La reforma que el PSOE quiere de la LOMCE

Estos días comienza el presente curso escolar,  y el Gobierno socialista quiere demostrar que posee alguna capacidad legislativa,  a pesar de su exigua minoría parlamentaria. Pedro Sánchez enviará próximamente un proyecto de Ley al Parlamento con el fin de reformar por vía de urgencia ciertos contenidos de la LOMCE, última ley educativa del Partido Popular. De llevarse a cabo,  quedaría confirmada la imposibilidad de un pacto educativo. Parece como si en el mundo de la educación la izquierda tuviera un plus de superioridad moral que le autoriza a mantener actitudes predominantes. Para la ministra de Educación, Isabel Celaá, éstas serían las novedades más importantes según el artículo  de El Español “Los 8 cambios que el colegio de tu hijo deberá asimilar con la reforma de la LOMCE”:

1.- “Menos alumnos por aula”. Se pretende anular la medida de crisis tomada por Wert de aumentar hasta un 20 % el número de alumnos por aula. Cuando se concrete la normativa veremos qué máximos y mínimos se establecen en cada etapa educativa.

Cualquiera que estudie los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación sobre el curso 2013-14, por ejemplo, verá que la media de alumnos por clase no era precisamente elevada en España, aunque pudiera darse en algún centro concreto, y recogidos en el artículo publicado en este blog "El Informe PISA contradice al profesor Marina y a la BBC sobre la alta calidad de la "escuela vasca" (I de II)",  de  12 de diciembre de 2016

Será interesante comprobar los efectos beneficiosos que tendrá esta medida en el éxito escolar de los alumnos y el tiempo confirmará su relevancia…

2.- “Sin horario mínimo de docentes”. No queda clara esta reforma. En el horario del profesorado se regula el número de horas de permanencia en el centro educativo, y de ellas,  las de atención directa con los alumnos. También se fija el número de horas  de dedicación fuera del centro hasta completar la jornada laboral.

No se indica y es necesario saber cuándo y dónde se reguló el que  “el horario lectivo mínimo de los docentes de Infantil y Primaria sea de 25 horas semanales y de 20 horas el de los de ESO, Bachiller y FP”  del que habla el artículo, si es que se hizo.

Tomemos, por ejemplo, 25 horas semanales de permanencia en el centro para los maestros de E. Infantil y E. Primaria. Sabemos que todas esas horas no pueden ser presenciales. La jornada laboral del docente, perfectamente regulada, ha de ser justificada por la Dirección del Centro y supervisada por la Inspección de Zona.

3.- “Sustituto desde el primer día”. Dice el artículo literalmente  “Con la reforma de Wert, los colegios tenían 10 días para buscar un sustituto al profesor que se quedaba de baja; ahora, con la nueva reforma de Celaá, los colegios deberán buscar un sustituto desde el mismo día de la ausencia.

Si un profesor coge la baja, al día siguiente deberá tener un sustituto que cubra toda su ausencia, por lo que no estará permitido que profesores interinos ocupen su puesto.”

Aunque parece fácil poner en práctica esta medida, resultará más complicado hacer que se cumpla tal como aparece  descrita en el texto. Sabido es que hasta el tercer día no se está obligado a presentar la baja. A partir de ese momento comienza a funcionar la maquinaria de la burocracia: búsqueda de sustituto y plazos para la aceptación o rechazo de la vacante ofertada, aun suponiendo disponibilidad de profesorado para la especialidad  en cada momento.

Es de suponer, por otra parte,  que conste la norma que regule objetivamente la selección  y contratación,  y hasta los efectos de un posible rechazo. ¿Interesará a ciertos titulados  un trabajo de tres días  a 300 kilómetros de su residencia, por ejemplo?

Ojalá los deseos se hagan realidad, pero las bajas de pocos días se cubren mejor con el profesorado del centro, al menos en colegios de E. Infantil y Primaria. En centros de E. Secundaria, la problemática es diferente y distinta su solución.

4. Más plazas de profesores. “Los recortes introducidos en 2012 supusieron la pérdida de unas 30.000 plazas de profesores, aunque elevaron el porcentaje de los interinos hasta el 20%. Estos recortes en el número de profesores masificaron las aulas y redujeron de forma notable las posibilidades de "atención a la diversidad" y de "lucha contra el fracaso escolar", según la ministra”. 

No siempre coincide la realidad con los deseos y las opiniones, como podrá comprobarse por el artículo de este blog  “Cuando aumentan los alumnos y los profesores disminuyen, la calidad educativa empeora", dice CCOO", de 23 de noviembre de 2015

5. Fin a las reválidas. No es una simple cuestión de nominalismo (reválida o prueba externa), sino de  saber si es necesario o no un sistema que evalúe el aprendizaje de los alumnos y los métodos empleados por el profesorado.  

Vistos los resultados de la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) en las diferentes CCAA, no parece muy acertada la opinión de la Ministra cuando dice que continuará tal como está, ya  "cumple su función satisfactoriamente".

 Sin embarago, no parece que la realidad avale suficientemente sus palabras, como podrá comprobarse puede comprobarse con los siguientes hechos objetivos:

 "El extraño paradigma de acceder a las mismas plazas universitarias con pruebas diferentes (I de II, 2016)"

 "El extraño paradigma de acceder a las mismas plazas universitarias con pruebas diferentes (II de II)" 

 

6. Más importancia a colegios públicos. “La ministra socialista mostró especial interés en que la educación sea un "ascensor social" y no un "reproductor de las desigualdades sociales". Y por eso, asegura, pretende primar la educación pública sobre la concertada. Celaá hará todo lo posible para que "la educación pública sea el referente y el eje vertebrador del sistema educativo". 

El problema que tiene la ministra es demostrar  que la enseñanza concertada crea desigualdades sociales, y justificar razonadamente que un Gobierno pueda imponer un modelo educativo contra el deseo de los padres de libertad de elección de centro para sus hijos. Esperemos a ver cómo lo hace.