LA FERIA DE MÁLAGA Y SUS PECULIARIDADES

Sensible y complicado el tema que Cruz Varela nos presenta hoy con el ejemplo de cierto negocio conocido: compatibilizar el ahorro energético y las condiciones de salubridad en la hostelería.

Parece haber coincidencia en que el despilfarro energético ocasionado por bajas temperaturas en verano y altas en invierno se da con mayor frecuencia en edificios públicos y grandes centros comerciales que en pequeños negocios y hogares. En consecuencia, el ahorro se conseguirá donde más se gasta y donde menos control existe, ya que las personas individuales lo sufren y pagan en su factura.

Y si mal se pasa con calores exagerados en la época estival, veremos qué ocurre en las zonas frías de España el próximo invierno cuando las fuentes de energía escaseen y se encarezcan, si el tiempo y las circunstancias no lo remedian.

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LA FERIA DE MÁLAGA Y SUS PECULIARIDADES

(De mi puño y tekla)

La Feria de Málaga, tras dos lamentables años en los que la “Pandemia del Covid” hizo imposible que se celebrasen estas grandes y tradicionales fiestas, por fin ha podido llevarse a cabo la pasada semana, aunque con diversos matices.

Para comenzar, no todos los hoteleros, restauradores y negocios similares han podido atender a los clientes en las mismas condiciones. Concretamente, la temperatura ha continuado siendo una de las quejas más receptivas en los establecimientos de esta índole, esencialmente durante la Feria de Málaga, con una ola de calor considerable.

Tanto es así que los propios sanitarios sugieren que lo más sensato es evitar salir a la calle durante las horas centrales y más calurosas del día, procurando mantenerse a buen recaudo en el interior de sus propias viviendas y oficinas. Si bien ante tal crisis resulta muy difícil salir a la calle durante las horas centrales y calurosas, es preciso contar con ventilador o aire acondicionado funcionando a toda potencia.

Consideremos que nos encontramos en uno de los veranos más calurosos de la historia desde que se tienen registros tras la Pandemia, lo cual se da de bruces con el plan de ahorro y gestión energética en Climatización del Gobierno de Pedro Sánchez, “cuyo objetivo no es otro que reducir consumo en energía, en edificios administrativos, recintos públicos y comerciales". Todo ello lo explicaba, tras su aprobación por el Consejo de Ministros, Teresa Ribera, Vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el reto democrático.

A modo de ejemplo, Arias Camisón, propietario del Asador Guadalmina en Marbella, también se opone al plan de Ribera con criterio. No es la primera vez que este hostelero ha rechazado propuestas que considera perjudiciales para su negocio, ya que anteriormente lo hizo con la Ley Antitabaco el expresidente Zapatero…

Son demasiados los descontentos con una estrategia que estiman improvisada e ineficaz, que les supone hacer un gran gasto de dinero, cuando no se han recuperado de las pérdidas causadas por los confinamientos y las restricciones de la Pandemia, a lo que ha de sumarse la falta de turistas y la subida del precio de la electricidad, entre otros aspectos. La polémica está servida y el plan ya ha topado con los primeros rebeldes…

Atentamente.

José-Tomás Cruz Varela

 Ex Director de RR.HH. Málaga.