Cuatro meses después de la Nota emitida por los obispos catalanes, llegó el 1 de octubre y con él un referéndum ilegal convocado por las autoridades independentistas catalanas. Como consecuencia de ese hecho y otros más, algunos responsables huyeron de España y otros fueron encarcelados de acuerdo con la legalidad vigente con carácter preventivo y en espera del juicio que se celebraría a lo largo del año 2019.
En fechas anteriores a la Navidad, algunos de esos presos iniciaron una peculiar “huelga de hambre” para llamar la atención y conseguir apoyos de caras al juicio. La revista religiosa "Vida Nueva" se hizo eco de esta situación y así lo dio a conocer:
• La Iglesia vuelve a ser protagonista en el ‘procés’ con apoyos a la huelga de hambre de los encarcelados
• Solsona y los capuchinos respaldan ayunos solidarios y Torrá se recluye en Montserrat 48 horas
• La Conferencia Episcopal Tarraconense reconoce que los obispos “han visitado” a los privados de libertad
“¿Dónde están los obispos?” Así titulaba Isabel Turull, la hermana del exportavoz del Govern Jordi Turull, su carta abierta a la Conferencia Episcopal Tarraconense hecha pública el pasado 3 de diciembre. “¿Cómo es que las puertas de la jerarquía eclesiástica quedan cerradas a una injusticia que están sufriendo algunos de sus hermanos y vecinos y que ha llevado a unos de ellos a optar por una opción tan drástica como es una huelga de hambre para clamar justicia?”, se preguntaba. “Me gustaría recibir una respuesta de una Iglesia valiente, de una Iglesia que no se esconde, de una Iglesia que dé una respuesta pública sin importarle las consecuencias”, añadía.
Una semana después, esa misiva encontró respuesta en el vicesecretario de los obispos catalanes, el sacerdote Norbert Miracle.
Los obispos “quieren expresaros en estos momentos su respeto y su profunda preocupación ante la huelga de hambre que llevan a cabo estos cuatro políticos, que pone gravemente en peligro su salud y su vida”, decía Miracle. “Los cristianos somos defensores de la vida y velamos por no ponerla en riesgo. Esta iniciativa muestra la situación excepcional en que se encuentran estos y otros dirigentes catalanes en prisión preventiva decretada por el Tribunal Supremo que les supone un largo tiempo de privación de libertad, sin que se haya celebrado ningún juicio oral”, continuaba
Los prelados manifiestan que “cuesta entender la larga prisión preventiva y confían en que las autoridades judiciales competentes resolverán de forma rápida y ajustada al derecho los recursos planteados, y que serán sometidos a un juicio con plenas garantías y en el menor período de tiempo posible”, recalcaba.
Y al mismo tiempo se confirmaba la visita: “Hasta ahora los obispos de Cataluña, siempre con discernimiento pastoral y por responsabilidad hacia la misión recibida, han dado a conocer de formas diversas, con sus intervenciones en notas, escritos, homilías, declaraciones, entrevistas e intenciones de oración, su deseo de que se llegue a una solución justa para los políticos encarcelados, que ayude a la paz social”, decía el vicesecretario de la Tarraconense.
Miracle dejaba constancia en la misiva que desde que los presos fueron trasladados a prisiones catalanas, los obispos “han visitado, de forma deliberadamente discreta pero comprometida, a los que sufren la falta de libertad”. Y además, “lo harán de nuevo con motivo de la Navidad ya cercana, como hacen siempre. También se han entrevistado con algunos familiares para apoyarlos en estos momentos de sufrimiento, y valoran que muchas parroquias y centros religiosos sean promotores de los derechos de las personas y procuren estar bien cercanos y acogedores en todas las situaciones de sufrimiento, como las de su familia, o por otras causas”.
Asimismo, el sacerdote aseguraba que “los pastores de la Iglesia que camina en esta tierra, han querido transmitir a sus comunidades cristianas ya la sociedad en general, de forma respetuosa y humilde, que el diálogo, el respeto, el perdón mutuo, la reconciliación y la búsqueda del bien más grande, aunque sea con sacrificios por parte de todos, será el que nos llevará a la concordia y a la paz social”.
