Las elecciones catalanas del 14 de febrero concedieron una victoria indiscutible a la abstención y es muy difícil establecer a quiénes benefició o perjudicó, ya que todas las opciones políticas tuvieron la misma oportunidad al menos en teoría, porque en la práctica hubo otro cantar o contar… Tras la por todos esperada abstención resultó vencedor el PSC y consiguió un meritorio resultado el primerizo VOX que, si bien recibió el desprecio de los demás partidos, gozó del favor de muchos votantes hartos del “problema catalán”.
Son muchos los que aventuran que la alegría de Illa tras el recuento se convertirá en frustración cuando el candidato socialista compruebe la unión de los separatistas, como bien indica en su carta de hoy José Tomás Cruz Varela.
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PROBLEMÁTICO REPARTO DE PODER
(DE MI PUÑO Y TEKLA)
Que nadie olvide que al margen de los problemáticos resultados de las recientes elecciones catalanas, los españoles estamos padeciendo todavía la "tercera Ola", cuyo futuro se desconoce. Son los que en su momento opinaron que dichas elecciones deberían posponerse, si bien, dicho retraso no fue aceptado por intereses de la Moncloa en seguir adelante con la "Operación Illa".
Por muy enfurecidos que se encuentren Junts y ERC, lo más probable es que vuelvan a repartirse el poder por sus vínculos identitarios que sus electores les exigen.
En otro orden, los desastrosos y vergonzosos resultados de Cs y PP les obligan a una profunda y seria reflexión. El destrozo sufrido por el primero de ellos, muy por encima de lo esperado y que tiempo atrás lideró el liberalismo constitucionalista en Cataluña, representa la imagen de un partido en descomposición. En lo que afecta al PP, se refleja la errática dirección y desplome de Pablo Casado, extraviado y sin impulso. El haber obtenido solamente 3 escaños, cuando menos, es de "pura vergüenza ajena" y ello implica. Lo que impone una revisión a fondo de su estructura, medios, etc.
Se puede entender la emoción de Salvador Illa (con todos sus errores previos) en la noche electoral, postura totalmente legitima como fue la de Inés Arrimadas tiempo atrás, pero la realidad se impondrá y veremos si a su favor.
Todo parece indicar que los socialistas dejarán de nuevo en manos de ERC, JxCat y la CUP, la gobernabilidad de Cataluña. En la comparecencia del análisis de resultados, Illa celebró su amarga victoria en número de votos, pero muy posiblemente le toque pasar página y abrir una nueva etapa para continuar dando pasos. Según parece, va a presentarse a la investidura pese a las apreciaciones y con el recuento recién terminado. ¿Llegará el cambio prometido por el presidente del Gobierno durante la campaña en la que se volcó como si fuera un candidato más? ¿Tiene alguna posibilidad Illa con su investidura? Lo cierto es que si nadie engaña, ninguna. El ex ministro de Sanidad ganó en votos y empató en escaños, pero eso no frenará al separatismo.
El duro naufragio amenaza el plan Casado. El Secretario General del PP, Teodoro García Egea, culpó del mal resultado en Cataluña de su partido al juego sucio durante la campaña a los ataques recibidos por todos los lados. En cuanto al desastre del “partido naranja”, la formulación de Arrimadas sucumbió totalmente perdiendo treinta escaños con todas las consecuencias. La formación quedó penúltima, superada por VOX y la CUP.
Por el momento habrá que contemplar cómo evolucionan los distintos partidos y tomar decisiones posteriormente a tenor de las circunstancias y comportamientos de las distintas fuerzas políticas.
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
Ex Director de RR.HH. Málaga.
(Con el ruego de su publicación en la sección de "Cartas al Director)
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