Interesante el artículo que hoy nos manda José-Tomas Cruz Varela sobre un conflicto laboral y sindical. Los empresarios saben, y las autoridades y los ciudadanos en general también, que cuando una empresa no genera beneficios ocasiona pérdidas, y si éstas perduran en el tiempo sin visos de cambio de tendencia, el cierre está cantado. Las ayudas pueden mantenerse un tiempo, pero no definitivamente, porque el autoengaño no genera riqueza.
Detroit, ciudad norteamericana sin problemas de separatismo, es el paradigma de una gran urbe industrializada venida a menos, con un fascinante declive por lo más trágico que resultó. Su abundante mano de obra también luchó por mantenimiento de los puestos de trabajo, pro al final se quedaron sin ellos.
El caso de Barcelona se muestra más complejo: al problema industrial se le une el independentismo. Han sido muchas empresas las que han abandonado Cataluña por diversas razones en defensa de sus intereses. Las empresas también luchan por mantenerse y se reestructuran en función de las necesidades. El tiempo nos mostrará la evolución de ese conflicto y de otros más de la misma región.
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AMENAZA SINDICAL
(De mi puño y tekla)
A tenor de las últimas noticias, todo parece indicar que a primeros mayo, en esta ocasión, los trabajadores de las plantas de Nissan en Barcelona, no están dispuestos a quedarse parados si no perciben señales de un plan de reindustrialización en la citada empresa.
Tras reunirse con el comité de empresa, formado por CC.OO, UGT, CGT y USOC, han advertido seriamente que “si los despachos continúan callados, las calles tendrán que hablar”.
La comisión de trabajo formada por el Gobierno, la Generalidad, Nissan y los sindicatos tiene previsto reunirse el 4 de mayo, tras constatarse que no existía ninguna propuesta de fabricación de baterías como se había especulado.
Los cuatro sindicatos (CC.OO, UGT, CGT y USOC) interpretan que el Gobierno, la Generalidad y Nissan están actuando con pasividad, por lo que solicitan aporten más información y se impliquen de forma más activa para evitar el cierra industrial en Cataluña, sin haberse articulado ninguna iniciativa bajo la intervención de los fondos europeos de reconstrucción.
La situación es altamente problemática. Los sindicatos demandan un plan sólido y no solo para las fábricas de Nissan, sino para todo el sector industrial...
Los trabajadores no pierden la esperanza a la espera de encontrar alguna solución factible tras conocer la decisión de la compañía japonesa. Al parecer, el cierre no está previsto hasta el próximo diciembre. Por su parte están haciendo lo posible para retener la factoría y salvar los 30.000 puestos de trabajo.
La patronal considera que esta terrible crisis, debe convertirse en una oportunidad y explorar nuevas tendencias con ayudas y modernización, procurando encajar en los futuros planes de Nissan. Se impone localizar alguna solución capaz de superar la mencionada y crítica situación.
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
Ex Director de RR.HH. Málaga.
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