todo eso? Si no es imposible, se le acerca.

Pero lo que de verdad se pretendía con esa protesta era la eliminación de los deberes por ser, decían,  “fuente y fomento de desigualdad entre aquellos padres que tienen capacidad formativa o económica para apoyar a sus hijos y quienes no la tienen”, y todo ello, aun sabiendo que existe una correlación entre los trabajos en casa y los resultados académicos.

¿Provocan desigualdad los deberes? Discutible. Hay padres que pueden y quieren ayudar a sus hijos; los hay que no pueden aunque quisieran,  y los que hay, también,  que ni pueden ni quieren. Hay y habrá siempre padres dispuestos a ayudar a sus hijos con o sin deberes. ¿Alguien podrá legislar su prohibición? Y los hay que no lo harán nunca en ningún caso. Sabemos que unos alumnos son más capaces que otros para el aprendizaje. ¿Suprimimos los conocimientos para que todos sean iguales?  Ante esta situación se propone una solución: realizar las tareas en el colegio, en clases fuera de horario, con refuerzo y apoyo. Es de suponer que debieran ser voluntarias, y no sería demasiado aventurado asegurar que a ellas irían posiblemente  los hijos de los padres más interesados. 

Todos sabemos, padres y profesores, colegios e instituciones educativas, que debe imperar el sentido común y la proporcionalidad de las tareas  con la edad a la que van dirigidas, y sobre todo, adoptar una jornada escolar diaria de trabajo que no se acerque ni sobrepase la del adulto. 

Si es preciso tener en cuenta la opinión de los padres, lo será también hacerlo con la de los profesionales de la educación. Éstos son los que saben que,  dentro de una moderación, los deberes afianzan lo aprendido durante el día en el aula, favorecen los hábitos de estudio,  impulsan el esfuerzo, y aprenden a planificar trabajos y horarios personales. Estas utilidades las necesitarán en su vida adulta para lograr autonomía, responsabilidad e independencia.

Quizás lo que de verdad se esté reclamando en estos debates sea una política   de conciliación de la vida familiar y laboral cuya problemática se escapa a la escuela. La jornada laboral de los padres obliga en muchos casos a largas estancias  de los alumnos en el colegio antes y después de la jornada lectiva o a la realización de múltiples actividades extraordinarias  que sobrecargan al alumno y restan horas de convivencia familiar. Muchos alumnos pasan más horas fuera de casa que dentro.

La CONCAPA (Confederación Católica Nacional de Padres de familia y padres de alumnos)  apoya una tesis contraria a la CEAPA y a las familias que favorecieron el que sus propios hijos  secundaran la huelga contra los deberes.

Para mayor complicación del problema, tampoco hay unanimidad de criterios entre los docentes. Hay quien considera que los deberes suplen lo que en la escuela no se ha podido hacer por falta de tiempo debido a existencia de unos currículos interminables e irracionales, divididos  en múltiples tareas. Y hay también quienes apoyan a los padres en su opinión de que los deberes van más por la cantidad que por la calidad del esfuerzo, fijándose sólo en unas determinadas capacidades y despreciando otras,  como la música y la educación artística.

En conclusión: Aunque son pocos los que dudan de la bondad de los deberes, es necesario ganar en su calidad teniendo en cuenta la edad, las necesidades del alumno y el tiempo empleado. Es imprescindible también, una coordinación de los profesores que atienden  a cada grupo para evitar tareas de todos, afianzar el contenido de clases a partir de técnicas de estudio adquiridas e incorporadas a las rutinas  diarias e impulsar la comunicación familia – escuela. 

Es indiscutible: los deberes escolares exigen un esfuerzo añadido y una disciplina. Discípulo y disciplina parecen tener cierta relación y parentesco. 

NOTA ACLARATORIA:
Informe de la OCDE (con datos del último PISA): los escolares españoles realizan 6, 5 horas de tarea a la semana frente a una media de 4,9 horas. Así, España es el quinto país que más deberes tiene de la lista de los 38 evaluados. Polonia (6,6), Irlanda (7,3), Italia (8,7) y Rusia (9,7) nos superan. Por otra parte, Finlandia (2, 8) y Corea del Sur (2,9) son dos de los mejores en los resultados de PISA.