Comenta Cruz Varela algunas características personales de Rishi Sunak y su rápido ascenso como primer ministro del Reino Unido, con la esperanza de que se termine el caos político en el que está sumido ese país desde hace algunos años. No cabe duda de que el Brexit ha pasado factura a los últimos primeros ministros británicos, y los hechos lo confirman. Las cosas no han salido como pensaban y las consecuencias de los errores de cálculo político pueden retrasarse, pero difícilmente anularse.
Dicen los miembros del gobierno español y repiten sus medios próximos que su antecesora, Liz Truss, cayó en desgracia “por querer bajar los impuestos a los ricos y a las grandes fortunas”, y creen que eso favorece su discurso. Pero callan la segunda parte de la receta (recorte del gasto público), algo no cumplido que tuvo que ser corregido por los mercados. Es de todos sabido que aminorar los ingresos sin reducir los gastos conduce a un seguro y fatal desenlace. La intriga continúa y el tiempo nos dirá si Rishi Sunak y sus nuevos colaboradores enmiendan los errores anteriores e ilusionan a sus votantes, o hacen buena a Liz Truss.
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SUNAK, CORONADO COMO NUEVO PRIMER MINISTRO
(De mi puño y tekla)
DOWNING STREET goza ya de un nuevo y peculiar inquilino, el tercero en cuatro meses, una sucesión de mudanzas que refleja la magnitud del terremoto político que sucede Reino Unido. Rishi Sunak fue coronado como primer ministro y sucesor de la dimitida Liz Truss tras despejarle el campo sus principales rivales: Penny Mordaunt, la candidata de las bases tories, y Boris Johnson, que el fin de semana amagó con un regreso interpretado por los mercados como una peligrosa réplica del seísmo que ha hecho temblar los cimientos económicos del país. Tras el caótico show político de Johnson y el experimento fallido de Truss, los conservadores lo han apostado todo a la imagen de gestor serio, preparado y competente de Sunak, ex secretario del Tesoro, que llega con la misión de restaurar la estabilidad política y la credibilidad institucional sobre las que cimentar de nuevo el crecimiento.
El ex banquero estrella de la City, al que se critica absurdamente su condición de millonario elitista y alejado de los problemas reales del votante, aterriza, sin embargo, en un campo minado. En él, tendrá que oficiar de malabarista para, por un lado, cohesionar a un partido sumido en el cainismo y la autodestrucción desde el Brexit y, por otro, lograr un equilibrio entre dolorosas subidas de impuestos en plena inflación y gasto para hacer frente a la crisis energética. En ese sentido se ha mostrado de acuerdo con el canciller Jeremy en la necesidad de rebajar el paquete de ayudas para frenar la escalada de una factura que puede derivar en un otoño de movilizaciones. Tensiones sociales y económicas que Sunak tendrá que afrontar a la cabeza de un partido ingobernable -en riesgo existencial, según dijo ayer- y donde él mismo continúa siendo figura divisiva por su papel en la caída de Johnson.
A sus 42 años, Sunak se convierte en el premier más joven en dos siglos -es diputado solo desde hace siete años- y el primero de origen hindú, encarnando la llegada al poder de un símbolo de diversidad cultural en un país cuyo pasado colonial sigue estando muy presente, circunstancia a tener muy en cuenta. Pese a su temprana apuesta por el Brexit, se le considera más templado que sus antecesores en la relación con Europa, muy desgastada por los intentos de Johnson de reescribir el acuerdo comercial con el que Londres y Bruselas sellaron un agrio divorcio que no termina de consumarse en términos definitivos. Los mercados han recibido con alivio su elección, pero primero debe concretar rápidamente un plan de choque para restaurar la confianza de los inversores y poner sentido común en un partido fracturado y secuestrado por el ala dura del Brexit.
Las circunstancias económico personales de un multimillonario como Rishi Sunak, que junto a su esposa acumula una riqueza que duplica la que se estima que han ahorrado Carlos III y Camila Parker, posiblemente genere ciertos comentaros relacionados con la desconfianza en los mercados....
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
Ex Director de RR.HH. Málaga
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