Tanto en la primera entrada sobre José Mujica como en la segunda pudimos analizar las palabras y opiniones que el ex presidente uruguayo dedicó a la acogida dispensada por Europa a la emigración y exilio de África y Asia.
Hoy veremos lo que ese líder dijo de los españoles llegados a México tras la Guerra Civil:
a) Del vídeo citado podemos destacar: “Sin remontarnos muy lejos, el México pobre de 1939 recibió en un año casi un millón de inmigrantes de la República Española.” (el subrayado es mío)
b) “El Español”, con motivo de la Mostra de Venecia, publicó las declaraciones de Mujica:
“La España que sembró gente por toda nuestra América. Un millón de españoles cayeron en un año en México, y digo esto porque ahora se asustan de los inmigrantes. Y México era pobre… y conocí a algunos de ellos. Bueno, ahí está, la España feudal todavía, y fuerte” (el subrayado es mío)
c) “El Mundo” tituló: Pepe Mujica en la Mostra: "Un millón de españoles fue a México y ahora se asustan de los inmigrantes"”
La cita exacta es la siguiente: "Un millón de españoles fueron en un año a México y ahora resulta que España se asusta de los inmigrantes".
d) Poco después, Mujica recibió en Madrid el premio “Abogados de Atocha” en su decimocuarta edición. El diario.es recogió sus palabras: José Mujica: "España e Italia vomitaron millones de inmigrantes y se han olvidado rápido de su historia"
Estos son algunos de sus párrafos:
“El expresidente de Uruguay recuerda que en el pasado, personas procedentes de España e Italia, entre otros países, emigraron a México y Uruguay y se les acogió”
"España e Italia vomitaron millones de inmigrantes y se han olvidado rápido de su historia.
Como anécdota y respecto a las pensiones en España, conviene recordar que José Mujica ha querido destacar una supuesta contradicción: "la ciudadanía se pregunta quién va a pagar las pensiones de nuestros hijos y a la vez se oponen a la inmigración", reflexión que ha arrancado un sonoro aplauso.”
Visto lo dicho por Mujica podemos contrastarlo con el hecho histórico. Para justificar los movimientos migratorios pone de ejemplo “al México pobre de 1939 que recibió durante ese año casi UN MILLÓN de inmigrantes de la República Española”. Esta expresión no está exenta de falsedades:
No fueron inmigrantes sino exiliados. Hay diferencia entre unos y otros, como la hay también entre quien emigra legalmente y quien lo hacer invadiendo fronteras.
Lo del “MILLÓN de inmigrantes” es de antología. Es falso y difícil de asumir por quien que posea un mínimo conocimiento de Historia.
En el artículo “Exilio republicano español en México” de Wikipedia podemos leer que el “presidente Lázaro Cárdenas fue partidario de acoger a los exiliados españoles en México”. Habla de exiliados y no de emigrantes.
El artículo continúa con su descripción: “Los historiadores estiman que México acogió entre 20,000 y 25,000 refugiados españoles entre 1939 y 1942, gran parte durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río.1 De estos refugiados se estima que la inmigración "intelectual" o de "élite" se conformaba de aproximadamente un 25% del total (5,500 aproximadamente). Se destaca también que en mayor número llegaron además "competentes obreros y campesinos", así como militares, marinos y pilotos, hombres de Estado, economistas y hombres de empresa, todos ellos vinculados al Gobierno republicano derrotado en la guerra”. (El subrayado es mío)
Como puede apreciarse, lo del “Millón de inmigrantes” no es cierto como tampoco lo es que fueran menesterosos inmigrantes.
De “El exilio republicano español en México: una historia de agradecimiento” tomado de El País, entresacamos:
"Los Gobiernos de las Repúblicas mexicana y española habían preparado el asilo para un gran número de españoles, cuyo desembarco data del 13 de junio de 1939, fecha en que el barco Sinaia tocó tierra en Veracruz.
