Tiene razón José Tomas Cruz Varela: el triunfo de Isabel Díaz Ayuso es un mérito personal. Navegó contra corriente, y llegó a puerto. La tendieron trampas y salió airosa. Y temiendo una moción de censura de sus adversarios en unión con quienes decían apoyarla, se adelantó, convocó nuevas elecciones y destrozó a unos y otros.
Ciudadanos (Cs) pasó del poder a la nada dejándose los veintiséis escaños que tenía e iniciando un viaje de autodestrucción hasta la irrelevancia. La triple izquierda no sólo no fue capaz de recoger alguno de esos sillones perdidos o de los cuatro que la Asamblea madrileña aumentaba, ya que para su desgracia, de los trece que al PSOE se le fueron, Más Madrid y U. PODEMOS sólo recuperaron siete de ellos… De los treinta y seis restantes, todos los acaparó el PP de Ayuso salvo el que recogió el grupo de VOX.
Consecuentemente, una derrota sin paliativos de la izquierda de Madrid.
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INESPERADA VICTORIA
(De mi puño y tecka)
Los madrileños, o mejor dicho, los residentes en la capital de España, han sabido reconocer y premiar con holgura la merecida e inesperada victoria de Isabel Díaz Ayuso. Con sus 65 diputados logró superar a toda la izquierda. El mérito en esa ocasión, y sin negar la voluntariosa colaboración del presidente de su partido (PP), Pablo Casado, recayó rigurosamente en la citada Ayuso.
Frente a la manifiesta incapacidad de Pedro Sánchez y a la falsa dicotomía entre salud y economía, que ha convertido a tantos políticos en mendicantes de la superchería, la presidenta de Madrid ha demostrado gran eficacia en la gestión del coronavirus, sin desatender al o mismo tiempo la necesidad de proteger la salud económica y emocional de los ciudadanos.
El histórico triunfo de Ayuso fortalece la posibilidad del PP de llegar a la Moncloa. Que “Más Madrid” haya sobrepasado al PSOE, no solo magnifica el tremendo fracaso personal de Sánchez, sino que abre el escenario de la fragmentación nacional de la izquierda en tres fuerzas.
El escrutinio de las papeletas al 99,9 % le concedió a la candidata del PP un grupo de diputados más del doble de los 30 que ya disponía. Fiel demostración de su eficacia y profesionalidad al frente del Gobierno de la Puerta del Sol durante la pandemia, quedando a cuatro a cuatro escaños de la mayoría absoluta. Contrariamente y sin paliativos para el PSOE, que de ganar los comicios de 2019 cae a la tercera fuerza con un espantoso ridículo, perdiendo también 13 asientos en la Asamblea de Vallecas, pasando de los 37 a los 24 nuevos.
Los votantes tradicionales de la calle Ferraz han personificado en la figura de ángel Gabilondo un voto de castigo al Presidente del Gobierno central.
Pedro Sánchez, según dicen, hablan y comentan, se ha implicado personalmente en el diseño de la campaña. Si ello fuese cierto, “más le valdría observado un discreto silencio”
En otro orden, si procede reconocer que la candidatura de “Más Madrid” ha resultado la otra triunfadora en esta cita con las urnas, sobrepasando al partido hegemónico de la izquierda con la que empató en el número de escaños. En cuanto al caso de Podemos, Pablo Iglesias logró aumentar de 7 a 10 escaños. El otro gran perdedor de esta contienda fue Ciudadanos tras dos legislaturas. Vox obtuvo 13 (uno más).
Con el escrutinio aún en curso, Ayuso salió al balcón de la calle Génova pasadas las 22 horas, acompañada del presidente del partido Pablo Casado para agradecer su apoyo a los centenares de asistentes congregados. Visiblemente emocionada aseguró que “el sanchismo no entrará en Madrid porque no se puede dirigir, controlar ni imponer”. Esa forma de gobernar con opulencia e hipocresía desde la Moncloa tiene los días contados. Ya está bien.”
“Os prometemos dos años Gobierno en libertad, para rebajar impuestos, para proteger la educación pública, privada y concertada, para cuidar nuestra sanidad, para cuidar todo lo grande que hemos construido entre todos. No os vamos a defraudar, vamos a gobernar con respeto y, sobre todo, y vuelvo a repetir una y mi l veces, siempre con la bandera de la libertad”
Pablo Iglesias fue el último en tomar la palabra y como era de esperar, se limitó a soltar una serie de estupideces a tenor con su educación. Si cumple su palabra y abandona la política, España entera muy posiblemente se lo agradecerá, incluyendo el actual presidente del Gobierno. Esperar algo más sería una lamentable pérdida de tiempo y categoría.
Atentamente.
José –Tomás Cruz Varela
Ex Director de RRHH
Málaga
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