Del mismo modo, aclaraba que “el respeto escrupuloso que los obispos quieren mantener a las diversas opciones políticas lícitas y presentes en la comunidad eclesial, no es absentismo o distancia fría sino valoración positiva de la pluralidad que actualmente se da entre nosotros y atención pastoral a la unidad eclesial y a la caridad que debe reinar”. Y así concluía: “Estamos a su disposición y seguimos orando por ellos y por el futuro en paz de nuestro país”.
Otro aspecto que incluía la revista era el apoyo dado a la peculiar "huelga de hambre" llevada a cabo por ciertos sectores de la iglesia catalana. Así por ejemplo, la diócesis de Solsona decidió apoyar el ayuno solidario con motivo de la huelga de hambre de los políticos presos: “Profundamente entristecidos por la situación que ha llevado a algunos políticos catalanes a iniciar una huelga de hambre, cristianos de todo el país, más allá de los propios posicionamientos políticos respecto al proceso independentista, en señal de solidaridad con ellos y pidiendo una solución justa al conflicto catalán-español en curso, hemos decidido ayunar los viernes hasta que dure la huelga de hambre de estos nuestros hermanos”.
Pero ese tipo de solidaridad no se limitó solamente a Solsona. Los capuchinos de Sarrià acogieron el jueves un ayuno en apoyo a los políticos presos, y en su carta dominical, pidieron a los obispos que se pronuncien: “Querríamos que los obispos catalanes dieran su opinión. A menudo da la impresión de que los obispos catalanes no cuentan para nada”. Y es que, según ellos, “los presos y exiliados políticos son víctimas de un poder judicial sin escrúpulos…al que no le basta con castigarnos sin motivo de mil maneras diferentes; se está haciendo todo lo posible para anularnos como personas, como ciudadanos”.
Por su parte, para hacerse notar y no ser menos, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, mantuvo un ayuno de 48 horas en apoyo a los presos soberanistas en huelga de hambre. Según fuentes de la Generalitat, “el presidente catalán pernoctaría las noches del domingo y lunes en el monasterio de Montserrat para completar su ayuno.”
Todo ello, teatro y publicidad para la parroquia separatista
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Objeciones y preguntas referentes al texto:
a) Se cita de nuevo a la “Conferencia Episcopal Tarraconense”, a sabiendas de que es una entidad no reconocida por la Santa Sede.
b) Los Señores obispos, tan comprensivos ellos con los que violaron las leyes, podían exponer y razonar por qué están presos los dirigentes independentistas a los que visitan en la cárcel. ¿Habrán hecho lo mismo con otras ovejas del rebaño encarceladas por diversos motivos? ¿Se habrán acordado de ellas en sus oraciones y plegarias y de sus familias? ¿Y las habrán socorrido alguna vez en caso de necesidad?
c) ¿Se conoce alguna otra Nota o declaración de estos obispos que muestren su pesar por la prisión preventiva de otros cristianos?
d) ¿Qué les hace pensar a los obispos catalanes que se puede celebrar un juicio de ese tipo en España sin las debidas garantías?
e) En su ambiguo lenguaje hablan varias veces de “nuestro país”, pero ¿A qué “país” se refieren?
f) Lo más grave de este texto aparece en el penúltimo párrafo:
“Los capuchinos de Sarrià acogieron el jueves un ayuno en apoyo a los políticos presos….y pidieron a los obispos que se pronuncien. “Querríamos que los obispos catalanes dieran su opinión. A menudo da la impresión de que los obispos catalanes no cuentan para nada…los presos y exiliados políticos son víctimas de un poder judicial sin escrúpulos… al que no le basta con castigarnos sin motivo de mil maneras diferentes; se está haciendo todo lo posible para anularnos como personas, como ciudadanos”.
Ni la prudencia ni el respeto a las leyes parecen anidar en la mente de estos frailes, afectados de una amnesia colectiva y selectiva de la situación eclesial en “su Cataluña de los años treinta”. Allá ellos con su particular historia subjetiva…