Sinaia, Mexique, Ipanema, Orinoco, Flandre o Nyassa significan para muchos de ellos la salvación. Son los nombres de los barcos que fueron fletados hasta 1942 y que llegaron a transportar a unos 25.000 españoles a México, un país que sumaba entonces menos de 20 millones de habitantes…"
Anteriormente había publicado “El exilio español en México” del que escogemos:
“¿Dónde comienza esta historia insólita? En lo que pudiera ser anticipo o testimonio augural: en la llegada a México, el 7 de junio de 1937, de los llamados niños españoles de Morelia. Su número, 442; de ellos, 157 niñas y 285 niños, entre los 4 y los 15 años, acompañados por una docena de profesoras y profesores…
Un 13 de junio de 1939, hace 60 años, a bordo del Sinaia, nombre que se ha hecho histórico, arribaría a Veracruz, procedente de Francia, la primera expedición de 1.600 refugiados españoles. …Al Sinaia seguirían otros barcos, en el mismo año de 1939 y en 1940-1941, incluyendo a refugiados que se encontraban en el norte de África, hasta completar una cifra aproximada de 30.000.
Aunque falta una estadística fiel, se ha estimado que entre los exiliados que llegaron a México figuraban alrededor de 5.000 profesionales calificados, incluidos actores y diversos géneros de artistas; 2.700 catedráticos y profesores de varias categorías; unos 500 magistrados, abogados y estudiantes de derecho; unos 500 escritores, poetas, pintores y periodistas; unos 250 ingenieros y arquitectos. También unos 250 militares de distintas armas, predominantemente la de aviación. En el caso de los médicos -500, aproximadamente-, …”
La siguiente cita obtenida de “Cuando los refugiados éramos nosotros. Son muchos los que están comparando en las redes sociales la situación actual de los refugiados sirios con la que vivieron los españoles durante la Guerra Civil” de Jaime Rubio Hancock, nos aproxima al clima de aceptación y al número de refugiados:
“La actitud del presidente mexicano Cárdenas hacia la República española había provocado críticas en los sectores más conservadores del país, que temían la radicalización de la política gubernamental, y de muchos trabajadores mexicanos, que no querían que “los recién llegados pudieran ejercer una competencia desleal en el mercado de trabajo, pues en esos momentos el país sufría un grave problema de desempleo”. De hecho, se intentaron sentar unas bases para filtrar a los emigrantes y asegurar que llegaban con recursos propios y no se asentaban en las ciudades, en especial en la capital. Aun así, la selección que se llevó a cabo “poco tuvo que ver con esos criterios” y el país acogió a “un número relativamente elevado de profesionales liberales, políticos e intelectuales, aunque también hubo campesinos y gentes de oficios diversos”, que acabaron asentándose mayoritariamente en la ciudad de México. Se calcula que llegaron entre 20.000 y 24.000 refugiados al país tras la guerra.”
(Nota: los subrayados son míos)
Se recomienda la lectura del trabajo “El exilio en México de la gente común” de Ana María Serna Rodríguez por los datos humanos que aporta sobre ese exilio.
Por lo expuesto hasta ahora, podemos apreciar que los aludidos exiliados a México ni pertenecían a clases bajas de la sociedad española de entonces, ni eran emigrantes en busca de trabajo huyendo de la miseria ni sumaban el MILLÓN pregonado por Mujica.
Es posible, incluso, que esa cifra de los 20.000 exiliados esté inflada por quienes han reescrito esa parte de la Historia con parcialidad. Se citan seis barcos (Sinaia, Mexique, Ipanema, Orinoco, Flandre o Nyassa) y se dice que el primero transportaba unos 1.600 exiliados, pasaje aceptable para esos años. Aplicándolo de media, el total no llegaría a las 10.000 personas… De existir estadísticas fiables y demostrables, ya habrían sido exhibidas por interés histórico además de propagandístico. Pero no se ha hecho…
Hay otro aspecto memorable en el que los estudiosos coinciden: todos ellos ocultan la llegada del yate El Vita, con su enorme tesoro y riquezas, sostén de la lujosa vida de Indalecio Prieto y otros beneficiarios.
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