14 de octubre de 2024

EL VALOR DE LA IGUALDAD DEL VOTO Y "LA REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA" de P.S. (I de IX)

     Han pasado ya casi diez años desde que Pedro Sánchez plasmara su ideario político de entonces en el artículo “Están invitados a exigirnos, publicado el 10 de octubre de 2014 en el diario “El Mundo”. Como el interesado no parece acordarse hoy de lo que ayer pensaba, otros intentaremos recordarle su ruego y exigirle las explicaciones prometidas.

   Entre las propuestas del ayer y las prácticas de hoy se observa una notable incongruencia:  asuntos que el mismo Pedro Sánchez consideraba inmutables ayer, hoy han  quedado convertidos en simples “cambios de opinión”. Y así como de la lectura del escrito surgen numerosas dudas sobre su verdadera autoría, dada la divergencia entre lo dicho y lo hecho, pocas dudas aparecen cuando se constata la incorrecta toma de las citas y la deficiente exposición de los  datos.

    Empecemos con el apartado concreto del primer párrafo referente a la necesaria “regeneración democrática” propuesta por Pedro Sánchez:

 “Últimamente se ha utilizado mucho la expresión «regeneración democrática» para tratar de dar cobijo conceptual a un conjunto de reformas que el Gobierno ha apadrinado y que ha tratado de vender como la panacea a nuestras pandemias sociales. Sin lugar a dudas apoyaremos todo lo que sea razonable y eficaz para fortalecer la democracia y prevenir la corrupción, pero me parece importante destacar que el Partido Socialista tiene una concepción bastante más amplia de lo que es democracia y de lo que convendría «regenerar». La democracia no es tan solo votar cada cuatro años, es una forma de gobernar que, siguiendo a Dahl, para su plena efectividad y calidad requiere una alta participación e implicación ciudadana en los asuntos públicos; un sistema electoral suficientemente representativo; una ciudadanía informada que conoce las políticas existentes, las alternativas posibles y sus previsibles consecuencias; una sociedad sin desigualdades lacerantes y sin exclusión social; un respeto escrupuloso a la ley; y, finalmente, un electorado que controla la agenda del sistema y del Gobierno. Considerando estos requisitos, y lo alejados que hoy estamos de muchos de ellos, creo que luchar por la calidad democrática debe ser la agenda central del partido al que represento.”

    Desglosemos ahora los citados “requisitos” precisos para lograr la  “plena efectividad y calidad democrática” que Sánchez tomó de Robert Dahl:

 1.- Un alta participación e implicación ciudadana en los asuntos públicos.

2.- Un sistema electoral suficientemente representativo

3.- Una ciudadanía informada que conoce las políticas existentes, las alternativas posibles y sus previsibles consecuencias.

4.- Una sociedad sin desigualdades lacerantes y sin exclusión social.

5.- Un respeto escrupuloso a la ley.

6.- Un electorado que controla la agenda del sistema y del Gobierno.

   Durante su etapa en la oposición, Sánchez pensó que la acción de Rajoy se distanciaba demasiado de su pretendido ideal político y se propuso el objetivo de lograr “una regeneración democrática” que se adaptara a sus principios personales y  propias conveniencias. Pedro Sánchez creyó haber encontrado su inspiración en Robert Dahl, pero es completamente necesario contrastar lo apuntado por el primero con lo realmente  publicado por el segundo para constatar sus posibles coincidencias o diferencias.  Veamos en primer lugar lo que Wikipedia señala sobre Robert Dahl tras el epígrafeDemocracia y poliarquías”:

 “En otro libro de referencia, Democracy and Its Critics (1989), Dahl aclara su visión sobre la democracia. Ningún país actual alcanza el ideal de democracia, que es una utopía teórica. Alcanzar el ideal requiere cumplir 5 criterios:

1. Participación efectiva: Los ciudadanos deben tener oportunidades iguales y efectivas de formar su preferencia y lanzar cuestiones a la agenda pública y expresar razones a favor de un resultado u otro.

2. Igualdad de voto en la fase decisoria: Cada ciudadano debe tener la seguridad de que sus puntos de vista serán tan tenidos en cuenta como los de los otros.

3. Comprensión informada: Los ciudadanos deben disfrutar de oportunidades amplias y equitativas de conocer y afirmar qué elección sería la más adecuada para sus intereses.

4. Control de la agenda: El Demos o el pueblo deben tener la oportunidad de decidir qué temas políticos se someten y cuáles deberían someterse a deliberación.

5. Inclusividad: La equidad debe ser extensiva a todos los ciudadanos del estado. Todos tienen intereses legítimos en el proceso político.

En cambio, llama a los países políticamente avanzados "poliarquías". Las poliarquías tienen cargos públicos elegidos, elecciones libres y equitativas, sufragio inclusivo, derecho a optar a cargos públicos, libertad de expresión, información alternativa y libertad de asociación. Estas instituciones son un notable avance en el sentido de que crean múltiples centros de poder político.”

    Y leamos el texto original que se encuentra en las páginas 45-46, epígrafe “III.2.1 Características de la democracia ideal”, del trabajo titulado “La Democracia de Robert Dahl, publicado primero en la Encyclopaedia Britannica (edición de 2004), y recogido en POSTData10:

 "Como mínimo, la democracia ideal debería exhibir los siguientes rasgos:

Participación efectiva. Antes de adoptar o rechazar una política, los miembros del demos tienen la oportunidad de dar a conocer a los demás miembros sus opiniones al respecto.

Igualdad de votos. Los miembros del demos tienen la oportunidad de votar a favor o en contra de una política, y todos los votos se computan igual.

Electorado informado. Los miembros del demos tienen la oportunidad, dentro de un período razonable, de aprender acerca de la política y sobre las posibles políticas alternativas y sus consecuencias probables.

Control ciudadano del programa de acción. El demos, pura y exclusivamente, decide qué asuntos se incluyen en la agenda de la toma de decisiones y cómo han de incluirse allí. De este modo, el proceso democrático es “abierto”, en el sentido que el demos puede cambiar las políticas de la asociación en cualquier momento.

Inclusión. Cada uno de los miembros del demos tiene derecho a participar en la asociación según hemos expuesto.

 Derechos fundamentales. Cada uno de los rasgos necesarios de la democracia ideal prescribe un derecho que constituye en sí un rasgo necesario de la democracia ideal: así, cada miembro del demos tiene el derecho de comunicarse con otros; el derecho de que su voto se compute igual que los votos de los demás; el derecho de recabar información; el derecho de participar en idéntica condición que los otros miembros; y el derecho, junto con otros miembros, de ejercer el control de la agenda. Por ende, la democracia es más que un mero procedimiento político; necesariamente, también es un sistema de derechos fundamentales."

    Comparando el texto de Robert Dahl con la interpretación que de él hace Pedro Sánchez se aprecian unas notables discrepancias que analizaremos posteriormente, fijando el centro de interés en el concepto “Igualdad de votos” de Dahl que Pedro Sánchez transformó en un confuso “Sistema electoral suficientemente representativo” sin especificación alguna, dado que existen sistemas electorales con un muy diferente valoración  de los votos de los ciudadanos.

    Para confirmar lo anterior examinaremos distintos procesos electorales y comprobaremos cuáles de ellos se alejan y cuáles se aproximan a la misma valoración de los votos, signo inconfundible de cumplimiento del principio democrático “un hombre, un voto y todos del igual valor”, que nos trae a la memoria el juramento de los Reyes de Aragón: “Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos, os hacemos Principal, Rey y Señor entre los iguales, con tal que guardéis nuestros fueros y libertades; y si no, no”.