26 de enero de 2022

EXCÉNTRICO BORIS JOHNSON

 Serán los analistas quienes más pronto que tarde nos expliquen la evolución política de Boris Johnson y la pérdida del enorme caudal de confianza conseguido por su buena gestión como alcalde de Londres, determinante para la obtención del 43,6% de los votos en las elecciones generales de 2019 con lo que ese volumen de voluntades representa.

No resulta descabellado pensar que su compleja y azarosa personalidad y su pintoresco comportamiento, su gestión del Brexit y de la pandemia, y las fiestas extemporáneas que apunta Cruz Varela le hayan llevado a la crítica situación en la que en estos momentos se encuentra.

Y hasta es posible que se haya contagiado de "hibris" (“hybris” (ὕϐρις), desmesura del orgullo y la arrogancia) y le haya conducido a la situación a la que llegan ciertos políticos cuando ejercen el poder, inducidos por ese mal. Los antiguos griegos sabían lo que les ocurría a quienes transgredían los límites marcados y eso les invitaba a vivir de acuerdo con lo que Eurípides les había avisado siglos antes: «Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo enloquecen». Y es que tras un baño de realidad queda al descubierto el grado de esa locura (políticamente hablando, se entiende) al que ha llegado. La ambición y la soberbia suelen ser dos armas poderosas para conseguirlo.

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EXCÉNTRICO BORIS JOHNSON

(De mi puño y tekla)

 Da la sensación de que al peculiar primer ministro Boris Johnson parece haberle gustado siempre el desplazarse cuesta abajo y sin frenos, lo que implica que como líder cada vez expresa peor sus propósitos y se aleja de la estabilidad necesitada.

Recientemente se le embrollaron los documentos de su discurso anual de la Patronal Británica (CBI), improvisando un balbuceo sobre Peppa Pig (personaje de la televisión infantil), pidiendo perdón varias veces para poder continuar.

Su espectáculo no era nada nuevo debido a su manía de adornar sus comparecencias con excentricidades y ocurrencias que cada vez cosechan menos ingenio y reconocimiento público.

Tan especial actitud está provocando más divisiones dentro y fuera de su partido, lo que le acarrea las consiguientes consecuencias que puedan afectarle personal y políticamente.

En línea similar, las presiones por el escándalo de las fiestas en su residencia oficial en medio de las restricciones durante la pandemia, llevaron al "premier" a caminar sobre la cornisa, a tal punto que no se descarta que los conservadores inicien un proceso interno para su destitución. Basta que cincuenta y cuatro "tories" presenten una carta para que se active el proceso de pérdida de confianza y retirada del poder.

El primer ministro BJ presume del "fantástico éxito" de la dosis de refuerzo. Pero todo puede precipitarse si se pone en marcha el mecanismo de la moción de censura y asunto quede terminado.

Atentamente.

José-Tomas Cruz Varela

Ex Director de RR.HH. Málaga.

 

 

14 de enero de 2022

PRESUNTA CORRUPCIÓN SINDICAL

Nos trae hoy José-Tomás Cruz Varela un episodio de presunta corrupción del sindicato socialista U.G.T. y a la vez nos informa de que no es la primera vez que tal sindicato se ve envuelto en turbios asuntos de dineros. ¿Será una casualidad de que en la mayoría de ellos aparezcan las subvenciones?

Ante esta situación no está de más preguntarse con qué fin se subvenciona a un sindicato  si es capaz de sustentarse con las cuotas de sus afiliados y si no lo es, por qué mantenerle activo artificialmente con el dinero de todos.

¿A quién le interesa  realmente la subsistencia de un sindicato subvencionado? No es difícil comprobar que la independencia de un sindicato es inversamente proporcional a la cantidad de fondos públicos que recibe. A mayor subvención, menor independencia y viceversa.

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PRESUNTA CORRUPCIÓN SINDICAL

(De mi puño y tekla)

Recientemente y con escaso eco en los medios, surgió en Madrid en torno a la central sindical UGT, un escándalo relacionado con una lista de corruptelas protagonizada por los principales sindicatos españoles. Un goteo constante de delitos a costa de subvenciones públicas que han degradado su imagen y función.

Ante tal situación, lo suyo demandará un gran trabajo de regeneración por parte de los sindicatos, para que los ciudadanos vuelvan a confiar en los agentes sociales que aspiran a representar a los trabajadores. Actualmente, ni siquiera está claro, a la luz de lo sucedido, si dichos trabajadores son reales o ficticios.

