DE TODO UN POCO

Con la entrada del nuevo año, los hombres de toda raza y condición se intercambian deseos de paz, salud, progreso y bienestar para los trescientos sesenta y cinco días venideros. Y aunque algunos confían en los presagios de los videntes de diferente pelaje, la mayoría espera que el tiempo cure las heridas y traiga la felicidad.

Sin embargo, son los políticos, y con mayor frecuencia los que han incumplido sus promesas, quienes prefieren que unas encuestas hechas de encargo les favorezcan sus intereses electorales a que muestren una medición real de la opinión del votante. Cuentan para ello con unos adivinos a sueldo con menor riesgo por sus errores que el soportado por los augures de los gobernantes de la antigüedad y con una propaganda insultante en los medios de comunicación afines.

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DE TODO UN POCO

(De mi puño y tekla)

Los adivinos han sido sustituidos por los expertos y Casandra por la demoscopia. La gente, normalmente, sigue interesada por los pronósticos y las predicciones del tiempo, de la política y de la moda.

Los meteorólogos clavaron que diciembre tuvo la tentación de ser agosto en mangas de camisa y parece que el sol nos castigará en el 2023. Será caluroso como en el 2015, uno de los más abrasadores de todos los tiempos. Lloverá y nevará, pero las temperaturas serán más altas de lo normal, dicen, aunque también que en climatología solo se pueden intuir pronósticos muy generales a largo plazo, como en casi todo lo demás.

En política y economía, los enterados anuncian recesión. Parece que retrocede, a pesar de los triunfos de Colombia y Brasil, el socialismo del siglo XXI y el populismo trampista. Pero trotan los jinetes de la guerra, la inflación y las crisis alimentaria y energética con sus consecuencias. Las democracias se debilitan en todo el mundo y el 70% de la población vive bajo dictaduras. Los optimistas esperan que se creen millones de puestos de trabajo y suban los sueldos. Y aunque sigue la estúpida y criminal guerra de Ucrania, la pandemia está extinguiéndose.

Pronostican los clarividentes, que lo que más a va a cambiar va a ser la moda, ese producto del instinto de imitación. Será tendencia irresistible todo lo que desnude el cuerpo y lo haga protagonista después. La moda tendrá como objetivo celebrar el desnudo con vestidos que imiten la piel. Así se sigue el arte de ir desnudándose porque no hay mejor modisto que la naturaleza.

Atentamente.

José-Tomas Cruz Varela

Ex Director de RR.HH. Málaga..