TAN CONCLUYENTE COMO PREOCUPANTE

Acierta Cruz Varela al señalar el problema de la alta temporalidad en el sector público tras forzar su reducción en el privado, a pesar del “fijo-discontinuo”. Si bien esto puede ser un mérito del gobierno de coalición, mantenerla desorbitada en el ámbito de sus competencias y en el de las distintas Administraciones ofrece signos de hipocresía por exigir a otros lo que no practica.

Es de sobra conocido que la estabilidad en cualquier puesto de trabajo y más aún en la Administración Pública es beneficiosa para todos. Ojalá siempre se opte para su acceso a ella por un sistema basado en los principios  reales de “igualdad, capacidad y mérito” en un país muy propenso al enchufismo.

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TAN CONCLUYENTE COMO PREOCUPANTE

(De mi puño y tekla)

Lo suyo sería presentar especial atención a la actual desidia de ciertos trabajadores por cuenta ajena, cuyo rendimiento en múltiples ocasiones resulta prácticamente nulo, especialmente en aquellos casos cuya actuación por parte del dependiente prácticamente no exista, limitándose a consumir su tiempo con otros compañeros de la empresa, o bien el fin de la jornada de trabajo…

El dato es tan concluyente como preocupante. Uno de cada tres trabajadores del sector en cuestión suele tener un contrato temporal que las reformas no logran atajar, tal como ha sucedido, por ejemplo, en las plantillas a que obligó la Pandemia. La mayoría de estos refuerzos se realizaron con carácter temporal, pero España se comprometió con Europa a cambio del envió gradual de una ingente cantidad de fondos, ya asegurados, a rebajar la tasa de temporalidad en la administración al 8%. A falta de dos años para que espire el plazo, la temporalidad en el sector público en nuestro país ronda el 33%.

Por contra, el sector privado ha publicado las herramientas de la reforma laboral para reducir la proporción de los contratos laborales al 20%, si bien lo ha hecho disparando la ambigua figura del fijo discontinuo. En todo caso la creación de puestos de trabajo de calidad debe ser un compromiso compartido por las administraciones y por las empresas.

Las Comunidades Autónomas y las corporaciones locales deben tomar también conciencia del problema. La responsabilidad apunta por tanto al Gobierno que parece una vez más inclinada a la Delegación de las Autorías. Por lo demás, entre las entidades públicas con mayor temporalidad figuran Paradores y Correos, ejemplos de colonización pancista en detrimento de criterios técnicos de gestión.

España dispone de dos años para corregir un problema, si bien no había hecho más que empeorar desde que asumió el compromiso de Bruselas. Se impone en el Estado un ejercicio de realismo que adopte sus criterios de del sector privado.

Atentamente.

José Tomás Cruz Varela

Ex Director de de RR.HH. Málaga.