En concreto, el secretario general de UGT Madrid, López Reillo, dimitió tras denunciar una trama de desvío de fondos de Fogasa. En el cargo desde el 2016, asegura haber descubierto ahora una estafa de hasta dos millones de euros que implicaría a sindicalistas y entidades bancarias para pagar a empleados que nunca existieron.

Resulta incomprensible que una organización que vive de subvenciones públicas se permita tal nivel de sordidez. ¡Para qué evocar la corrupción en Andalucía o la condena de UGT en Asturias por fraude sistemático en las ayudas!

Cada vez más, los sindicatos son percibidos como grupos sectorizados y anacrónicos al servicio de sus cúpulas e intereses de parte. El desprestigio es notorio y los trabajadores juzgan a muchas entidades de forma distinta y en múltiples y lamentables aspectos....

Atentamente.

 José- Tomás Cruz Varela

Ex Director de RR.HH. Málaga.

5 de enero de 2022

DE MAL EN PEOR

 Muy preocupante es el dato del incremento del IPC, un 6,7%, que nos recuerda José Tomás Cruz Varela en su artículo de hoy, pero no parece serlo tanto para nuestros gobernantes, dado su silencio en tan negativas circunstancias. Hasta podría pensarse que les beneficia por aliviarse indirectamente la deuda pública.

Si se mantuviera esa tendencia alcista del IPC, tarde lo temprano, tendrán que reaccionar nuestros silentes -en este tema-   dirigentes cuando los pensionistas exijan (¿lo harán con un gobierno de izquierdas?) la revalorización prometida de sus ingresos conforme al IPC y los sindicatos de clase reivindiquen (¿de verdad se levantarán contra quienes generosamente les subvenciona?) subidas salariales que conserven su poder adquisitivo. Y llegarán también las quejas de los ahorradores, pequeños y grandes…Y cuando de una u otra forma se manifieste el malestar general, veremos qué soluciones aportan, si es que se les ocurre algo…

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DE MAL EN PEOR

(De mi puño y tekla)

Si es cierto que los españoles hemos soportado las Navidades más caras de los últimos 30 años y la inflación no permite sostener que las apreturas pasaran enseguida, el dato que se nos facilitó recientemente es mucho peor de lo esperado, y el futuro es aterrador. Concretamente, en el último mes de 2021 los precios han repuntado un 6,7% según el INE, propiciado por los combustibles, la electricidad y los alimentos, lo que lleva a los bancos nacionales a advertir de que los efectos   destructivos de la inflación no serán transitorios, como se creyó al principio.

El Banco de España, en su momento, ya advirtió de que la inflación seguiría repuntando durante el invierno y que hasta la primavera el dato no emprenderá poco a poco el camino inverso. Si bien, tal moderación será insuficiente para que la inflación media en el 2022, sea incluso superior a la del ejerció que ha terminado. El hecho de que tanta fuerza supone amenaza para la recuperación, ya que impacta en el golpeado consumo y reduce el poder adquisitivo de todos los bolsillos. Pero como se suele decir, la inflación es el impuesto inexorable de los pobres.

Ante tan semejante escenario la economía familiar se siente de tal modo que la propaganda triunfalista del Gobierno, con un repunte en la balanza anual de Sánchez, perpetrado bajo el lema “cumpliendo”, solo genera efectos contraproducentes sobre la credibilidad presidencial.

Llenar el depósito de gasolina no resultaba tan gravoso desde hace una década. Preparar un menú navideño resulta más costoso que en años anteriores. Igualmente se calcula que la cesta de la compra se ha encarecido de media un 3,3%, la vivienda es un 4,2% más cara que en el 2020 tras treinta trimestres seguidos.

Pero lo que más se ha disparado es el precio de la luz, cuya escalada constante desde el verano, volvió temeraria cualquier promesa política. Al margen de promesas, la realidad es que 3,6 millones de hogares españoles pagan la luz más cara que en el 2018 por no hablar del impacto sobre empresas e industrias.

Finalmente, la economía española fue la que peor soportó el golpe de la pandemia, la que más cayó y la que peor está gobernando la recuperación. Aun así, la inflación lastra la recuperación de la que Sánchez sigue presumiendo y eso conlleva un error tremendo que pagaremos y estamos pagando a precios imposibles. Si Sánchez no es capaz de enderezar el rumbo del país, al menos, que evite sacar pecho de su lamentable gestión.

 Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela 

Ex Director de RR.HH. Málaga