Allá por el siglo V a.C., el discípulo de Parménides, Zenón de Elea, defendió su tesis sobre la unicidad del ser con curiosos ejemplos dialécticos, conocidos como aporías contra el movimiento, siendo las más famosas la de Aquiles y la tortuga y la de la flecha.
Si Zenón hubiera distinguido la divisibilidad matemática (infinita) de la divisibilidad física (finita) habría llegado a una conclusión diferente en su razonamiento, ya que un espacio finito puede recorrerse en un tiempo finito. En eso se fundamenta la refutación culta; la vulgar, sin embargo, la que el pueblo llano entendía y aplicaba era otra más sencilla: “el movimiento se demuestra andando”. Y para convencer a Zenón, le invitaban a comprobar que cualquier corredor, sin necesidad de ser Aquiles, podía alcanzar a la tortuga a pesar de la ventaja dada. E Incluso le desafiaban a ponerse frente a un arquero, ya que la flecha disparada no le alcanzaría jamás según su propia teoría…
Por supuesto que nunca aceptó la apuesta. La conclusión nos indica que la práctica desmonta las teorías que no se cumplen y las inutiliza por muy estructuradas que parezcan. Nadie se cree los cálculos que no funcionan ni proporcionan lo que formulan.
Si trasladamos la conclusión anterior de las aporías a los pronósticos del CIS de Tezanos veremos que la realidad destroza la teoría que no se cumple. Sabemos que la encuesta no se cumplió con lo publicado, ¿podríamos deducir que fue empleada más como medio interesado en crear opinión o influir en ella que averiguarla y analizarla? Y dado que los resultados del CIS fueron tan diferentes de los ofrecidos por el escrutinio, ¿podríamos concluir que el sistema fracasó y que el trabajo empleado y el dinero invertido resultaron en vano?
En la entrada anterior, “Grave fracaso del CIS de Tezanos en las elecciones andaluzas”, publicado el pasado 10 de dieimbre, se analizó y comparó la encuesta del CIS con los resultados del escrutinio y se comprobó un fiasco sin paliativos.
El declarado sesgo ideológico de Tezanos y sus fallos continuos en encuestas para el PSOE no fueron obstáculo para que Pedro Sánchez le nombrara Presidente del CIS, y no para perjudicar al Jefe del Ejecutivo. Pero el intento de beneficiarle tampoco le acompañó: dio al PSOE un 37% de los votos y 47 escaños a costa de otros partidos y sacó realmente 9 puntos y 14 escaños menos, 28 y 33 en total respectivamente.
Ya no importa tanto que el fracaso haya debido a la incompetencia personal o a la metodología empleada, porque lo relevante es que el CIS ha quedado desprestigiado y esa situación no ha conllevado ni la dimisión de Tezanos ni su cese por parte de quien le nombró.
Otros sondeos tampoco acertaron en las elecciones andaluzas, pero esas empresas tiraron de sus propios recursos y no del dinero público. Uno de ellos fue el trabajo publicado por El País bajo el título “¿Quién va a ganar las elecciones en Andalucía?”, más sugerente por la concienzuda exposición de su metodología que por sus resultados.
Un análisis de su lectura parecía confirmar el desenlace de las elecciones antes de celebrarse con párrafos y párrafos de teoría demoscópica y citas y más citas de sociólogos investigadores extranjeros. Todo él estaba escrito con un lenguaje aparentemente científico que parecía garantizar su éxito predictivo, y de paso, favorecer a unos ninguneando a otros. Tras hacer una media entre “todos los sondeos” publicados, anunciaba que:
- “El PSOE rondaría los 40 diputados, aunque puede moverse entre los 35 y los 45 con facilidad, y le seguirían el PP (21-30), Adelante Andalucía (17-25) y Ciudadanos (15-25). El resultado de Vox rondaría los 2 escaños, aunque no los tiene asegurados”.
- “El PSOE tiene muy complicado gobernar en solitario porque apenas tiene una opción entre 100 de alcanzar la mayoría absoluta. Pero tampoco es probable una mayoría hacía la derecha: la suma de PP y Ciudadanos solo alcanza los 55 diputados con una probabilidad del 3%… Eso deja dos opciones como las más sencillas: un acuerdo entre PSOE y Adelante Andalucía (que alcanza los 55 diputados con una probabilidad del 96%) o un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos (91% de probabilidad).”
- “El escenario es todavía mejor para Susana Díaz, porque probablemente podrá elegir socio para buscar la mayoría. Hay un 88% de probabilidades (casi 9 entre 10) de que el PSOE disponga de esas dos alternativas al mismo tiempo,…”
En cuanto al reparto de escaños y orden de fuerzas políticas tampoco anduvo muy acertado con sus apreciaciones, especialmente con PSOE y VOX.
Es una pena que tan esmerada propuesta haya tenido tan poco acierto y tan corto recorrido que no ha aguantado el examen de la realidad. Cuando se ha contrastado con ella, lo mismo que las aporías de Zenón, se ha visto que no sirven para mucho. Y es que el valor de una teoría por muy elaborada que esté y el de una encuesta por bien adornada que se presente se mide por su grado de acierto, y cuando éste no aparece, lo demás es pura evanescencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios con lenguaje inapropiado serán borrados